Crisis ucraniana provoca aumento del gasto militar

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El Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) lanzaba recientemente la alerta: la crisis de Ucrania puede socavar buena parte del dividendo de la paz logrado en la antigua Europa del Este desde el final de la Guerra Fría y provocar una espiral armamentística que ponga en riesgo el margen presupuestario ganado en estos años. “Un aumento permanente del gasto militar, como respuesta a los crecientes riesgos geopolíticos, podría erosionar el dividendo de la paz registrado desde la disolución de la Unión Soviética”, advertía el economista jefe del Banco, Erik Berglof.

Según los datos del BERD, entre 1989 y 1998 el gasto militar como porcentaje del PIB cayó del 23% en lo que entonces era todavía la Unión Soviética hasta el 3% en Rusia y por debajo de ese nivel en la mayoría de los países integrantes de la Comunidad de Estados Independientes. Esa tendencia se ha revertido en los últimos años y puede observarse un claro rearme en la región, que el conflicto con Ucrania ha agudizado en algunos casos.

El año pasado, Rusia aumentó su presupuesto militar en un 4,8% y eso ha disparado el peso del gasto militar en el PIB -la carga militar, como se conoce en la jerga-, que alcanzó el 4,1% en 2013 y “rondará el 5% del PIB este año”, sostienen fuentes del BERD. Es la primera vez desde 2003 que la carga militar de Rusia es superior a la de Estados Unidos (3,8%) y, con ello, ha superado a Reino Unido como el tercer mayor país por gasto en Defensa, según datos de la consultora IHS Jane. China ocupa el segundo lugar. Arabia Saudí y Francia cierran el quinteto de los países con mayores gastos militares.

“En realidad, el dividendo de la paz no existió como tal tras el fin de la Guerra Fría porque el gasto militar cayó mucho pero las economías también se desplomaron”, explica desde Londres Samuel Perlo-Freeman, jefe del departamento de Gastos Militares del Instituto Internacional de Estocolmo para el Análisis de la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés). “Pero es cierto que el gasto militar lleva unos años creciendo con rapidez y que en Rusia no está lejos de alcanzar el 5% del PIB, que se considera potencialmente dañino desde el punto de vista económico, aunque queda lejos de los niveles soviéticos”, recalca.

Moscú ha puesto en marcha el Plan Armamentístico 2011- 2020, con el que prevé gastar 20,7 billones de rublos (3.775 millones de euros al cambio actual) en un nuevo y más moderno equipamiento, apunta el informe de SIPRI sobre las tendencias en el gasto militar en 2013. Ucrania, que apenas puede pagar su factura energética y cuya economía caerá previsiblemente un 8% este año, ha anunciado planes para aumentar el presupuesto de Defensa desde el 2,5% del PIB actual al 5% en 2020.

“La crisis ucrania ha aumentado el gasto también en otros países de Europa central y entre los nórdicos, que se sienten amenazados por Rusia, como es el caso de Polonia, que está embarcado en un programa de modernización militar, o el caso de Suecia y de los Estados bálticos”, apunta Perlo-Freeman. El incremento presupuestario de otros países de la región, como Armenia, Azerbaiyán o Bielorrusia, no está ligado al conflicto ucranio, sino que responde a sus propios factores de seguridad, según explica el experto.

En términos globales, el gasto militar cayó un 1,9% en 2013, por segundo año consecutivo tras el descenso del 0,4% en 2012, según el informe anual de Tendencias Militares del SIPRI. El presupuesto de EE UU se redujo un 3,8%, como consecuencia, en buena medida, de la retirada de Afganistán. En China, sin embargo, los gastos militares crecieron el 7,4%, en línea con su política de largo plazo. La dirección de la OTAN ha pedido a sus miembros que incrementen los presupuestos destinados a Defensa hasta situarlos en el 2% del PIB.