El valor millonario del catálogo musical de Pink Floyd

Por Redacción datos con Agencias
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pink floyd vende catálogo musical a sony
Foto: Euronews

Entre los temas negociados se encuentran éxitos como ‘Another Brick in the Wall’, ‘Wish You Were Here’ y ‘Money’.

Pink Floyd, una de las bandas más influyentes de la historia del rock, vendió todo su catálogo musical a Sony Music Publishing por unos 400 millones de dólares, según un informe publicado por el periódico británico Financial Times. Entre las canciones negociadas se encuentran los éxitos Another Brick in the Wall, Wish You Were Here, Money, Time y Comfortably Numb. El acuerdo también cubre los derechos del nombre y la imagen de Pink Floyd, lo que significa que Sony podrá producir una variedad de productos, incluidas series y películas sobre la banda.

La negociación estuvo marcada por conflictos internos, especialmente entre el bajista Roger Waters y el guitarrista David Gilmour, quienes están en guerra desde hace más de 40 años. Recientemente, la revista Rolling Stone, reveló que Gilmour estaba interesado en vender el catálogo de Pink Floyd no sólo por motivos económicos, sino también para eximirse de tomas de decisiones y enfrentamientos con su ex compañero de banda. Hubo un primer intento de venta en 2022, pero el proceso se vio interrumpido por una serie de polémicos comentarios de Waters sobre la guerra en Ucrania y el conflicto entre Israel y Palestina.

Acuerdos millonarios

Pink Floyd sigue una tendencia liderada por artistas como Bruce Springsteen, Bob Dylan, Red Hot Chili Peppers y Queen, que también han cerrado acuerdos millonarios por los derechos de sus catálogos en los últimos años. Para los músicos, especialmente los mayores, la venta es interesante porque se llevan un dinero que tardarían años en ganar. Además, deciden, en vida, el destino de su música, protegiendo su legado de posibles peleas familiares por la herencia. Para las empresas que compran derechos musicales, se trata de un negocio potencialmente rentable a largo plazo, con el auge de los servicios de streaming, además de la posibilidad de explorar composiciones en bandas sonoras, anuncios y otras iniciativas comerciales.