El Sistema de Naciones Unidas en Bolivia (ONU Bolivia) advirtió ayer que someter a una niña a un embarazo forzado es una “tortura” e instó a las autoridades del Gobierno a intensificar los esfuerzos para la protección de los derechos de las menores víctimas de violencia sexual y de gestaciones forzadas. Esto en el marco del caso de la niña violada y embarazada en Yapacani, que está generando protestas y debates en el país por la intervención de la Iglesia católica, que decidió acoger a la menor y fomentar la continuidad de su gestación.
En tanto, la defensora del pueblo, Nadia Cruz, anunció ayer la presentación de acciones legales en los ámbitos nacional e internacional con la finalidad de “salvaguardar la vida, dignidad e integridad” de la niña violada y embarazada. Cruz explicó que las acciones planteadas abarcan una acción de libertad y una solicitud de medidas cautelares en contra de las defensorías de la Niñez y Adolescencia de Yapacaní, del hospital Percy Boland, así como en contra del Arzobispado.
Solicitará además a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que se apliquen medidas cautelares en contra del Estado boliviano, tomando en cuenta que la niña de 11 años de edad en situación de embarazo ya constituye un hecho grave, de acuerdo con lo que reconoce el mismo sistema interamericano.
Acerca del hecho
El hecho fue denunciado en el municipio de Yapacaní, en el departamento de Santa Cruz, donde la menor de 11 años a punto de cumplir 22 semanas de gestación vivía junto a su abuelastro, de 61 años, quien es acusado del vejamen. Según informe preliminar, la víctima sufría agresión mientras los padres se encontraban de viaje por motivos de trabajo.
La niña fue dada de alta de la maternidad Percy Boland y la familia ratificó que continuará con el proceso de gestación con el respaldo de la iglesia católica que comunicó que asesora a los familiares y acogerá a la menor. Varias instituciones se pronunciaron a favor y en contra.
Al respecto, mediante un comunicado, la ONU hizo un llamado “urgente” a intensificar los esfuerzos para la protección de los derechos de las niñas víctimas de violencia sexual y de embarazos forzado, manifestaciones extremas de violencia por motivos de género.
Asimismo, manifestó que “someter a una niña a un embarazo forzado está calificado como tortura”.
El Comité para la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer (Cedaw), en la recomendación general 35, señala que la vulneración del derecho a la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y niñas, como la continuación forzada del embarazo, son “formas de violencia por razón de género que, según las circunstancias, pueden constituir tortura o trato cruel, inhumano o degradante”. Así también, el Comité Contra la Tortura en reiteradas oportunidades ha establecido que la prohibición de la interrupción del embarazo puede constituir tortura o maltrato porque pone a las mujeres en riesgo de mortalidad materna evitable, reportó el organismo.
Niñas, no madres
La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, condenó el accionar en este caso. “Las niñas son niñas, no son madres, por lo tanto, condenamos esta acción y consideramos que desde todas las instancias de la sociedad deberíamos condenar de manera rotunda a los violadores”, dijo.
La Defensoría del Pueblo anunció que el caso será llevado al Sistema Interamericano de Derechos Humanos por tratarse de una “grave vulneración de derechos humanos”.
La Iglesia católica considera que el aborto es un delito, en medio de la polémica. Sin embargo, en Bolivia, la Sentencia Constitucional Plurinacional 0206/2014 establece que la mujer y la niña podrán, como una opción, acceder a la interrupción legal del embarazo en caso de violación, incesto, estupro y cuando su vida o salud esté en riesgo.
Protesta
Colectivos de mujeres se apostaron anoche en puertas de las oficinas de la Conferencia Episcopal de Bolivia, en la calle Potosí de la ciudad de La Paz, para protestar por la intervención de la Iglesia, que se opone al cumplimiento de una sentencia constitucional.
Preocupan cifras de embarazos
En Bolivia se registraron en promedio seis embarazos por día en menores de 15 años en la gestión 2020 reportó Erbol.
El oficial de Proyectos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), Rolando Encínas, indicó que, según datos oficiales del Sistema Nacional de Información en Salud, en 2020 se registraron 39.999 embarazos en adolescentes, aunque aclaró que esta cifra incluye sólo a quienes se realizaron controles prenatales, por lo cual habría un subregistro. De esa cifra, 2.170 embarazos se reportaron en menores de 15 años, haciendo un promedio de seis por día. En tanto, se registran 104 embarazos por día en adolescentes de 15 a 19 años.