Más de medio centenar de empresas mostraron interés en desarrollar el litio chileno

El Gobierno de Gabriel Boric llamó en abril a los inversionistas a que presentaran sus propuestas para desarrollar cerca de 90 proyectos en los próximos años y convertir a Chile en el mayor productor de litio del mundo. Más de 50 empresas atendieron el llamado.

Chile busca inversionistas que le ayuden a desarrollar sus prolíficas minas de litio y, en algún momento, superar a Australia como el mayor productor del mundo.

Por eso, lideró una convocatoria en abril pasado para más de dos docenas de salares que aún no se han explorado por completo, aunque reservó los depósitos de salmuera de Atacama y Maricunga para el control estatal.

El ministro de Hacienda, Mario Marcel, reveló que 54 empresas de diez países presentaron declaraciones de interés para desarrollar 88 proyectos a través del proceso público, que finalizó el lunes 17 de junio.

“Hay inversores de diferentes tamaños… hay inversores locales y muchos extranjeros”, dijo Marcel durante una rueda de prensa en Santiago. “Es evidente que hay un interés muy amplio en invertir en esta industria”.

El presidente Gabriel Boric acaba de culminar una gira por Europa en la que presentó su estrategia a gobiernos e inversionistas de Alemania, Suiza, Suecia y Francia.

El titular de la cartera de Economía, Nicolás Grau, quien hizo parte de su comitiva, detalló en diálogo con France 24 cómo quiere el Gobierno asociarse con los privados. “Hay un mecanismo que dice que el Estado tiene el derecho a asignar un 25% de la producción a nacionales o internacionales interesados en agregar más valor”.

Por ejemplo, explicó, “crear productos que acerquen a las baterías. Se le dice a un francés: tiene derecho a ese 25%, pero una parte de su batería la tiene que producir en Chile (…) Es un atractivo para las empresas porque garantizan la oferta y para Chile porque nos permite desarrollar producción con más valor agregado”.

Una de las preocupaciones que ha expresado la industria tiene que ver con la forma en que el Gobierno pretende adjudicar los contratos de litio en salares donde ya se han otorgado concesiones mineras anteriormente, lo que corre el riesgo de crear una especie de doble propiedad.

Con Reuters