Cuando se habla de flujo financieros ilÃcitos, se piensa en el tráfico de droga, armas y personas, además de turbios intercambios entre magnates y mafiosos.
Pero en realidad la mayor parte está a cargo de multinacionales y el sector exportador-importador, que aprovecha el terreno más prosaico de lasubfacturación comercial para incrementar ganancias y reducir obligaciones impositivas.
El mecanismo es simple. En una economÃa globalizada en la que el 60% del comercio se realiza entre multinacionales, la creatividad contable ayuda a inflar costos por aquà y subestimar ganancias por allá para optimizar los balances empresariales.
En naciones en desarrollo frecuentemente aquejadas por problemas de financiamiento, se trata de sumas considerables.
La estimación más conservadora es que superaron el billón de dólares en 2013 y registran un continuo aumento desde 2004.
Entre los 10 paÃses con más flujos ilÃcitos en el mundo en desarrollo se encuentran las dos mayores economÃas de América Latina.
En un ranking encabezado por China y Rusia, México se encuentra en tercer lugar, Brasil en sexto y, si se extiende un poco más la mira, aparece Venezuelaen el decimotercer puesto de las 149 naciones analizadas.
oseph Spanjers, coautor del informe de la Global Financial Integrity (GFI) de Washington, le explicó a BBC Mundo que la investigación usó un criterio "conservador" para establecer la lista de paÃses.
"Sólo trabajamos con datos oficiales en un sector que se caracteriza por tener mucho en la sombra",dijo.
"Para darle un ejemplo, comparamos el intercambio de dos paÃses tomando las exportaciones declaradas por el paÃs A con las importaciones que recibió de esa nación el paÃs B, según consta en la información oficial de ambas naciones. Si una vez que se toma en cuenta el costo del transporte y el seguro hay todavÃa discrepancias entre ambos registros, tenemos subfacturación".
"Pero nuestro cálculo no incluye la subfacturación de los servicios o el flujo ilÃcito en efectivo que se usa mucho en el tráfico de drogas o de humanos", aclaró Spanjers.
Con la excepción de 2009, cuando se registra plenamente el impacto del estallido financiero, los flujos ilÃcitos crecieron en todo el mundo gracias al incremento de los tres pilares del actual modelo global: el comercio interno entre multinacionales, la desregulación financiera y los paraÃsos fiscales.
México no desentonó al respecto.
En 2004, los flujos financieros ilÃcitos eran de más de US$34.000 millones. En 2013 la cifra se habÃa más que duplicado, rozando los US$78.000 millones.
El promedio anual equivale a aproximadamente al 5% del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano: la cifra total de los 10 años supera los US$528 mil millones.
Conviene poner números tan voluminosos en contexto para evaluar su impacto en la economÃa real.
Este año, en enero, el gobierno mexicano anunció que recortarÃa el gasto fiscal en unos US$13.000 millones para compensar la caÃda del precio internacional del petróleo y las adversas condiciones económicas globales.
En comparación, los flujos financieros ilÃcitos del último año investigado son seis veces mayores.
"Es un tema de fuerte impacto económico en naciones en desarrollo", le dijo Spanjers a BBC Mundo.
"En algunos paÃses la situación es peor. En este perÃodo China triplicó sus flujos ilÃcitos".
"En México, en cambio, se duplicaron. Seguramente la subfacturación comercial corresponde a los intercambios con Estados Unidos que son tan importantes en el comercio con México", indicó.
En septiembre, el atribulado gobierno de la presidenta Dilma Roussef anunció recortes en el gasto público y aumentos impositivos en torno de los US$20.000 millones en una economÃa anémica que, más que ajuste, parecÃa necesitar un estÃmulo.
Si se compara este recorte con el drenaje de ingresos fiscales que suponen los flujos ilÃcitos se ve la dimensión de un problema que generalmente no tiene visibilidad pública.
Entre 2004 y 2013 estos flujos prácticamente se duplicaron hasta rozar los US$30.000 millones.
En promedio esto representó un 1,3% del PIB -bastante menor que en Mexico-, pero su constante incremento habla de una economÃa cada vez más armada para procesar estos flujos.
Los paraÃsos fiscales son la vÃa regia de este flujo ilÃcito de dinero.
El informe de GFI destaca la acción del gobierno en este aspecto.
"Brasil aplica por ley un impuesto más alto a cualquier transacción que se haga con paraÃsos fiscales. Creemos que esto es un mecanismo muy útil a la hora de combatir estas prácticas", le comentó a BBC Mundo el especialista de GFI.
La comparación entre economÃa nacional y flujos ilÃcitos es particularmenterelevante en la Venezuela de hoy.
La caÃda de los precios del petróleo -que representan más del 90% de los ingresos por exportaciones del paÃs- ha tenido un fuerte impacto en las cuentas del Estado.
Según afirmó en diciembre Alejandro Werner del Fondo Monetario Internacional (FMI), el déficit fiscal es "de dos dÃgitos, la inflación es la más alta del mundo y hay escasez extrema de divisas".
Entre 2004 y 2013, el flujo ilÃcito financiero superó los US$12.300 millones anuales.
En época de vacas gordas una cifra de estas dimensiones puede pasar inadvertida pero, en medio de los actuales problemas, convertir una porción de esos flujos en ingresos impositivos serÃa un alivio para las cuentas fiscales.
Venezuela registra además una peculiaridad. Entre 2004 y 2007 registró amplios volúmenes de flujos financieros con un máximo en 2005 de más de US$25.000 millones.
La crisis de 2008 marcó un abismal descenso (a poco más de US$7.000 millones), pero a partir de 2009 volvió a crecer, aunque con altibajos.
En 2013 los flujos superaron los US$9.000 millones, es decir, un poco más alto que en los tres años previos, pero mucho más bajo que hace 10 años.
El crecimiento económico explica, en parte, esta diferencia.
Entre 2004-2007 la economÃa bolivariana creció un promedio del 8% anual. Entre 2010-2013 lo hizo a alrededor del 3%.
Según Spanjers, esta tendencia descendente puede deberse a distintas razones.
"Hay que recordar que los fondos ilÃcitos buscan la mayor invisibilidad posible", le dijo a BBC Mundo.
"Es probable que una porción creciente de esos fondos sean transportados en efectivo y, por lo tanto, escapen a un análisis de las fuentes oficiales de comercio o la balanza de pagos que usamos para nuestro estudio".
El gobierno de Venezuela no se ha pronunciado en los últimos tiempos sobre este tema.
"La realidad es que, más allá del color polÃtico del gobierno, sea derecha o izquierda o centro, estos flujos ilÃcitos están muy arraigados en la dinámica económica de muchas naciones en desarrollo", le aclaró Spanjers a BBC Mundo.
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