¿El final de Messi en el Barcelona?

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Foto: Joan Monfort/Associated Press

La estrella argentina del fútbol ha invocado una cláusula que le permitiría marcharse sin un pago de transferencia al club antes del término de su contrato. Se espera que el Barcelona alegue que su decisión no es válida.

 

Lionel Messi, posiblemente el mejor jugador de fútbol de la historia, le ha informado al Barcelona sus intenciones de abandonar el club inmediatamente al activar una cláusula en su contrato, lo que significaría que el equipo en el cual ha pasado toda su carrera el seis veces ganador del galardón al mejor jugador de año podría no recibir ni un centavo a cambio.

Después de la humillación del Bayern Munich al Barcelona en los cuartos de final de la Liga de Campeones, la semana pasada, Messi, de 33 años, ha visto a su equipo sumirse en otro episodio de confusión. El entrenador Quique Setién, y el director deportivo, Eric Abidal, se han marchado y Ronald Koeman, un exjugador del Barcelona, fue nombrado como su reemplazo.

Entre sus primeras tareas como director técnico, Koeman notificó a varios jugadores sénior -entre ellos Samuel Umtiti, Arturo Vidal, Ivan Rakitic y el vecino y buen amigo de Messi, Luis Suárez- que sus servicios ya no serían requeridos. Se dice que a Suárez se le informó en una breve llamada telefónica que era libre de encontrar un nuevo club.

Koeman también se comunicó con Messi, quien para entonces no había comprometido su futuro al equipo. Las noticias en España el martes por la noche insinuaban que Koeman le había advertido a Messi que ya no recibiría un trato especial: una amenaza que, sugieren, terminó por ayudar al argentino a tomar su decisión.

Sea cual haya sido el gatillo el martes, Messi puso por escrito su decisión. Él y sus representantes enviaron un burofax, un comunicado firmado y con validez legal, que informaba al Barcelona que Messi pretende cancelar su contrato. Una vocera del equipo confirmó que el club recibió el documento.

Para los representantes de Messi, el jugador puede tomar esa decisión de manera unilateral gracias a que una cláusula en su contrato le permite marcharse libremente siempre y cuando anuncie sus intenciones antes del fin de la temporada.

Sin embargo, se espera que el Barcelona dispute cuándo es el fin de la temporada. El club probablemente argumente que la cláusula expiró a fines de junio, cuando se había programado que terminaran las temporadas europea y española. Se ha reportado que el lado de Messi está convencido de que las circunstancias excepcionales de la temporada, retrasada por la pandemia, hace que ese periodo de tiempo sea irrelevante. Él y sus representantes están convencidos de que tiene la posibilidad de activar la cláusula hasta fines de agosto.

Según esta interpretación, el envío del burofax es la forma de Messi de activar dicha cláusula y poner fin a una carrera de 20 años en el club. Messi se unió al Barcelona a los 13 años después de ser reclutado por un emisario del Barcelona -enviado a Rosario, su ciudad natal, para verlo jugar- por medio de un contrato hecho en una servilleta.

Su ascenso, en ese tiempo, ha sido un reflejo del auge del club. La lista de galardones de Messi abarca diez ligas de España, cuatro trofeos de la Liga de Campeones y seis Balones de Oro. Sus récords individuales son aún más notables.

Ningún jugador ha anotado más goles que Messi en la historia de La Liga. Tiene el récord de asistencia. Ha ganado más Balones de Oro -el célebre trofeo que se otorga cada año al mejor futbolista del mundo- que nadie. Y ha jugado en más victorias que cualquier otro jugador del Barcelona, ha marcado más tripletes y dobletes que nadie.

Así como Messi se convirtió primero en el mejor jugador de su generación y después, posiblemente, en el mejor de la historia, así también el Barcelona se ha convertido en tal vez el mejor equipo deportivo del mundo. Durante casi una década el club ha sido la expresión del estándar de oro del fútbol.

En el pasado Messi ha insistido en que quería terminar su carrera en el Camp Nou, a pesar de que antes se había rumorado con que al final regresaría para una última temporada con el Newell’s Old Boys, su equipo en Argentina. Pero el caos de las últimas temporadas, durante las cuales el Barcelona ha sufrido una serie de derrotas en la Liga de Campeones y ha tenido tres técnicos en los últimos ocho meses, parece ser demasiado.

Si el Barcelona no pudiera -o quisiera- apelar legalmente a la decisión del jugador, a Messi no le faltarían pretendientes. Es más complicado saber cuál de los miles de clubes a los que les encantaría convocarlo podrían, de hecho, pagar su salario, que algunos estiman en unos 90 millones de dólares al año e incluye sus derechos de imagen y bonos.

El Manchester City -donde el técnico es el antiguo mentor de Messi, Pep Guardiola- y el Paris Saint-Germain, donde juega su buen amigo Neymar, serían los candidatos más probables, por sobre el Chelsea, el Manchester United e incluso el Real Madrid. El Inter de Milán, aunque menos exitoso últimamente, lleva años en conversaciones con la familia de Messi y hace tiempo que intenta ubicarse como su primera alternativa.

La noche del martes, los fanáticos llegaron a las afueras del Camp Nou -donde los ejecutivos del Barcelona tenían una reunión de emergencia- para exigir la renuncia del presidente del club, Josep Maria Bartomeu, y de su directiva. Su esperanza era que un cambio de liderazgo fuera suficiente para hacer cambiar a Messi de opinión y mantener así al mejor jugador de la historia del Barcelona en el único club que ha conocido.

Rory Smith es el corresponsal jefe de fútbol, con sede en Manchester, Inglaterra. Cubre todos los aspectos del fútbol europeo y ha reportado tres Mundiales, los Juegos Olímpicos y numerosos torneos europeos. @RorySmith