Una investigación de las universidades de Miami y Toronto arrojó que los inversores de criptomonedas tienden a mostrar niveles más altos de rasgos de personalidad “oscuros” como el narcisismo, el maquiavelismo, la psicopatía y el sadismo.
Esta investigación suma otra teoría sobre el nihilismo financiero, un término que acuñó el economista griego Demetri Kofinas y que refleja la pérdida de fe en el valor real del dinero y en el correcto funcionamiento del mercado. Cada vez más personas, sobre todo entre los 20 y los 35 años, invierten en criptomonedas y otros activos especulativos, en apuestas deportivas o “acciones meme” cuyo valor depende de que un foro de internet se ponga de acuerdo para hacerla subir.
El fenómeno, de carácter global, se está expandiendo. Los rescates bancarios, la impresión masiva de moneda y la precariedad entre los jóvenes son algunos de los elementos que explican por qué va creciendo esa pérdida de confianza en el valor de los billetes y en las vías convencionales para conseguirlos.
Obsesionado con criptoactivos podría ser un psicópata
Los poseedores de activos digitales tienden a mostrar niveles más altos de rasgos de personalidad “oscuros” como el narcisismo, el maquiavelismo, la psicopatía y el sadismo, según un reciente artículo académico de investigadores de la Universidad de Toronto y la Universidad de Miami publicado en la revista PLOS One.
“Los resultados presentados aquí sugieren que la posesión de criptodivisas está asociada a varias características no normativas y posiblemente desadaptativas”, señala el informe, que añade que “los individuos que habían comprado criptoactivos eran, en promedio, más propensos a creer en teorías conspirativas, apoyar a grupos extremistas y compartir sentimientos populistas”.
El estudio, que encuestó a 2.001 adultos estadounidenses, señaló que los propietarios de criptoactivos tienden a puntuar más alto en las medidas de necesidad de caos, paranoia, atributos esquizotípicos, dogmatismo, mentalidad de víctima y reactancia psicológica, que es un término clínico para las motivaciones desencadenadas por la percepción de pérdida de las libertades personales. Algo menos del 30% de los encuestados afirmaron poseer, o haber poseído, criptoactivos.
Casi no hace falta decir que también hay muchos ejemplos de rasgos de personalidad “oscuros” en el mundo empresarial tradicional. Aunque este estudio es el primero de este tipo que establece inferencias entre los poseedores de criptodivisas y los rasgos psicológicos, otros han proporcionado vínculos entre la psicopatía y el liderazgo corporativo abusivo. Un estudio de 2014 publicado en Elsevier halló una relación positiva significativa entre la calificación de los empleados de los rasgos psicopáticos de sus supervisores, y el malestar psicológico y la satisfacción laboral autodeclarados por los trabajadores.
Y basándonos al menos en pruebas anecdóticas, la autocrítica humorística también es un rasgo común de los fanáticos de las criptomonedas que han experimentado todos los altibajos, estafas y escándalos del mercado. Así que algunos operadores se toman con calma la etiqueta de psicópatas.
Reacciones y conclusiones
Por ejemplo, las conclusiones del estudio no sorprendieron a Chris Wheeler, un criptooperador de 57 años.
“Literalmente tienes que estar loco para involucrarte en algo en lo que tu valor neto sube un millón y baja un millón en un día”, dijo Wheeler. “Nada está garantizado”.
En 2021, el precio del bitcóin subió a casi US$69.000 antes de hundirse por debajo de los US$16.000 en 2022 y luego volver a dispararse a un máximo histórico de casi US$74.000 este año. En los últimos años, la industria de los activos digitales se ha visto sacudida por todo tipo de acontecimientos, desde líderes condenados por fraude hasta el candidato presidencial Donald Trump promocionando una reserva nacional estratégica de bitcóin.
Según los investigadores, entre los factores que mejor predicen si una persona posee criptodivisas se encuentran variables como ser hombre, tener una mentalidad de víctima o confiar en fuentes marginales de medios sociales para obtener noticias.
Sin duda, la muestra de participantes en el estudio era relativamente limitada, y a los encuestados se les pidió que informaran de sus propias características. Pero sus conclusiones siguen resonando.
“Llámenos como quiera”, dijo Wheeler. “Estamos abriendo camino”.