¿Qué hay detrás del recorte de gas ruso para Europa?

France 24
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Foto: Spasiyana Sergieva | Reuters

Moscú sancionó a las filiales europeas de la empresa estatal Gazprom, un día después de que Ucrania interrumpiera una importante ruta de tránsito de gas, aumentando las presiones sobre Europa de conseguir a corto plazo un suministro alternativo gas.

Tras el anuncio, los precios del gas se dispararon. El principal índice de referencia europeo ganó un 12% por las amenazas al suministro de Europa que se hicieron sentir sobre los compradores debido a la gran dependencia de Rusia.

Antes, Moscú cortó el suministro a Bulgaria y Polonia, mientras los países se apresuran a llenar las pocas reservas de gas antes del invierno. Rusia sancionó principalmente a las filiales europeas de Gazprom, que incluye a Gazprom Germania, dedicada al comercio, almacenamiento y transmisión de energía, que el mes pasado Alemania puso bajo administración fiduciaria para intentar garantizar el suministro.

Pero la sanción más relevante de Rusia es hacia el propietario de la parte polaca del gasoducto Yamal-Europa, que lleva el gas ruso a Europa. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que no puede haber relaciones con las empresas afectadas ni pueden participar en el suministro de gas ruso.

Este gasoducto cuenta con una longitud de más de 4.000 kilómetros y parte desde el occidente de Rusia, pasando por Belarús y Polonia, hasta terminar en Fráncfort, Alemania.

Alemania, el principal cliente de Rusia en Europa, aseguró que algunas filiales de Gazprom Germania no estaban recibiendo gas debido a las sanciones. “Gazprom y sus filiales están afectadas”, comentó Robert Habeck, ministro de Economía alemán, durante una intervención en la Cámara Baja del Bundestag. “Esto significa que algunas de las filiales no están recibiendo más gas de Rusia. Pero el mercado ofrece alternativas”, agregó.

La lista de entidades sancionadas por Rusia en respuesta a las sanciones de occidente incluye al mayor almacén de gas de Alemania, situado en Rehden, Baja Sajonia, con 4.000 millones de metros cúbicos de capacidad y operado por Astora, así como Wingas, una comercializadora que suministra a la industria y empresas locales de servicios públicos.

¿Qué busca Putin con estas sanciones?

Putin ordenó pagar en rublos a los que considera “países no amigos”, y es considerada una represalia por las sanciones que han aislado a muchos bancos rusos de las transacciones financieras internacionales y ha generado una salida masiva de empresas en Rusia.

Si bien los motivos económicos para exigir rublos no están claros porque Gazprom ya tiene que vender el 80% de sus ingresos en el extranjero a cambio de rublos, por lo que el impulso a la moneda rusa podría ser mínimo. Otro motivo podría ser político, sobre todo para demostrar a la opinión pública que Rusia puede dictar las condiciones de las exportaciones de gas.

Al exigir los pagos a través de Gazprombank, la medida podría desanimar nuevas sanciones contra ese banco. Si el presidente ruso buscaba un pretexto para dejar fuera a los países que han apoyado a Ucrania, también la decisión podría cumplir esa función.

Simone Tagliapietra, experta en energía y miembro del grupo de reflexión Bruegel en Bruselas, aseguró que “actuando de este modo, Rusia está aprovechando la fragmentación de la Unión Europea: es una estrategia de divide y vencerás… y por eso necesitamos una respuesta coordinada de la Unión Europea”.

Hay descontento en el viejo continente porque muchas empresas europeas sigan comprando energía a Rusia, que entre 2011 y 2020 obtuvo en promedio el 43% de sus ingresos gubernamentales anuales de las ventas de petróleo y gas, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos.

Pero cortar el gas a Europa tampoco beneficia a Rusia, aunque podría vender petróleo por barco a India y China, países que no participan en las sanciones, pero no así con el gas, ya que el sistema de gasoductos desde los principales yacimientos del norte de Rusia, en la península de Yamal, hasta Europa, no se conecta con el gasoducto que lleva a China.

Los analistas de Moody’s dijeron en un reciente estudio que un corte total de energía (gas y petróleo) llevaría a Europa a una recesión económica. Alemania, la mayor economía del continente, sería la más afectada. Según el banco central alemán la economía podría caer hasta en 5 puntos porcentuales.

El grupo de reflexión Bruegel calcula que en Europa faltará entre un 10% y un 15% de la demanda normal para sobrellevar la próxima temporada de calefacción de invierno.

Con AP