El gigantesco crecimiento del astroturismo en Chile

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Foto: Rodrigo Marín Baez / BBC

Querían mostrarle el cielo a los turistas.

Con esa idea, Marcos Rudolphi y María Elena Espejo compraron un telescopio e iniciaron una pequeña empresa familiar en la ciudad de Vicuña, en el norte de Chile, el país con los cielos más despejados de todo el planeta, razón que explica por qué gran parte de los más avanzados observatorios científicos están ubicados en esa nación sudamericana.

Le pusieron Alfa Aldea, porque las estrellas más luminosas de cualquier constelación se llaman “alfa” y “aldea” por el sentido de comunidad.

El primer año recibieron cerca de 2.000 turistas. Seis años después, están recibiendo más de 8.000 visitantes, que provienen principalmente de Europa y Estados Unidos.

Ahora con tres telescopios, invitan astrónomos a dar charlas nocturnas, ofrecen vino producido con los viñedos locales y hasta han creado turismo astronómico para personas con discapacidad visual y auditiva.

“Las estrellas nos han permitido educar a nuestros hijos”, le dice a BBC Mundo Marcos Rudolphi.

El boom del negocio astroturístico

Aunque a fines de la década de los 90 comenzaron los primeros intentos de acercar la astronomía a los turistas, con la instalación del Observatorio Mamalluca en la Región de Coquimbo y algunas experiencias lideradas por aficionados, solo en los últimos años la actividad se ha transformado en una industria.

El país está experimentando el desarrollo de un sector emergente, que poco a poco ha comenzado a masificarse con la venta de paquetes de viaje para la observación del universo.

Uno de los eventos es el eclipse solar total de este martes que se verá especialmente en Chile.

Son parte de este impulso comercial cerca de 60 tour operadores que están expandiendo las travesías astronómicas para hacerlas aún más atractivas.

Hay en el mercado desde paquetes turísticos completos que incluyen traslados, alojamiento y exploración astronómica en el desierto, hasta hoteles ambientados con un ambiente “espacial” y charlas educativas para explorar el universo a través de telescopios y radiotelescopios.

El boom del turismo astronómico que despegó con más fuerza en los últimos cuatro o cinco años, corre en paralelo al posicionamiento de Chile como uno de los centros de investigación científica más importantes del mundo.

De hecho, el país concentrará en 2020 más del 70% de toda la infraestructura para la observación astronómica del planeta.

Un gran laboratorio

“Los cielos de Chile son el gran laboratorio para la humanidad”, dice Mónica Zalaquett, subsecretaria de Turismo, en diálogo con BBC Mundo.

El turismo extranjero asociado a la pujante actividad científica se ha triplicado recientemente.

Los turistas que declararon haber visitado observatorios astronómicos en el país, aumentaron de 29.555 en 2016 a 89.086 en 2018, según datos oficiales.

Europeos y estadounidenses han sido los visitantes más cautivados con las maravillas del universo, pero recientemente también ha aumentado el interés de los brasileños.

El auge del sector también se refleja en la proliferación de empresas. Hoy existen más de 160 servicios turísticos especializados en astroturismo, con una oferta que incluye observatorios, alojamientos, expediciones y planetarios.

“El astroturismo generó más de US$10 millones en ingresos para el país en 2018″, estima Zalaquett, y proyecta que para el año 2025 la actividad generaría ingresos por al menos US$20 millones.

Como el objetivo que se ha propuesto el gobierno y el sector privado es llegar a los 750.000 visitantes extranjeros por año para esa fecha, el país se prepara formando a guías certificados en astroturismo y promoviendo en el exterior la exploración astronómica, principalmente en las regiones de Antofagasta y Coquimbo.

Es que el norte de Chile tiene la ventaja de contar con más de 300 días despejados al año, excelentes condiciones ambientales para la observación de las estrellas y zonas libres de contaminación lumínica que permiten observar los secretos del espacio.

Y esas ventajas naturales se están convirtiendo ahora en una fuente de desarrollo económico para el país.

 

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