Críticas Bonos: de financiar carreteras y hospitales, a pagar deuda externa

Los Tiempos
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Marcelo Montenegro, ministro economía
Foto: ABI

El Gobierno boliviano pasó de prestarse dinero en tiempo de bonanza para financiar infraestructura vial y hospitales de cuarto nivel a prestarse dinero en época de crisis para pagar deudas. Expertos consultados observan malas decisiones en la administración de recursos.

El Ministerio de Economía informó que se extendió la deuda de los bonos soberanos de 2012 y 2013 para inversión pública y para reactivar la economía; sin embargo, el monto debe pagarse y será más alto en al menos 20 millones de dólares.

“El Gobierno dijo que los nuevos bonos ya no son para infraestructura; son para manejo de pasivos y apoyo presupuestal. Eso es lo que han hecho”, observó el consultor financiero Jorge Dunn.

Cuando las reservas internacionales estaban alrededor de los 14 mil millones de dólares y la renta petrolera superaba los 37 mil millones (entre 2006 y 2019), Bolivia decidió incursionar en los mercados de capitales internacionales.

Así, en 2012 colocó 500 millones de dólares al 4,8 por ciento de interés, y en 2013, el mismo monto al 5,9 por ciento. En ambos casos, el plazo de pago fue de 10 años, por lo que este año y el siguiente Bolivia debe devolver a sus acreedores 1.535 millones de dólares con intereses.

La mayor parte del dinero obtenido con esas emisiones se invirtió en infraestructura vial, de acuerdo a información oficial.

En 2017, el Gobierno volvió a emitir bonos soberanos por mil millones de dólares, monto destinado a hospitales de tercer y cuarto nivel en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Tarija. Este préstamo fue a un interés del 4,5 por ciento. Así, en 2028, Bolivia debe pagar 1.045 millones de dólares.

El economista Napoleón Pacheco cuestionó que en los años de bonanza el Gobierno haya decidido pedir prestado dinero para pagar carreteras, puentes y hospitales, cuando podía hacer uso de recursos internos, en vez de gastarlos en “elefantes azules”.

“No había justificación en adquirir más deuda externa, ni emitir esos bonos, ni endeudarse con organismos multilaterales. Se despilfarró el dinero poniéndolo en elefantes azules, como la planta de urea”, dijo Pacheco.

En época de “vacas gordas” no hubo exploración de más reservas de gas y, por lo tanto, cayeron la producción y el volumen de las exportaciones. Después de la pandemia subieron los precios de las materias primas, pero, sin mayor disponibilidad de éstos por la falta de exploración, no hay beneficios, dijo Pacheco, quien resaltó que no se cumpla las demandas de gas en Brasil y Argentina.

A esto se suma que el Gobierno deba cumplir con el gasto fiscal, la deuda externa y la inversión pública.

Dunn opinó que, entre las razones para la actual situación, en la que el país debe prestarse dinero para pagar sus deudas, se debe a que no se atrajo inversión extranjera, se puso límites a las exportaciones y se elevó el gasto público cuando había bonanza. “Todo esto hace que las reservas internacionales caigan”, agregó.

Las reservas internacionales cayeron a aproximadamente 4.500 millones de dólares, de cuyo monto sólo 1.300 millones son divisas en efectivo. La deuda externa oscila en los 2 mil millones para este año, según Dunn, por lo que el Gobierno “escogió a quiénes pagar más adelante”: los inversores bolivianos.

“Aquí no hay inversión extranjera, entramos al mercado interno a través del mercado internacional”, dijo Dunn.

Por otro lado, Pacheco indicó que los 850 millones de dólares colocados por el Gobierno el pasado jueves están destinados a canjear la deuda con acreedores internos, AFP y bancos bolivianos que sacaron dinero afuera para comprar bonos soberanos bolivianos.

“Seguro los obligaron a comprar de nuevo”, mencionó el especialista. Los Tiempos buscó la posición del Ministerio de Economía, pero no hubo respuesta.

Experto. ” Se debe hacer un ajuste fiscal y sentarse a negociar”

Redacción central

El economista e investigador Napoleón Pacheco dijo que el Gobierno boliviano administró de forma inadecuada los recursos obtenidos en la época de bonanza, y ahora, en un momento de crisis por la baja producción, precios internacionales y la pandemia, debe pagar las consecuencias.

Ante esta situación, él propone un ajuste fiscal “para equilibrar el déficit que actualmente llega al 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB)”, además de acudir a organismos multilaterales por financiamiento y la elevación de las reservas internacionales.

Una de las opciones es el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo del cual en febrero de 2021 se le devolvió en total 351 millones de dólares de un financiamiento adquirido por el Gobierno de Jeanine Áñez a una tasa del 1,1 por ciento. El argumento fue que dicho préstamo venía con condicionantes que ponían en peligro a la economía y soberanía nacional.

Pacheco dijo que se debe subir las reservas con divisas, que al momento llegan a 1.300 millones de dólares, y no sólo con Derechos Especiales de Giro (DEG).

“Para que suceda eso, el Gobierno debe tomar medidas para enfrentar los problemas como el déficit fiscal, el déficit externo, el servicio de la deuda, y para eso debe sentarse y negociar. Pero sabemos que hay ceguera política y es muy difícil que lo haga el Gobierno”, agregó.