Algo inédito pasa en Brasil que no se veía desde la recuperación de la democracia en 1985. Miles de manifestantes exigen a los militares hacerse cargo del Gobierno antes de la posesión de Lula en enero de 2023.
En Brasil, los jefes militares de las tres ramas siguen insinuando que las elecciones del pasado octubre en las que ganó Lula por apenas 1.8 puntos han sido fraudulentas. Empero, los uniformados dicen que son respetuosos de la articulación democrática a nombre de la que permiten que miles de personas pidan que den de una vez por todas un golpe de Estado.
El grueso del electorado que respaldo al presidente Bolsonario no ha dejado de salir en manifestaciones por las calles para exigir que las FFAA tomen el control de la situación antes que el ganador de las elecciones se haga cargo del Gobierno en enero de 2023. Los manifestantes piden a gritos que eviten que Lula da Silva se haga cargo del Gobierno. El expresidente es apuntado por una de las peores crisis de corrupción que se instalaron en Brasil desde la recuperación de la democracia con secuelas en casi todos los países de la región donde operaron empresarios respaldados por la fragilidad del esquema corrupto del Mensalao y Lava Jato.
Los manifestantes recuerdan a diario en las calles frente a los cuarteles que un Lula operó junto a un grupo de empresarios que con su aval viajaron en jets privados por todos los países entonces conectados por la misma ideología “de izquierda” ostentando comisiones millonarias a cambio de permitirles construir obras de ingeniería millonarias.
La gente que es simpatizante de Jair Bolsonaro permanece en las calles de las principales capitales del país instalada frente a los cuarteles en vigilia rogando que se interpongan para evitar traspasar el mando a Lula. Sugieren que los militares retornen después de 40 años en los que permanecieron en los cuarteles.
El grado de descomposición social es evidente.
Las declaraciones de Petro
A todo esto, el presidente de Colombia Gustavo Petro que acaba de cumplir 100 días al mando de su país en una entrevista con el diario El País de España ha manifestado algo que mantiene en vilo a la mitad del electorado que no cree en el sistema democrático que los mandatarios de izquierda defienden a capa y espada, incluso si tuvieran que mentir como tomarse un vaso de agua. Petro dice: “Si uno mira los últimos triunfos electorales, el de Boric, el de Lula, el mío, hay un cambio en América Latina. Es el triunfo de grandes frentes democráticos, es la izquierda frente al fascismo. Rechazar la democracia liberal lleva hacia dictaduras y autoritarismos como se vienen presentando en algunos países de América Latina”.
Justamente frases como estas son porque la gente duda de sus palabras.