Keith Richards: “con las drogas me resultaba más fácil enfrentarme a la gente”

Por Perfil
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Llegó a la música de la mano de su abuelo y, con Mick Jagger, fundó la banda de rock británico más famosa y perdurable de la historia. Su adicción a las drogas lo llevó varias veces a Tribunales e incluso a prisión. Sin embargo, ataja todas las críticas, sigue vital e inspirado a sus 78 años. Ha declarado que “no quería ser estrella pop”.

En diciembre de 1943 nacía, en el Hospital Livingston en Dartford, Kent, Inglaterra, Keith Richards, el legendario guitarrista de la banda The Rolling Stones.

El pasado 18 de este mes Keith cumplió 78 años, con una larga carrera también como cantante y compositor, y mundialmente conocido por ser el fundador de la banda británica, junto con Mick Jagger. Ambos lograron la sociedad más duradera de la historia del rock.

Un poco de historia

Hijo único de Bertrand Richards y Doris Dupree, su abuelo materno, Augusto Theodore Dupree, recorrió Gran Bretaña con una banda de jazz llamada Gus Dupree y sus muchachos. El abuelo, por tanto, fue el encargado de incentivar en Keith Richards el interés por la música.

Durante su adolescencia asistió a la Wentworth Country Primary School, en la que, al igual que en su vecindario, coincidió con Mick Jagger hasta mudarse en 1954. Desde entonces asistió a la Dartford Technical School, hastaque lo expulsaron y se trasladó a Sidcup, municipio de Bexley, Londres, para estudiar en la Sidcup Art College, escuela de arte que Keith Richards describió como “una especie de taller de guitarra”.

Allí Keith Richards desarrolló su técnica de guitarrista, además de poder escuchar y aprender de artistas como: Little Walter, Big Bill Broonzy y Chuck Berry. Mientras tanto, en la misma época, conoció a Dick Taylor, primer bajista de Little Boy Blue and the Blue Boys, el germen de lo que luego sería The Rolling Stones.

Para 1960, un encuentro sorpresivo entre Keith Richards y Mick Jagger en una estación de tren de Londres forjó lo que fueron los inicios de una larga amistad, a la que poco tiempo después se sumaría Dick Taylor, ya amigo de ambos, y junto con quien formaron el grupo aficionado “Little Boy Blue and the Blue Boys”.

Keith Richards, estrella en el cielo musical

A mediados de 1962, la vida y los sueños de Richards empezaban a desvanecerse, el divorcio conflictivo de sus padres lo llevó a alejarse de su papá. Su idea de abandonar el Sidcup Art College para dedicarse a la música parecía no tomar forma, tras los pocos productores que querían trabajar con la banda, incluso su amigo Taylor se retiró tras una desastrosa presentación en Londres.

Sin embargo, lo que parecía ir en picada solo tardó unos años más en llegar y con ello la vida de Keith Richards cambió definitivamente. En 1965 el sencillo (I Can’t Get No) Satisfaction, cuya frase característica fue obra del propio Richards, puso a la banda en la escena musical mundial, y se convirtió en su primer éxito global.

Para la década de los 70 la fama y la gloria de The Rolling Stones ya era algo cotidiano, pero para Keith Richars esto significó también una creciente adicción a las drogas por la cual tuvo que concurrir a la justicia en 1967, 1973,  1977 y en 1978 siendo sentenciado incluso a un año de prisión que logró eludir bajo fianza.

Keith Richards, Música, rock

Un rock star con estilo

En 1983 los Stones lanzaron Undercover, luego de un arduo proceso, en gran medida debido a las diferencias artísticas y personales entre Jagger y Richards, las cuales para 1987 se acrecentaron y acabaron finalmente por tomar rumbos separados. Mick Jagger continuó  su carrera como solista y Richards formó la banda X-Pensive Winos.

La vida de Keith Richards ha estado llena de éxitos ya sea como integrante de The Rolling Stones o como solista. Sin embargo, su estrellato en el escenario se desvanece cuando baja de él, por su constante abuso de sustancias tóxicas, motivo de innumerables críticas. El libro Vida, lanzado en el 2010, como la autobiografía del miembro fundador de los Rolling Stones, nace tras su fuerte interés en la historia y la lectura, además del deseo de contar su versión. “Lo crean o no, me acuerdo de todo”, expresó Richards a los medios tras publicar su mediático libro.

Casi tantos años de músico como de vida

Desde su infancia en Inglaterra, su juventud, la formación de la banda con Mick Jagger, el comienzo de The Rolling Stones, las primeras drogas, el exilio fiscal en Francia, el aislamiento y las adicciones, el distanciamiento de Jagger y la posterior reconciliación, hasta sus relaciones sentimentales, Richards cuenta todo con una honestidad particular y extraordinaria.

Acompañado por testimonios de amigos, músicos y estrellas de la talla de Tom Waits o Ron Wood, Keith Richards recuerda todo y sobrevive para contarlo en una de las más proclamadas autobiografías de la historia del rock. “Nunca me gustó ser famoso, y con las drogas me resultaba más fácil enfrentarme a la gente. Lo hacía para no ser una ‘estrella pop’.”