Un candidato o alguien que quiera ser presidente de la primera potencia (aunque es posible que este dato este cambiando) no estaría tan seguro de advertir algunos riesgos que corre su país con tanta elocuencia como lo ha venido haciendo el del jopo amarillo.
Donald Trump no se ha reservado palabras para descalificar a la administración del presidente Biden. Es lógico creer que, en un año tan dramático para el futuro de los Estados Unidos (con elecciones en noviembre), el expresidente haya abierto fuego cruzado (¿?); podría provocar un efecto boomerang; aunque Trump parece muy seguro de sí mismo. Las piezas acomodadas como están parecen explotar en las manos del presidente Biden, más que en las de su contrincante (casi seguro adversario que no ha parado de ganar en las primarias republicanas por paliza ya en tres estados), que lo envalentona. Trump sabe que se las está jugando y ha demostrado que tiene aire para dar pelea.
En menos de dos semanas ha jugado un ajedrez de alto riesgo. Su primera movida en el tablero ha sido sacar a jugar a la reina. El del jopo amarillo ha advertido enfrentamientos (Putin le ha dicho a Carlson) que “EEUU se está autodestruyendo” (una amiga lectora de dat0s que ha leído la entrevista pregunta si no es al revés); en la frontera Sur donde los indocumentados la vencen a un ritmo desenfrenado (reportes hablan de un crecimiento del 1.000% con cifras del año pasado).
El gobernador de Texas, el estado más afectados, invocó correctamente la cláusula de “invasión” ante la crisis en la frontera. “Joe Biden –ha señalado Trump- está entregado nuestra frontera, ayudando e instigando una invasión masiva de millones de inmigrantes ilegales”. El republicano no se detiene ahí, sigue: “En lugar de luchar para proteger a nuestro país de este ataque, Biden, increíblemente está luchando para atar las manos del gobernador del estado de Texas (el republicano Greg Abbott) buscando que la invasión continúe sin control”. No se puede pasar por alto que la Corte Suprema de Justicia concedió (el 22 de enero pasado) permiso a los funcionarios federales para cortar el alambre de púas extendido a lo largo de la frontera dando la razón al gobierno en un recurso de emergencia.
La decisión causó indignación en muchos texanos y el gobernador Abbott ha dicho que la orden no le impedirá agregar más de la polémica barrera de púas.
Si la amiga que nos escribe aun duda del riesgo de enfrentamientos basta revisar archivos del año pasado cuando se inició la ola. El pico: en 2023 entraron de forma ilegal a los EEUU 24.000 ciudadanos de origen chino (un aumento del 1.000% con relación a un año anterior) y hasta fines de enero de este año 18.000 de la misma nacionalidad ya se encuentran en EEUU. El caso da para más: La mayoría de ellos jóvenes entre 20 a 22 años, conocedores de una tecnología prohibida a los funcionarios estadounidenses, de las que millones de estadounidenses, dan rienda suelta al TikTok.
El caso da en el clavo de las especulaciones sobre el riesgo de esta migración ilegal para la seguridad del territorio.