El mundo criptográfico está de celebración.
El Bitcoin, la madre de las criptomonedas, alcanzó la marca de los 100 mil dólares. Este es un logro basado en la expectativa de que las monedas digitales tengan más espacio dentro de las finanzas tradicionales. Esta mañana cotizaba a 102 mil dólares.
El repunte del Bitcoin cobró impulso poco después de la elección de Donald Trump, conocido por ser un defensor de esta clase de activos. El optimismo se confirmó con el nombramiento de Paul Atkins en la SEC (Securities and Exchange Commission, organismo regulador del mercado en Estados Unidos). Atkins es firme partidario de regular las criptomonedas, pero de forma “ligera”, para no interferir con las posibles innovaciones que podrían aportar al mercado.
La actual SEC aprobó a principios de este año, después de una batalla de años, la creación de ETF de Bitcoin que invierten directamente en criptomonedas. Esta fue una demanda de la industria para facilitar el acceso de los pequeños inversores a las monedas digitales. Por otro lado, la regulación también acaba funcionando como sello de garantía para nuevos activos, legitimando y atrayendo a personas que antes serían reacias a las criptomonedas.
Con o sin regulación, los problemas con Bitcoin y otras criptomonedas aún no se han solucionado. Las criptomonedas son una potencia que consume energía y, hasta ahora, no han demostrado ser realmente útiles más allá de la especulación financiera.
Mientras el Bitcoin renueva máximos, los futuros de acciones estadounidenses comienzan la mañana ligeramente a la baja, después de haber renovado récords el día anterior. La agenda económica es débil y la atención se centra en los datos de empleo, que se publicarán mañana.
En Europa, los inversores ignoran la crisis política en Francia, que ahora busca un nuevo primer ministro. Los principales índices suben allí.