Gob. niega bonos para jubilados y afirma que es dilapidar recursos

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Foto: El Diario

Bolivia es uno de los países más desiguales de la región.

Fracasado el diálogo, Gobierno se lanzó ahora a los medios para explicar las limitaciones económicas del Gobierno que acaba de perder un juicio internacional con la Jindal. Dos expertos nternacionales dicen que Bolivia es uno de los tres países más inequitativos de la región.

“Es imposible atender las demandas (de los jubilados), queremos ser responsables con el país, queremos ser un país viable. El 2005 recibimos un país quebrado”, manifestó el viceministro de Pensiones y Servicios Financieros, Mario Guillén, quien declaró ayer a la radioemisora oficial Patria Nueva y desestimó el pedido del sector pasivo al señalar que con $us 92 millones que implicaría el “Bono al Jubilado” y el segundo aguinaldo se puede construir tres hospitales de segundo nivel con todo su equipamiento. Dijo que cada hospital tendría un costo de $us 30 millones. En la entrevista, Guillén apeló a argumentos familiares y sostuvo que la responsabilidad del Gobierno es dejar a sus hijos con una economía en crecimiento, “por ello es que no podemos dilapidar los recursos”, sostuvo durante una entrevista en ese medio oficial.

ESTRATEGIA

El Gobierno comenzó a desplegar este martes una estrategia informativa en los medios de comunicación sobre las razones de su negativa a las demandas de los jubilados, quienes insisten en sus derechos sobre el segundo aguinaldo y el denominado “Bono del Jubilado” de Bs 3.000.

POR CUARTA VEZ

El ministro de Economía, Luis Arce, descartó por cuarta vez ambos beneficios señalando que “el segundo aguinaldo es un incentivo a la producción” y que por lo tanto no alcanza al sector pasivo. El segundo aguinaldo al ser un incentivo a la producción premia el esfuerzo de los trabajadores para mantener su contribución a la economía, sostuvo. Arce no anticipó nada sobre su compromiso de gestionar una entrevista de este sector con el presidente Evo Morales.

“MAL DE MINA”

En la sede de Gobierno sobreviven 6.000 jubilados de la minería de los cuales 3.000 son viudas. Cada mes fallecen por silicosis o el “mal de mina” 20 a 30 afiliados, según comentó este lunes el dirigente del sector, Sebastián Quisbert Lima, quien es secretario general de la Asociación Central de Rentistas de La Paz. Nosotros concedemos un bono mortuorio de Bs 2.500 a la familia de cada miembro fallecido, explicó. La mayoría de los pasivos de la minería son mujeres quienes han perdido a sus compañeros por la enfermedad de la mina, dice.

CASI NADA

Quisbert, quien trabajó en mina Matilde, se jubiló en los años 90 con 50 años de edad, dijo que el proyecto del presidente Evo Morales de disminuir a 50 años la edad de jubilación para este sector no es nada nuevo. “Somos 160.000 afiliados a nivel nacional” indica. El dirigente es nuevo en la asociación, pero conoce la dura realidad de las viudas y de sus compañeros, quienes aún se mantienen con energía para salir a las calles y presionar al Gobierno. Cuenta que durante la marcha de los años 90, iniciada en la población de Caracollo en Oruro, habían pensiones de Bs 60 que fueron elevadas a Bs. 500 y posteriormente en el régimen de Sánchez de Lozada lograron un ajuste importante hasta lograr Bs 1.000.

PAÍS DESIGUAL

Bolivia es uno de los tres países más desiguales de la región. Los expertos Augusto de la Torre y Daniel Lederman de la Cepal y el Banco Mundial constaron que en Bolivia al igual que Brasil y Perú registran elevadas brechas en la redistribución de los ingresos por encima de 60 sobre 100. Para ello aplicaron el índice de Gini que mide las desigualdades existentes entre los países de la región. Las tendencias son distintas entre países, pero el ranking de los países no cambia. Argentina y Uruguay siempre han tenido menos desigualdad. En Chile se dio una caída después del 1990, durante su auge. De acuerdo a la exposición brindada en La Paz por ambos profesionales en ocasión del Foro Económico Internacional de la Cámara Nacional de Comercio en mayo pasado, Perú bajó al 2010 su nivel de desigualdad por detrás de 50 por ciento. De la misma manera a ese mismo año, Bolivia y Brasil están ligeramente por debajo de 60. Ambos expertos reconocieron el “irremplazable papel del Estado en la agenda de equidad social” y asimismo que “la desigualdad no baja automáticamente con el crecimiento del ingreso per cápita”.