El maltrato que se dio al profesional de salud debe cambiar por parte del Estado

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Foto: Ministerio de Salud

Acertada, apropiada y la mejor opción son algunos de los calificativos que en las últimas semanas expresaron médicos y trabajadores de salud respecto a la designación del nuevo ministro del área  Édgar Pozo. Los profesionales guardan la esperanza de que la nueva autoridad pueda reconducir el sistema de salud en Bolivia.

Pozo -quien hace una semana trabajaba como el director del Instituto Nacional del Tórax del complejo hospitalario de Miraflores- fue uno de los médicos que en su momento criticaron el manejo del sistema de salud en la gestión  del entonces presidente Evo Morales; además, en los últimos meses protestó por la falta de atención a los hospitales para luchar contra la pandemia de la Covid-19 en el gobierno transitorio de la entonces  mandataria Jeanine Añez. Incluso, como representante de los directores de los establecimientos del complejo hospitalario de Miraflores, el profesional presentó una denuncia penal contra el Estado por incumplir los pagos de las atenciones del Sistema Único de Salud (SUS).

Una semana después de la designación al cargo de ministro de Salud, en una entrevista con Página Siete, Pozo confesó que llegó a este puesto gracias a la lucha que hizo desde las bases. Hoy, el profesional promete mejorar el sistema de salud con mayor presupuesto, conseguir algunas de las reivindicaciones del sector y elaborar un plan de trabajo para enfrentar un posible rebrote de la Covid-19. El galeno agradeció además al presidente Luis Arce por poner su confianza en él y por la invitación para formar parte de su gabinete.

¿Usted fue invitado por el presidente Luis Arce para formar parte del nuevo Gobierno? ¿Por qué aceptó la designación como Ministro de Salud?

La primera razón es porque no es lo mismo dar salud desde un ambiente restringido como un hospital, que desde un ambiente extendido a todo el país como es un ministerio.

Una cosa es tener la perspectiva de la salud desde un ambiente laboral restringido como un hospital pequeño y otra cosa es tener una perspectiva nacional desde un ministerio  donde tienes que ver por el bienestar de 11 millones de bolivianos que tienen derecho a la salud.

El segundo motivo es porque pude percibir a lo largo de los años las experiencias no muy gratas de pedir (al Estado) los derechos que nos asiste la ley para tener recursos destinados a luchar contra la enfermedad y la muerte. No tenemos recursos  pese a la existencia de leyes y normas que establecen la designación de dinero.

Específicamente me refiero al SUS (Sistema Único de Salud) que es un logro del Estado y de la población -mediante este seguro se debe y se puede dar salud de la manera más adecuada y sin ningún costo-. Sin embargo, pude observar en los últimos tiempos algunas dificultades técnicas operativas y administrativas en el manejo del SUS por parte del Estado. Ahora que se me invitó para trabajar (en el  cargo de Ministro de Salud), se corregirán todas las dificultades del SUS.

¿Qué se puede mejorar y  qué se debe corregir del SUS?

Se debe hacer cumplir la ley porque no se estaba ejecutando. Le comenté al presidente Luis Arce -a quien además  le agradecí la confianza que depositó en mí- que una de las misiones será hacer cumplir  la ley. (La norma) establece algunas obligaciones que tiene el Estado, que son muy importantes. Una de ellas es la de cumplir con los hospitales de todo el país.

Por otro lado,  está la calidad de la atención al paciente (que se refleja) a través de un buen trato al profesional de salud.

El profesional de salud, me refiero a los médicos, las enfermeras y los técnicos, sufrió el rigor de la pandemia y ofrendó la vida. 160 médicos a nivel nacional  fallecieron en la lucha contra la enfermedad (Covid-19), también murieron (por el virus) más de 300 enfermeras y técnicos. Lastimosamente nadie dijo nada. Perdieron la vida, pero es como si nunca hubieran existido. Ellos dieron todo para luchar contra el virus.

Por eso, el maltrato que se dio al profesional de salud debe cambiar sustancialmente por parte del Estado. Debemos darle condiciones, darle bioseguridad y darle equipamiento para que pueda diagnosticar y tratar mejor a su paciente.

Y no sólo me refiero a la Covid-19, sino a todas las enfermedades en general. Por eso -por supuesto- se reforzará la medicina inicial y primaria que es el área donde una gran parte de las enfermedades se pueden detectar y hacer alarma para no llegar a una fase terminal (de las patologías).

Trabajaremos además en otros requerimientos que irán apareciendo en el periodo corto de este año. Se  van a perfilar en acciones y se espera que en los próximos años (todos los planes) se concreten.

Una de las tareas más urgentes es atender  la pandemia de la Covid-19.  ¿Cuáles serán las medidas urgentes del nuevo plan nacional para luchar contra el coronavirus?

Una de las primeras acciones que haremos (como Gobierno nacional) será: seremos “machacones” con la información. Debemos informar a la población de lo que se debe y no se debe hacer para evitar la enfermedad porque es muchísimo más barato prevenir que curar.  ¿Cuánto cuesta lavarse las manos?, ¿cuánto cuesta ponerse un barbijo? y  ¿cuánto cuesta estar a distancia de otra persona? No cuesta nada. Pero si no trabajamos en prevención, ¿cuánto cuesta la terapia intensiva en 10 días? Vale miles y miles de bolivianos.

Por eso, la gente tiene que entender que puede evitar la enfermedad con cosas sencillas y a un bajo costo.

Hay que meter esta información a la cabeza (de la población) como el Padre Nuestro. Al parecer, gran parte de la población no entendió esta situación. Por eso, la gente hace su vida de forma normal, lo cual no es así.

¿Bolivia estaría ante la posibilidad de enfrentar un rebrote de la enfermedad de la Covid-19?

Puede que venga (el rebrote), ojalá que no se muestre como en otros países y  ojalá sepamos enfrentar la enfermedad con simplemente prevención.

¿Cómo se enfrentará una posible segunda ola? ¿Se está elaborando un plan de trabajo?

Estamos trabajando en ello.

¿Se mantendrá el trabajo con  los COED (Centros de Operaciones de Emergencia Departamental) y la coordinación con los Sedes (Servicios Departamentales de Salud)?

Sí, es importante coordinar las acciones con la sociedad civil. Es importante mantener esa coordinación, solamente que la haremos más dinámica. (Hasta ahora) era muy aparatosa, muy lenta y muy tortuga. Queremos (que esta coordinación) pueda ser más  simple y más rápida en tomar acciones. Así no estar dando vueltas para tomar alguna determinación.

En los ocho meses de pandemia, diferentes sectores criticaron a los COED e incluso al Comité Científico por la falta de participación de epidemiólogos. ¿Ahora se perfila incluir a este tipo de profesionales?

Sí, por lo menos en el Ministerio de Salud estoy generando la selección de un equipo de epidemiólogos para no depender de uno o de dos. Debe ser un equipo importante de cinco o seis epidemiólogos de alta trayectoria, reconocida capacidad y experiencia para trabajar con base en todos sus conocimientos. Se sabe que dos o tres cabezas piensan mejor que una. Ese equipo para mí es fundamental y estamos en plan de conformar este grupo especializado.

¿Para cuándo se pretende contar con este equipo de especialistas e iniciar el trabajo?

El equipo de epidemiólogos se terminará de formar en una semana más. No existen epidemiólogos para escoger. Hay disponibilidad muy escasa de recursos humanos, nos está costando encontrar (los especialistas), pero lo haremos.

En los ocho meses de pandemia, una de las tareas urgentes y pendientes es la instalación de camas de terapia intensiva. ¿Qué plan se ejecutará para mejorar este requerimiento?

(Una UTI es muy necesaria para) la parte terminal de cualquier enfermedad. Así como para la Covid-19, un infarto terminal, una enfermedad de Chagas y  un cáncer terminal  requieren terapia intensiva.

El país no está preparado para tratar con  solvencia las enfermedades de preemergencia en salud, como  las emergencias sanitarias de la terapia intensiva. Tenemos muy pocas camas, muy poco material y equipos insuficientes. Lo peor es que  (el anterior  gobierno de Añez) distribuyó equipos en todo el país en condiciones inadecuadas que no correspondían a las terapias intensivas. Eso corregiremos también.

¿Cómo se reorientará el plan de vacunación, en especial el acceso a la vacuna contra la Covid-19?

Primero, esperamos que los países que están encargados de la producción de esta misión  hagan la distribución correspondiente en el mundo, nosotros somos parte de ese mundo. Veremos que esta gestión de prevención sea positiva y evite la enfermedad de manera definitiva hasta la llegada de la vacuna.

Varios médicos vieron su designación al mando  del Ministerio de Salud como una señal de esperanza porque indicaron que usted conoce la realidad de sus colegas y del mismo complejo hospitalario de Miraflores. Incluso usted fue parte de la lucha del sector. ¿Qué dice al respecto y ahora qué medidas urgentes tomará respecto a las reivindicaciones del área médica?

Si  yo  he llegado a donde estoy es porque he trabajado muchísimos años en el lugar de la lucha contra la muerte en los hospitales, entonces sé de lo que se trata. Cuando uno tiene la vivencia de estar en esos lugares de trabajo y de lucha, tiene mejor perspectiva sobre qué hacer y cómo hacerlo. A eso  se llama experiencia hospitalaria, tengo más de 30 años de experiencia hospitalaria. Entonces conozco la figura, de tal suerte que no hay temor en tomar algunas determinaciones, como  las reivindicaciones (del sector de salud).

¿Qué hará respecto a las reivindicaciones del sector de salud y médico?

Tenemos que sentarnos entre todos para encontrar un mecanismo de entendimiento y  no de confrontación. En absoluto, (el encuentro) tiene que ser de entendimiento, todos tendremos que dar algo para que ese objetivo se pueda lograr.

La inclusión a la Ley General del Trabajo fue una de las principales luchas del sector. ¿Qué se hará al respecto?

Eso es un objetivo del sector público, no de todos los médicos.  Evidentemente es una necesidad para equilibrar distancias horrorosas entre lo que significa el trato a un profesional  de la seguridad social y al del público, tanto médicos, enfermeras como  técnicos.

La vida hizo que en nuestro país existan médicos de primera y segunda clase, eso es lo que tenemos que corregir.

En los últimos días, usted mencionó que apoyará la designación de un  10% para salud. ¿Usted se reafirma en esa posición?

Tenemos que dialogar con los médicos porque yo estoy hablando de mejorar las condiciones generales del médico, relacionadas directa o indirectamente  con una posibilidad de ingresar bajo las normas de la Ley General del Trabajo. Eso significa una gran, gran inversión de recursos financieros, una muy grande inversión. Y por otro lado también requiere inversión el aumentar el presupuesto.

Por eso, tenemos que ser equilibrados. No por ser apurados y querer contentar a todos. Luego no (podríamos) cumplir y yo podría fracasar.

No he subido a tener  una responsabilidad ministerial para fracasar. Yo quiero tener éxito junto a mis colegas, a mis enfermeras, a mis técnicos y a mis colegas médicos. Así que hay que dialogar con absoluta franqueza.

Usted anunció que se reconstruirá el sistema de salud en Bolivia. ¿Cuáles fueron las principales observaciones respecto a la atención del área de salud en los 14 años de gestión del expresidente Evo Morales y en casi un año del gobierno de transición de la exmandataria Jeanine Añez?

Puedo decir que hemos sufrido mucho el último año.  El Estado no cumplía con la obligación de la ley. No cumplía la ley  elaborada por el propio Estado. Esa es una cosa que corregiremos, buscaremos cumplir la ley.

Luego, lo que le decía, queremos un mejor trato al profesional, una mejor dotación de medicamentos y   protección de bioseguridad,  entre otros aspectos que son parte del SUS, que incorpora -por ejemplo- a la Covid-19.

Por eso, si se implementa bien la ley -que venga de cualquier enfermedad infecciosa o viral-  igual tenemos que estar preparados, eso significa también un sinceramiento entre el Estado y los operadores que están en el lugar de la lucha diaria.

¿Buscará algún acercamiento con el Colegio Médico, de hecho usted era parte del sector?

Pero por supuesto que así será. Si es  mi Colegio, ¿cómo no me voy a sentar con mis colegas del Colegio Médico? Eso sí, sin ningún interés que no sea exclusivamente el de la salud,  aquí no corre ningún tema de  orden político.  Tampoco voy a permitir que con pretexto de una reivindicación, se empiece a generar tensiones de orden político, eso no. Voy a proponer un diálogo absolutamente sincero y netamente propositivo.

Hoja de  vida

  • Vida Nació en La Paz.
  • Estudio Se formó como médico general en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).
  • Posgrado Hizo la especialidad de Cardiología en el Hospital del Tórax. Estudió después en la Universidad Católica de Chile y en la Fundación Favaloro de Buenos Aires (Argentina), donde se capacitó por cuatro años. Se formó también en España y  Chile, además perfeccionó sus conocimientos en México.
  • Reconocimiento Fue nombrado como Médico Honoris Causa en  México en 2018.
  • Trayectoria Fue director del Instituto Nacional del Tórax  que forma parte del complejo hospitalario de Miraflores. Es miembro de la Sociedad Boliviana de Cardiología y de la Sociedad Latinoamericana de Cardiología Intervencionista y de otras instituciones de salud.

Pozo, un paceño que ama la Medicina y es  creyente en Dios

El cardiólogo y nuevo ministro de Salud  Édgar Pozo  se califica como un paceño que ama la Medicina  y un creyente en Dios. “Soy un boliviano que ha trabajado en lo que más le gusta hacer, en lo que Dios me ha dado la oportunidad de hacer: la Medicina”, dijo el flamante titular del Ministerio de Salud, en una entrevista con Página Siete.

Tiene el reto de mejorar el sistema de salud, ya que se encuentra en uno de sus peores momentos.

El especialista tiene una trayectoria intachable como profesional. Fue nombrado como Médico Honoris Causa en México.

Hasta hace poco, Pozo se encargaba de la dirección del Instituto Nacional del Tórax -establecimiento que forma parte del complejo hospitalario de Miraflores de La Paz-. En reiteradas oportunidades, el profesional salió al frente para luchar por las necesidades de los centros de salud. Dio además la cara y se enfrentó a los anteriores gobiernos para exigir el mejoramiento del sistema de salud público. “Me gusta luchar contra la enfermedad, contra la muerte”, dijo el profesional que hace poco también dio pelea  en primera línea a la pandemia.

En los meses pico del virus, Pozo y el personal médico del Hospital del Tórax lucharon contra la Covid-19 que ingresó a este establecimiento y afectó a más de 150 profesionales.

Pozo es padre, abuelo y esposo.  “(Soy un ser humano) común y corriente”, dijo y aseguró que “es un ciudadano que trata de vivir la vida”.

El cardiólogo aseguró además  que es una persona que “cree mucho en Dios” y que con los años de experiencia  laboral fue buscando el bienestar de la población.