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Una nueva formulación que está entrando en ensayos clÃnicos en Brasil, México, Tailandia y Vietnam podrÃa cambiar la forma en que el mundo combate la pandemia. Una nueva vacuna para la COVID-19 que está entrando a ensayos clÃnicos en Brasil, México, Tailandia y Vietnam podrÃa cambiar la manera de combatir la pandemia en el mundo. La vacuna, llamada NDV-HXP-S, es la primera en ensayos clÃnicos con un nuevo diseño molecular, y se espera que cree anticuerpos más potentes de los que produce la generación actual de vacunas. Además, la nueva vacuna podrÃa ser mucho más fácil de producir. Las vacunas existentes de empresas como Pfizer y Johnson & Johnson deben producirse en fábricas especializadas con ingredientes difÃciles de adquirir. En contraste, la nueva vacuna se puede producir en masa en huevos de gallinas: los mismos huevos que producen miles de millones de vacunas para la influenza cada año en fábricas de todo el mundo. Si la NDV-HXP-S demuestra ser segura y eficaz, los fabricantes de la vacuna para la influenza podrÃan producir mucho más de mil millones de dosis al año. Los paÃses de ingresos bajos y medios que en la actualidad tienen dificultades para obtener las vacunas de paÃses más ricos podrÃan fabricar la NDV-HXP-S por sà mismos o adquirirla a un bajo costo de sus vecinos. "Eso es asombroso: serÃa un punto de inflexión", opinó Andrea Taylor, subdirectora del Centro de Innovación en Salud Global de la Universidad de Duke. Sin embargo, los ensayos clÃnicos primero deben establecer que la NDV-HXP-S funciona de verdad en la gente. La primera fase de los ensayos clÃnicos concluirá en julio y la fase final tardará varios meses más. No obstante, los experimentos con animales vacunados han generado esperanzas en torno a las posibilidades de la vacuna. "Es un éxito para la protección", comentó Bruce Innis del Centro PATH para la Innovación y el Acceso a las Vacunas, el cual ha coordinado el desarrollo de la NDV-HXP-S. "Creo que es una vacuna de primera clase". 2P al rescateLas vacunas funcionan cuando el sistema inmunitario se familiariza lo suficiente con un virus como para incitar una defensa en su contra. Algunas vacunas contienen virus enteros que han sido exterminados; otras contienen una sola proteÃna del virus. No obstante, otras contienen instrucciones genéticas que pueden usar nuestras células para crear la proteÃna viral. Una vez que el sistema inmunitario se expone a un virus, o a parte de este, puede aprender a producir anticuerpos que lo ataquen. Las células inmunitarias también pueden aprender a reconocer las células infectadas y destruirlas. En el caso del coronavirus, el mejor blanco para el sistema inmunitario es la proteÃna que cubre la superficie como una corona. La proteÃna, conocida como espiga, se aferra a las células y luego permite que el virus se fusione con ellas. Sin embargo, la mejor manera de vacunar a la gente no es solo inyectarle las proteÃnas de espiga del coronavirus. Esto se debe a que las proteÃnas de espiga a veces adoptan la forma equivocada y provocan que el sistema inmunitario produzca los anticuerpos equivocados. Esta información surgió mucho antes de la pandemia de la COVID-19. En 2015, apareció otro coronavirus que provocaba una forma mortal de neumonÃa llamada sÃndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por su sigla en inglés). Jason McLellan, un biólogo estructural que en aquel entonces estaba en la Escuela de Medicina Geisel de la Universidad de Dartmouth, y sus colegas se dispusieron a fabricar una vacuna para combatirlo. QuerÃan usar la proteÃna de espiga como blanco. No obstante, tuvieron que enfrentar el hecho de que la proteÃna de espiga cambia de forma. Cuando la proteÃna se prepara para fusionarse con una célula, se retuerce y pasa de tener una forma parecida a un tulipán a algo semejante a una jabalina. Los cientÃficos llaman a estas dos formas prefusión y posfusión de la espiga. Los anticuerpos que combaten la forma de prefusión tienen una gran efectividad en contra del coronavirus, pero los anticuerpos de la de posfusión no lo detienen. McLellan y sus colegas usaron técnicas estándar para crear una vacuna contra el MERS, pero terminaron con muchas espigas de posfusión, las cuales eran inútiles para su propósito. Luego, descubrieron una manera de dejar la proteÃna fija en la forma de prefusión, cuando parece tulipán. Lo único que tuvieron que hacer fue cambiar dos de más de 1000 componentes de la proteÃna por un compuesto llamado prolina. La espiga resultante -llamada 2P, por las dos nuevas moléculas de prolina que contenÃa- era mucho más propensa a adoptar la forma deseada de tulipán. Los investigadores inyectaron las espigas 2P a ratones y encontraron que los animales podÃan combatir con facilidad las infecciones que produce el coronavirus MERS. El equipo presentó la documentación para patentar su espiga modificada, pero el mundo casi no se percató del invento. El MERS, aunque es mortal, no es muy contagioso y demostró ser una amenaza relativamente menor; menos de 1000 personas han muerto de MERS desde que apareció por primera vez en humanos. Sin embargo, a finales de 2019, surgió un nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2, que empezó a asolar el mundo. McLellan y sus colegas entraron en acción, con el diseño de una espiga 2P especial para el SARS-CoV-2. En cuestión de dÃas, Moderna usó esa información para diseñar una vacuna para la COVID-19; contenÃa una molécula genérica llamada ARN con las instrucciones para crear la espiga 2P. Otras empresas pronto siguieron su ejemplo, al adoptar las espigas 2P para sus propios diseños de vacuna y comenzar los ensayos clÃnicos. Las tres vacunas que han sido autorizadas hasta el momento en Estados Unidos -de Johnson & Johnson, Moderna y Pfizer-BioNTech- usan la espiga 2P. Otros fabricantes de vacunas también la están usando. Novavax ha tenido resultados sólidos con la espiga 2P en los ensayos clÃnicos y se espera que en las próximas semanas solicite la autorización para su uso de emergencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos. Sanofi también está probando una vacuna con la espiga 2P y espera terminar los ensayos clÃnicos a finales de este año. Dos prolinas son buenas; seis son mejoresLa capacidad de McLellan para encontrar pistas que pueden salvar vidas en la estructura de las proteÃnas le ha brindado una profunda admiración en el mundo de las vacunas. "Este tipo es un genio", opinó Harry Kleanthous, un directivo del programa de la Fundación Bill & Melinda Gates. "DeberÃa sentirse orgulloso de este inmenso logro que le dio a la humanidad". Sin embargo, una vez que McLellan y sus colegas les entregaron la espiga 2P a los fabricantes de vacunas, volvieron a estudiar la proteÃna para observarla más de cerca. Si cambiar tan solo dos prolinas mejoró una vacuna, sin duda con modificaciones adicionales podrÃa mejorar aún más. "TenÃa sentido buscar una vacuna mejor", comentó McLellan, quien ahora es profesor adjunto de la Universidad de Texas, campus Austin. En marzo, McLellan colaboró con dos colegas biólogos de la Universidad de Texas, Ilya Finkelstein y Jennifer Maynard. Sus tres laboratorios crearon 100 nuevas espigas, cada una con un componente básico alterado. Con financiamiento de la Fundación Gates, probaron cada una y luego combinaron los cambios prometedores en nuevas espigas. A la postre, crearon una sola proteÃna que cumplió con sus aspiraciones. La ganadora tenÃa las dos prolinas de la espiga 2P, más cuatro prolinas adicionales de otras partes de la proteÃna. McLellan llamó HexaPro a la nueva espiga, en honor al total de seis prolinas. El equipo descubrió que la estructura de la HexaPro era aún más estable que la 2P. También era resiliente: tenÃa una mayor capacidad para soportar el calor y los quÃmicos dañinos. McLellan esperaba que su diseño resistente se potencializara en una vacuna. McLellan también esperaba que las vacunas con la HexaPro llegaran a una mayor población mundial, en especial a los paÃses de ingresos bajos y medios, los cuales, hasta el momento, han recibido tan solo una fracción de la distribución total de las vacunas de la primera ola. "La tajada de vacunas que han recibido hasta ahora es terrible", opinó McLellan. Para ese fin, la Universidad de Texas creó un acuerdo de concesión de licencia de la HexaPro que les permite a empresas y laboratorios en 80 paÃses de ingresos bajos y medios usar la proteÃna en sus vacunas sin pagar regalÃas. Mientras tanto, Innis y sus colegas de PATH buscaban la manera de aumentar la producción de vacunas contra la COVID-19. QuerÃan una vacuna que las naciones menos ricas pudieran hacer por sà solas. Con una ayudita de los huevosLa primera ola de vacunas autorizadas para la COVID-19 necesita ingredientes especializados y costosos. Por ejemplo, la vacuna basada en el ARN de Moderna requiere componentes genéticos llamados nucleótidos, asà como un ácido graso a la medida para crear una burbuja a su alrededor. Esos ingredientes se deben unir en las vacunas en fábricas construidas especÃficamente para esto. El mecanismo que se usa para crear las vacunas contra la influenza es muy distinto. Muchos paÃses tienen inmensas fábricas para crear vacunas baratas contra la influenza, en las que se inyectan los virus de la influenza en huevos de gallina. Los huevos producen abundantes copias nuevas de los virus. Después, los trabajadores de las fábricas extraen los virus, los debilitan o los matan y luego los meten en las vacunas. El equipo de PATH se preguntó si los cientÃficos podrÃan crear una vacuna contra la COVID-19 que se pudiera cultivar de forma más barata en huevos de gallina. De esa manera, las mismas fábricas que crean las inyecciones para la influenza también podrÃan producir las vacunas para la COVID-19. En Nueva York, un equipo de cientÃficos de la Escuela Icahn de Medicina de Monte Sinaà sabÃa cómo crear esa vacuna, por medio de un virus aviar llamado virus de la enfermedad de Newcastle que es inofensivo para los humanos. Durante años, los cientÃficos habÃan experimentado con el virus de la enfermedad de Newcastle para crear vacunas contra varias enfermedades. Por ejemplo, para desarrollar una vacuna contra el ébola los investigadores le agregaron un gen del virus del ébola a su propio conjunto de genes del virus de la enfermedad de Newcastle. Los cientÃficos luego insertaron el virus manipulado en huevos de gallina. Debido a que es un virus aviar, se multiplicó con rapidez en los huevos. Los investigadores terminaron con virus de la enfermedad de Newcastle cubiertos de proteÃnas del ébola. En Monte SinaÃ, los investigadores quisieron hacer lo mismo, usando proteÃnas de espiga de coronavirus en vez de proteÃnas del ébola. Cuando se enteraron de la nueva versión HexaPro de McLellan, se la agregaron a los virus de la enfermedad de Newcastle. Los virus se llenaron de proteÃnas de espiga, muchas de las cuales tenÃan la deseada forma de prefusión. En un guiño al virus de la enfermedad de Newcastle y la espiga HexaPro, la llamaron NDV-HXP-S. PATH programó la producción de miles de dosis de la NDV-HXP-S en una fábrica vietnamita que suele producir vacunas para la influenza en huevos de gallina. En octubre, la fábrica envió las vacunas a Nueva York para que fueran probadas. Los investigadores de Monte Sinaà encontraron que la NDV-HXP-S otorgaba una sólida protección en ratones y hámsteres. "Afirmo con todas las letras que pudo proteger a todos los hámsteres y ratones del mundo en contra del SARS-CoV-2", declaró Peter Palese, el lÃder de la investigación. "Pero aún no se sabe qué les hace a los humanos". La potencia de la vacuna produjo un beneficio adicional: los investigadores necesitaron menos virus para obtener una dosis eficaz. Un solo huevo puede producir de entre cinco a diez dosis de la NDV-HXP-S, en comparación con una o dos dosis de las vacunas para la influenza. "Estamos muy emocionados con esto, porque creemos que es una manera de fabricar una vacuna barata", agregó Palese. Luego, PATH puso en contacto al equipo de Monte Sinaà con fabricantes de vacunas para la influenza. El 15 de marzo, el Instituto de Vacunas y Productos Biológicos Médicos de Vietnam anunció el comienzo de los ensayos clÃnicos de la NDV-HXP-S. Una semana más tarde, la Organización Farmacéutica Gubernamental de Tailandia siguió el ejemplo. El 26 de marzo, el Instituto Butantan de Brasil declaró que iba a pedir autorización para comenzar sus propios ensayos clÃnicos de la NDV-HXP-S. Mientras tanto, el equipo de Monte Sinaà también ha otorgado licencias de la vacuna al productor mexicano de vacunas Avi-Mex para un aerosol intranasal. La empresa comenzará los ensayos clÃnicos para ver si la vacuna es todavÃa más potente en esa forma. Para las naciones involucradas, la posibilidad de fabricar vacunas de manera completamente independiente resultó atractiva. "Esta producción de la vacuna la llevan a cabo los tailandeses para los tailandeses", comentó el ministro de Salud de Tailandia, Anutin Charnvirakul, en el anuncio en Bangkok. En Brasil, el Instituto Butantan proclamó su versión de la NDV-HXP-S como la "vacuna brasileña", una que "se producirá por completo en Brasil, sin depender de importaciones". Taylor, del Centro de Innovación en Salud Global de la Universidad de Duke, se mostró comprensiva. "Entiendo por qué serÃa una promesa en verdad atractiva", comentó. "Estas naciones han estado a merced de las cadenas de suministro globales". Madhavi Sunder, experta en propiedad intelectual del Centro de Derecho de la Universidad de Georgetown, advirtió que la NDV-HXP-S no iba a ayudar de inmediato a paÃses como Brasil en su lucha contra la actual ola de infecciones de COVID-19. "No estamos hablando de 16.000 millones de dosis en 2020", comentó. Más bien, la estrategia será importante para la producción de vacunas a largo plazo, no solo para la COVID-19, sino para otras pandemias que pudieran llegar en el futuro. "Suena muy prometedor", opinó Sunder. Mientras tanto, McLellan ha regresado al punto de partida molecular para intentar obtener una tercera versión de su espiga que sea todavÃa mejor que la HexaPro. "En realidad, este proceso no tiene fin", dijo. "La cantidad de permutaciones es casi infinita. En algún momento, tienes que decir: 'Esta es la próxima generación'".    Carl Zimmer es el autor de la columna Matter. Ha publicado trece libros, entre ellos She Has Her Mother's Laugh: The Powers, Perversions, and Potential of Heredity. @carlzimmer Facebook
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