China deja a los mercados bursátiles mundiales en números negros

China anunció este martes un paquete de medidas económicas destinadas a reactivar la anémica demanda de los consumidores. Este es un trabajo hercúleo. Entre las decisiones están la reducción de la tasa de interés, el volumen de encaje (el dinero que los bancos dejan estacionado en el Banco Central) y también las tasas de crédito inmobiliario.

Aquí el foco está en estimular el crédito y el consumo, después de que la población redujera la demanda tras una crisis inmobiliaria cuyo detonante fue el colapso de la promotora Evergrande, que comenzó en 2021.

Un segundo paquete de medidas está relacionado con el mercado de capitales. Uno de ellos es la creación de un fondo de liquidez para estabilizar los precios de las empresas que cotizan en bolsa. Cuando las acciones registran devaluaciones muy importantes, los inversores se sienten empobrecidos, lo que acaba limitando el consumo.

En un año, el índice CSI 300, el más importante de China, cae más del 10%. A modo de comparación, en la misma ventana el S&P 500 subió un 33%. Y en los últimos cinco años, el índice chino ha caído un 33%, frente a un aumento del 90% del índice americano.

La primera reacción de los inversores fue positiva: el CSI subió un 4,33%, un aumento similar al del índice de Hong Kong. En Europa las acciones también suben y los futuros americanos siguen la tendencia. En Occidente, la agenda económica es débil este martes.

También siguiendo a China, las materias primas avanzan ante la expectativa de una reactivación de la demanda china. El petróleo sube más del 2% y recupera el nivel de 75 dólares por barril, un precio que no se veía desde principios de septiembre. La escalada del conflicto en Oriente Medio, con bombardeos entre Israel y Líbano, también impulsa al Brent.