Reproducimos la entrevista con la destacada periodista y escritora argentina, Leila Guerriero, en el marco del undécimo Festival Gabo en Bogotá.
Varios son los temas que el Festival Gabo ha puesto sobre la mesa para su edición número 11. Desde inteligencia artificial, censura y representación de minorías, hasta periodismo sonoro, de salud, ambiental y de territorio.
Al respecto, en Bogotá, Leila Guerriero, que es toda ella periodismo, conversó con Infobae Leamos. Como el encuentro fue corto, las respuestas también lo son, pero viniendo de ella, parecen todas clases magistrales.
Periodista, escritora, editora, tallerista y miembro del Consejo Rector del Premio Gabo, Leila Guerriero es una de las figuras más destacadas del periodismo iberoamericano de los últimos tiempos. Sus reflexiones son una suerte de faro para los más jóvenes. Aquí, sus respuestas:
¿Cómo se hace uno periodista?
Supongo que por las convicciones.
¿Y cómo se hizo usted periodista?
No tengo la menor idea (jajajajajaja)
Cuando hago la pregunta, hay quienes tienen todo un texto elaborado sobre sus búsquedas intelectuales y sus inquietudes en la infancia. No sé si creerles tanto.
Mejor no. Seguro lo sacaron de algún manual.
Ya que rompimos el hielo… Hablemos de la IA. ¿Se convertirá en una bomba atómica para los periodistas?
Me parece que es demasiado pronto para hacer pronósticos. Ha sido muy reciente este asunto, así como vertiginoso, mucho más que las redes sociales cuando surgieron. Así pues, no tengo una opinión formada al respecto, pero sí puedo decir que, en este sentido, el buen periodismo lo seguiremos haciendo personas. Quiero creer que será así. La inteligencia artificial, como internet en su momento, puede ayudar muchísimo en algunas cuestiones que tienen que ver con recopilación de información en la etapa de la reportería, por ejemplo, pero más allá de lo que termine sucediendo o no, nunca defenderé que una máquina sea un mejor autor que un ser humano. Tal vez cambié de opinión, no sé. El otro día leía un artículo y se hacía la pregunta de si siempre el Premio Nobel habrán de ganarlo los humanos. Mi primera reacción fue pensar que sí, ojalá que sí, pero es todo muy vertiginoso y, en realidad, no sabemos qué es lo que pueda suceder.
Y si no es la IA, siempre habrá algo que ponga a tambalear el suelo. ¿De qué manera evalúa el curso actual del periodismo?
El periodismo siempre está en crisis, como desafiándose a sí mismo. No es una mala manera, tampoco, de ir hacia adelante y producir cosas nuevas. Sin embargo, las nuevas cosas que se están produciendo no son las que deberían. Me explico, el buen periodismo de toda la vida es el que nos sostiene, pero sí es cierto que hay un problema serio en las salas de redacción, y es que ya no son necesarias tantas manos como antes. Ya no se sale a reportear de la misma manera, es todo cuestión de repetición. Esto se intensificó durante la pandemia y creo que ahorita con la inteligencia artificial podría dispararse. De repente, los quince redactores que estaban en sala ya no serán necesarios. Además de esto, las condiciones de precariedad no disminuyen, siguen bajando los salarios, los freelancers no tienen garantías, los periodistas en las redacciones ya no hacen verdadero periodismo, porque el trabajo es casi automático, y los que sí hacen periodismo son amenazados, no tienen respaldo por parte de los gobiernos y se le da fuerza a esta idea de que el periodismo es el enemigo público número uno, etcétera. Creo que en medio de este escenario complejo el desafío principal es seguir haciéndolo bien, hacer cosas sólidas, contundentes. Me parece que, contra todo lo demás, contra la inteligencia artificial, contra la precariedad, contra la inmediatez, el periodismo tiene que estar demostrando siempre que lo que prima es la calidad y no la prisa.
Hay prácticas en las salas de redacción que parecerían no tener fundamento. Al estar siempre a merced de la inmediatez, los periodistas hemos dejado de lado ciertos géneros, o los hemos malinterpretado. ¿Por qué parece que el perfil y la crónica son géneros sentenciados a la reducción de lo inmediato? ¿Cómo se escribe un buen perfil bajo presión?
El perfil no es algo que se pueda hacer de una hora para otra. Es algo que exige muchísimo, tanto del perfilador como del perfilado. Es un género que requiere tiempo, que requiere que uno esté no solamente con la persona, sino con otras que lo han conocido, que lo celebren, que lo critiquen, y luego hablar con el propio perfilado, hablar sobre su vida, hablar sobre su obra. Esto es algo que puede llevar meses, incluso años. Lo que vemos en los medios, cuando se hace sobre la marcha, no son perfiles, sino aproximaciones biográficas que surgen del día a día, o porque se murió el personaje, o porque se ganó algo, o le sucedió determinada cosa. No se puede hacer un perfil de esa manera. Es como si quisieras aprender a tocar el piano en cinco minutos, no se puede. Me parece, entonces, que existe una confusión por parte de los editores con los conceptos, porque les exigen a los periodistas hacer cosas en el día a día que no corresponden a las bases de lo que ellos hacen, y el perfil y la crónica tienen sus propias bases.
Si la IA no nos acaba, podría hacernos la competencia. ¿De qué manera podríamos lidiar contra ella y contra las Fake News en estos días? No tanto como periodistas, sino como lectores.
Los lectores deben tener un criterio propio y la capacidad, o siquiera la disposición, de entender diversas cosas. Primero, de dónde viene esa noticia, porque no es lo mismo leerla en un periódico o en un portal que leerla en el murio de Facebook; segundo, tener la cantidad de información necesaria para evaluar su verosimilitud. A veces, la gente, simplemente, cree lo que quiere creer. Cuanta más diversidad de información tienes en tu cabeza, cuanto más claras tienes las líneas de los medios, mejor podés evaluar si una noticia es verdadera o falsa.