El futbolista de la selección brasileña de fútbol la tiene cada vez más complicado en el juicio por la violación de una joven de 23 años en una discoteca de Barcelona el pasado diciembre de 2022.
Alves ha quedado mal parado en todas sus declaraciones del proceso porque en casi todas ellas ha mentido. Esta aseveración se basa en los informes presentados por la Fiscalía tras la investigación que sigue en curso por violación, mientras se define la situación judicial del brasileño que permanece detenido desde el 20 de enero en un módulo para agresores sexuales de la cárcel de Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires, a unos 40 kilómetros de Barcelona.
Las tres víctimas han declarado a la fiscal que lleva el caso que sufrieron agresiones sexuales como el tocamiento a la vagina de una de ellas o el rodeo a la otra con los brazos por la cintura, que lo ha descrito al futbolista como “un baboso”. Las tres chicas entraron juntas a la discoteca Sutton poco antes de las 02:00 h. y fueron invitadas por unos amigos mexicanos a la zona VIP. Allí, un camarero ―que también ha declarado el pasado viernes como testigo― les indicó se acercaran a la mesa donde se encontraba Dani Alves.
Las dos testigos estaban apartadas de la víctima cuando Alves la invitó a acompañarla al baño. Ninguna de las tres sabía, en realidad, que había un lavabo detrás de la puerta. Según la denuncia, el futbolista le invitó a cruzar la puerta. Lo ocurrido en el lavabo duró 16 minutos, según recoge el auto judicial que ordenó el ingreso en prisión de Alves, y no cuatro como había manifestado él. Allí es donde, presuntamente, se produjo la violación, acompañada, además, según la denuncia, de golpes y violencia.
El portero y el camarero de la disco también han declarado como testigos. Han revelado, entre otras cosas, cómo se activó el protocolo. Uno de los camareros ha ratificado que Alves les indicó que invitara a las chicas a acercarse a su mesa, un extremo que el jugador del Barça había negado. En su declaración ante la jueza del 20 de enero, el internacional brasileño dio hasta tres versiones de lo ocurrido y solo al final contó que la víctima le había practicado una felación en los baños del reservado. Ella, sin embargo, declaró que fue víctima de una penetración vaginal con violencia. Los restos biológicos ―como el semen hallado en su cuerpo― y el parte médico del Hospital Clínico ―donde fue atendida― apuntan también en esa dirección.
La Audiencia de Barcelona debe decidir en los próximos días si admite el recurso de la defensa del deportista.