“Debemos trabajar en bloque para salir de la crisis”
El intercambio comercial y los programas que desarrolla el gobierno de Francia en materia de energía y medio ambiente son fundamentales en la agenda con Bolivia. La representante diplomática de Francia asegura que el mundo atraviesa varias crisis que hay que enfrentarlas con unidad y solidaridad.
La embajadora de Francia en Bolivia Hélène Roos tiene varios frentes de acción en marcha. La misión diplomática está presente en el país desde 1834 -nueve años después de la independencia de 1825-, tiempo en el que se ha consolidado una larga historia de amistad. La actual jefa de la misión francesa es activa e inquieta. Salta del sillón de terciopelo cuando le consultamos sobre la historia de las relaciones franco bolivianas y se desliza con rapidez para enseñar el manuscrito del primer nombramiento firmado por el rey Philippe.
Con la misma agilidad desenfunda un pesado libro de la historia del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia que en el lomo lleva escrito Le Quai D´orsay (edificio donde funciona la cancillería a orillas del Sena, la ribera del río cerca de la antigua estación de trenes y actual museo impresionista). Enseña las páginas brillosas con ilustraciones de gran tamaño. Se detiene en la Sala de Relojes donde dice se firmó el acta de creación de la Unión Europea (UE).
El diálogo coincide con una ola de disturbios que se registran en París por el asesinato de Nahel (17), cuando dos policías lo detuvieron para un control de tráfico. Su fuga derivó en una tragedia. El presidente Macron afirmó que “la violencia descontrolada alentada en las redes sociales no ayuda a generar un clima de tranquilidad”. La embajadora cierra el capítulo. Afirma que vivimos tiempos difíciles que hay que enfrentar con solidaridad, palabra que se escuchará varias veces en la entrevista en la que abordamos el enorme poder de las plataformas digitales, la guerra en Europa; la integración comercial con Bolivia, litio, un programa que paga “precio justo” para la producción de café de altura en La Asunta de Los Yungas y de los Juegos Olímpicos que el próximo año se celebrarán en París.
¿Cuál es la posesión de su Gobierno sobre la postura dominante que ejercen las plataformas tecnológicas?
Francia ha tenido una posición muy fuerte en favor de la regulación de las plataformas digitales cuando ocupó la presidencia de la Comisión de la UE con normativas clave como el Digital Services Act (DSA) y Digital Markets Act (DMA), pero tampoco debemos ignorar que se debe trabajar con ellas. La DSA permitirá a las plataformas hacer frente a sus responsabilidades en materia de distribución de contenidos y productos. Igualmente el Parlamento Europeo adoptó la Ley de Mercados Digitales (DMA). ´Viginum´ es el servicio técnico y operativo del Estado encargado de la vigilancia y protección contra las interferencias digitales extranjeras. Hay por supuesto la necesidad de valorizar al periodismo profesional para que los ciudadanos accedan a información verificada. Existe el reto de luchar contra la desinformación. Estamos convencidos de que apoyando al periodismo profesional podemos garantizar la democracia.
¿Cuál es la evaluación de su gobierno en torno a la magnitud de la guerra en Europa que afecta la economía, el comercio mundial, el suministro de energía y el incremento de las necesidades de la población?
Debemos decir que la agresión rusa sobre Ucrania es una tragedia para todo el mundo; para Europa porque el proyecto europeo se estaba construyendo por la paz después de la Segunda Guerra Mundial. Como presidente de la Comisión de la UE, Francia abogó por la unidad con firmeza y una reacción muy importante de solidaridad contra la guerra. Una de las iniciativas de Francia junto a sus socios europeos ha sido luchar con medidas de apoyo en materia económica y para combatir la inflación de los alimentos. En general, estamos convencidos de que vivimos en permanentes crisis y debemos trabajar juntos para encontrar puntos de convergencia en bloque para salir adelante. Francia está muy comprometida con la solidaridad internacional. Hace pocos días por iniciativa del presidente Macron se realizó en París una Cumbre por el Nuevo Pacto Económico para construir de manera general una forma de solidaridad contra la pobreza y la transición ecológica.
Francia es sede en 2024 de los Juegos Olímpicos ¿es un desafió organizarlos en una época de crisis de seguridad y transición?
Para nosotros es un reto y un honor que París acoja de aquí a un año los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos. Es la primera vez después de un siglo que Francia organiza las olimpiadas en los tiempos modernos; tenemos una gran esperanza porque en un mundo en crisis es necesaria la solidaridad, hablar del futuro, tolerancia, inclusión y paz, sin ocultar nuestros problemas. Se trata de una dinámica enorme, nuestra ambición es que sean los juegos más sostenibles de la historia para la transición energética y social, ya que la Villa Olímpica será transformada en un plan de vivienda social. Nuestro desafió es que los JJOO tengan un mensaje para la juventud que tiene un lugar muy importante; valorizar el futuro de nuestro planeta, la lucha contra el cambio climático y para luchar contra la pobreza.
La embajadora hace una pausa para disfrutar un anuncio que la alienta. Dice que la integración de los tiempos modernos son una gran oportunidad para presentar nuevas asignaturas a las disciplinas tradicionales de los JJOO. Destaca el apoyo de la misión que encabeza en la formación de jóvenes bolivianos para impulsar el break dance que será disciplina olímpica en París 2024; y que existen grandes posibilidades de que un equipo boliviano sea parte de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles (EEUU)
¿Cuáles son los campos de la relación y dónde se asientan los pilares de la cooperación con Bolivia?
Tenemos buenas relaciones con Bolivia, hablamos de todo, es un placer trabajar aquí porque hay una diversidad de factores y niveles de cooperación en diferentes ámbitos, el tema es como priorizar cada uno de ellos. Estamos muy comprometidos con el medio ambiente, tenemos lo que llamo el ´equipo Francia´; los operadores estatales que están presentes como es el caso de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) que este año otorgó un préstamo presupuestario a Bolivia para acompañar sus políticas públicas en el campo de la transición energética. La AFD está muy comprometida con programas de saneamiento. Lo mismo el Instituto por la Investigación para el Desarrollo que junto a la AFD están en Bolivia hace más de 50 años y las Alianzas Francesas hace 70.
El año pasado el viceministro de Comercio Exterior boliviano se encontró con su homólogo en París y juntos han presentado el Primer Diálogo Económico de Alto Nivel entre los dos países, estamos trabajando una hoja de ruta bilateral para impulsar el intercambio económico y redinamizar los lazos económicos entre nuestros países, comprometidos en mitigar los efectos de las crisis en el mundo.
¿En qué áreas se está trabajando?
Energía, movilidad urbana, salud, promoción comercial y desarrollo rural. Todas muy importantes. Debemos hablar de las cosas que funcionan y una de ellas es el proyecto de ´comercio justo´ que desarrollamos entre los gobiernos de Francia y Bolivia con apoyo de la UNDCP –la agencia de las Naciones Unidas para luchar contra las drogas- en el marco del programa alternativo de sustitución de cultivos de coca en La Asunta de Los Yungas. A través de este programa impulsamos la producción de café de altura que es comprado a los productores locales por el grupo francés Malongo y comercializado directamente en Francia. El programa es un circulo virtuoso que está creciendo cada vez más con acceso directo a mercados para que los productores de café vivan de manera digna.
¿A cuántas personas beneficia este programa?
El proyecto apunta beneficiar a 500 productores locales, que deberían ser capaces de producir y exportar unas 400 toneladas de café en grano al año. Malongo se hace cargo de toda la cadena de producción, tanto financiera como técnicamente, así como de la logística y la cadena comercial. El primer contenedor de café del Programa Café contra la Coca se exportó en febrero de 2021.
La pandemia ha dejado varias secuelas muchas aun en marcha, ¿qué programas existen en materia de salud un área en la que Bolivia es deficitaria?
Hay diferentes programas en curso; durante la pandemia Francia estuvo activa en el sistema Covax por la que entregamos vacunas a Bolivia, al margen de este compromiso, estamos promoviendo un intercambio de conocimiento de profesionales de Francia para realizar acciones comunes de proyectos que se pueden desarrollar en conjunto y contribuir para la salud de los bolivianos. La hoja de ruta es un marco institucional de diálogo que puede favorecer en otros ámbitos como el farmacéutico, la construcción de hospitales en el marco de sus especificaciones de licitación para que los actores económicos conozcan e identifiquen sus prioridades.
La UE está promoviendo unión en la región para no perder posicionamiento de negocios sobre la explotación de litio, por ejemplo.
Bolivia va a ser un actor central en la producción de litio, tenemos diferentes discusiones con actores en este ámbito respetando la soberanía de Bolivia por supuesto, lo que decimos siempre es que Francia tiene experiencia en la cadena de valor en la explotación, transformación e investigación sobre las formas de producción del litio. Algunas empresas francesas han estado en Bolivia para hablar como posibles socios. La oficina para la investigación de los subsuelos tiene experiencia en el tratamiento del agua en materia de la explotación de metales raros. Hay posibilidades, experiencia y estamos abiertos.
El agregado comercial de la embajada Hugo Milcent presente en la entrevista agrega que “en los años 80 Francia participó en la cuantificación de las reservas de litio en Bolivia y en 2015 en la elaboración de una planta de cátodos para la transición energética.
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