La supervivencia de los serbios en Kosovo (“Grito de advertencia”)

Por: Veljko Lazic (Embajador de Serbia concurrente en Bolivia)
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Foto: EFE

En un mundo global lleno de conflictos regionales armados, hace tiempo que muchos se han olvidado cómo y dónde empezó todo. La caja de Pandora no se abrió hace algunos años, sino que se abrió con la agresión a la entonces República Federativa de Yugoslavia, hace 25 años. Fue entonces cuando comenzó un ataque armado contra un país soberano sin el mandato de la ONU, violando así el derecho internacional de la manera más brutal. Esto fue utilizado posteriormente por diversas grandes potencias para aplicar el mismo modelo de acuerdo con sus propios intereses. En esa época, Serbia advertía en vano sobre las futuras consecuencias de uso de este precedente que, lamentablemente, es utilizado hoy en día en diferentes partes del mundo.

Todo esto tuvo lugar bajo el pretexto de la presunta protección de los derechos humanos de los albaneses en Kosovo y Metohija que, supuestamente fueron amenazados por los serbios. Esos mismos serbios que hoy, lejos de los focos de la comunidad internacional, sufren la más flagrante violación de sus derechos y persecución por parte del régimen de Albin Kurti, primer ministro de las instituciones temporales de Pristina (Nota del editor: Capital de Kosovo).

A partir del año 2021, cuando llegó al poder, Kurti estableció un régimen represivo en todas las zonas serbias en Kosovo, violencia física, discriminación e intimidación, abusos en el poder judicial y la policía para perseguir a los serbios. Se ha registrado un aumento drástico en el número de ataques físicos contra los serbios, confiscaciones ilegales de sus propiedades, “nacionalización” de las tierras de la Iglesia Ortodoxa Serbia, así como un cambio artificial en la estructura étnica en la mayoría de los municipios serbios. ¿Habla claramente el hecho de que, sólo el año pasado, el 15% de los serbios abandonaron Kosovo y Metohija?

La irracionalidad de la política de las autoridades de Pristina, la hostilidad y la persecución de todo lo que es serbio en Kosovo y Metohija, se evidencia en una serie de medidas inquietantes, desde la prohibición de pagos en moneda serbia (dinar), que persiste desde hace más de 6 meses, y la prohibición de los servicios postales, única en el mundo, incluso en zonas de guerra, inclusivamente hasta se prohibió la visita del Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Serbia, Porfirije, al Patriarcado de Pec.

Desde hace 11 años, las autoridades de Pristina se niegan persistentemente a unirse a la Comunidad de Municipios con población mayoritaria serbia, que es la disposición más importante del Acuerdo de Bruselas, concertado con la mediación de la UE. Aparte de las condenas verbales de la UE y los EEUU, no existen otras medidas punitivas concretas. Asimismo, la situación empeora día a día. El mejor ejemplo son los recientes ataques sin sentido contra las instituciones públicas serbias en Kosovo y Metohija. Además, como si no lo fuera suficiente, Kurti ahora amenaza abiertamente con destruir las instituciones restantes – de sanidad y educación. Las últimas instituciones que pueden servir de base para la formación de la Comunidad de Municipios con población mayoritaria serbia. Todo confirma que Kurti está decidido a ignorar las demandas y acuerdos internacionales del Diálogo, así como a completar la persecución de los serbios.

Por todo esto, el gobierno de Serbia ha definido las condiciones mínimas necesarias para la continuación del Diálogo entre Belgrado y Pristina y ha propuesto medidas para retornar al “status quo ante”, es decir, ante las acciones unilaterales de Albin Kurti, con el fin de restablecer la estabilidad en la Provincia.

Belgrado continua firme en su compromiso con el Diálogo, la cooperación y la paz. Estamos dispuestos a trabajar con la UE y otros socios internacionales para garantizar que estas medidas estén en concordancia con principios conjuntos y contribuyan a la estabilidad regional. Por lo tanto, Serbia espera y exige que la comunidad internacional garantice urgentemente todos los derechos y la plena seguridad de los serbios, a fin de evitar su persecución desde Kosovo y Metohija por parte del régimen extremista de Pristina.

 

Veljko Lazic, es Embajador de la República de Serbia en Argentina (Concurrente ante el Estado Plurinacional de Bolivia).