La ultraderecha gana lugares y Macron advirtió sobre una “guerra civil”
La decisión de Macron de convocar elecciones parlamentarias anticipadas ha sumido al país en una grave incertidumbre política. Las encuestas proyectan que ninguno de los tres principales bandos políticos, obtendrán una mayoría absoluta y tendrán dificultades para formar un gobierno.
Francia se enfrentará el próximo domingo a la primera vuelta de su elección legislativa más polarizadora en décadas, en las que La Agrupación Nacional (RN) de Jordan Bardella, de extrema derecha, tiene una clara ventaja en las encuestas de opinión, seguida por la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP), con la alianza del presidente Emmanuel Macron en tercer lugar.
Bardella podría convertirse en el primer primer ministro de extrema derecha en la historia moderna de Francia tras la segunda vuelta del 7 de julio, aunque dijo que sólo aceptará el puesto si el RN gana una mayoría absoluta en el parlamento. También prometió que “si los franceses me dan su confianza seré el primer ministro del poder adquisitivo“, prometiendo recortes del IVA y ventajas fiscales para los menores de 30 años.
Bardella – de 28 años- se esfuerza en moderar la imagen del partido, al igual que su líder, Marine Le Pen (tres veces candidata presidencial), que quiere borrar la herencia de su padre Jean-Marie Le Pen, conocido por sus comentarios racistas y antisemitas. “Quiero reconciliar a los franceses y ser el primer ministro de todos los franceses, sin ninguna distinción”, afirmó Bardella en una entrevista al Journal du dimanche.
Independientemente del resultado, Emmanuel Macron prometió permanecer como presidente hasta el final de su segundo mandato en 2027. Fue criticado de todos lados por su decisión de convocar elecciones anticipadas después de que su partido fracasara en las elecciones europeas a principios de junio y por su advertencia de que los programas de los dos “extremos” de izquierda y derecha podrían desencadenar una “guerra civil”.
Elecciones legislativas en Francia: qué dicen las últimas encuestas
La Agrupación Nacional y sus aliados, entre ellos el presidente del partido conservador Los Republicanos, Éric Ciotti, obtendrían entre 35,5 y 36% de los votos, según dos sondeos publicados el 22 de junio. Están por delante del Nuevo Frente Popular, una coalición de partidos de izquierda (de 27 a 29,5%) y de la alianza centrista de Macron (de 19,5 a 20%), lo que llevó a los aliados del impopular presidente a rogarle que se retirara de la campaña.
Las encuestas proyectan que ninguno de los tres principales bandos políticos, obtendrán una mayoría absoluta y tendrán dificultades para formar un gobierno. De esta forma, dos décadas de relativa estabilidad -en las que en gran medida el presidente, el primer ministro y el parlamento trabajaron en armonía- ahora parecen a punto de romperse.
Los frecuentes disturbios callejeros, así como las peleas mortales entre adolescentes en ciudades y pueblos generalmente tranquilos, convirtieron el crimen en un tema candente de cara a las elecciones y sumaron votos para RN, partido que desde hace años sitúa la inseguridad en el centro de su estrategia electoral, junto al control de la inmigración.
A principios de junio, una encuesta de la cadena de información conservadora CNews mostraba que dos tercios de los franceses vinculaban crimen e inmigración. “El deterioro de la situación de seguridad alimentó poderosamente la dinámica” de la extrema derecha, estima Jérôme Fourquet, director del instituto de sondeos Ifop.
Los escenarios de las elecciones en Francia: ¿Coalición, dimisión o gobierno compartido?
- Convivencia:
Se prevé que la Agrupación Nacional de Marine Le Pen y Jordan Bardella sea el partido con más escaños después de la segunda vuelta el 7 de julio. Si el RN y sus aliados consiguieran una mayoría en la Asamblea Nacional, Macron se encontraría en una “cohabitación”, en la que el presidente y el gobierno pertenecen a partidos opuestos.
Desde la Segunda Guerra Mundial, Francia experimento este tipo de gobiernos tres veces: todos fueron entre la izquierda y el centro-derecha, siendo el último de 1997-2002 entre el presidente Jacques Chirac y el primer ministro socialista Lionel Jospin.
Pero una cohabitación entre Macron y la extrema derecha probablemente sería un asunto mucho más desafortunado, dicen los analistas. Si bien la extrema derecha podría implementar parte de su programa interno, por ejemplo, reduciendo la inmigración, sólo el presidente puede convocar un referéndum o provocar una votación sobre cambios constitucionales.
El presidente, que suele fijar la política exterior y de defensa, también podría encontrarse con las manos atadas si la RN designara ministros de Defensa y Asuntos Exteriores nacionalistas opuestos a su visión del mundo.
- Coalición
Francia rechaza las coaliciones desde la Cuarta República de posguerra (1946-1958), cuando el país pasó por 22 gobiernos en 12 años. Desde que perdió su mayoría parlamentaria en 2022, Macron buscó forjar alianzas en el parlamento votación por votación o imponer leyes sin votación en lugar de formar un pacto con otro partido.
El RN o la izquierda podrían intentar hacer lo mismo si no alcanzan la mayoría, pero un gobierno minoritario de extrema derecha o izquierda probablemente no lograría aprobar una moción de censura. Consciente de los riesgos, Bardella dijo que se negará a convertirse en primer ministro a menos que obtenga una mayoría absoluta.
El grupo de Macron espera que, en caso de un parlamento sin mayoría, pueda formar una coalición con moderados de izquierda y derecha. Como parte de su acercamiento a posibles aliados, el partido de Macron no presentó candidatos en 67 distritos electorales donde se postulan candidatos de centro derecha o centro izquierda.
Pero Macron limitó sus opciones al poner a la extrema izquierda Francia Insumisa (LFI), la fuerza dominante en el NFP, a la par de la extrema derecha en lo que él llama los “extremos” del país. Acusa al LFI de antisemitismo, lo que éste rechaza.
- Gobierno de transición
Otra opción sería que Macron nombrara un gobierno tecnocrático no partidista que todos los partidos pudieran respaldar.
Camille Bedock, politóloga del centro Emile Durckheim de Burdeos, cita el ejemplo de Italia, donde el respetado exjefe del Banco Central Europeo, Mario Draghi, formó un gobierno de unidad nacional en 2021, cuando Italia estaba en crisis. Duró un año y medio.
Bedock dijo que Macron también podría decidir dejar el actual gobierno encabezado por Gabriel Attal de su partido en calidad de interino durante un año. Entonces podría convocar nuevas elecciones, lo que tendría el beneficio de garantizar la continuidad durante los Juegos Olímpicos (del 26 de julio al 11 de agosto), cuando el país estará bajo un intenso escrutinio global.
Es muy incierto si la extrema derecha o la izquierda apoyarían tal medida, que efectivamente le daría tiempo a Macron para intentar cambiar su presidencia.
- Renuncia de Macron
El escenario más dramático sería que Macron -en el poder desde 2017- renunciara a la Presidencia ante la perspectiva de ser neutralizado por la extrema derecha o la extrema izquierda. En este momento, ambos bandos están señalando que, en lugar de trabajar con el presidente para sacar a Francia de la parálisis política, lo presionarían para que se haga a un lado.
Le Pen, que se espera que suceda a Macron en las elecciones presidenciales de 2027, ha advertido que “no tendrá más remedio que dimitir” en caso de una “crisis política”. Macron, por su parte, prometió permanecer en el cargo hasta el final de su segundo mandato en 2027, sea cual sea el resultado.