
Ocurre luego de que Vladimir Putin anunciara un alto el fuego unilateral, al declarar que las tropas rusas suspenderán todas las operaciones ofensivas desde la medianoche del 7 al 8 de mayo hasta la medianoche del 10 al 11 de mayo. Rusia espera recibir 20 mandatario extranjeros para la conmemoración.
El presidente brasileño Lula da Silva inicia esta noche un viaje internacional no exento de riesgos de vida: mañana desembarcará en Moscú, donde sus cuatro aeropuertos internacionales debieron cerrar esta madrugada por causa de un ataque con múltiples drones, que partieron de Kiev.
Rusia aguarda recibir 20 líderes extranjeros, entre ellos el chino Xi Jinping, para la conmemoración del Día de la Victoria contra la Alemania de Hitler, ocurrida el 9 de mayo de 1945. Sobre los mandatarios de diversos países, incluidos europeos, gravita en esta oportunidad, una cargada nube de inseguridad; y esto se relaciona con las últimas amenazas por el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, al advertir que podrá haber ataques a la capital rusa: “Mi país no puede garantizar la seguridad” de los jefes de Estado que asistan a los festejos, declaró estos días.
En una segunda etapa, el líder brasileño debe seguir su viaje rumbo a Beijing, donde aguarda firmar con su colega de China “acuerdos estratégicos”. El gigante asiático es hoy su principal socio comercial: 35% del total de las exportaciones brasileñas al mundo tienen como destino esa gran potencia; y todo indica que el comercio entre ambas naciones irá a aumentar como consecuencia de la “guerra arancelaria” impulsada por Donald Trump, el jefe de la Casa Blanca.
En el tramo moscovita de su gira, Lula mantendrá también una bilateral con Vladimir Putin. El presidente ruso ofreció una certeza a sus invitados: tomará todos los cuidados necesarios para que la presencia de las altas autoridades mundiales no se vea alterada como consecuencia de la guerra ruso-ucraniana.
La semana pasada, el jefe del Kremlin anunció un alto el fuego unilateral, al declarar que las tropas rusas suspenderán todas las operaciones ofensivas desde la medianoche del 7 al 8 de mayo hasta la medianoche del 10 al 11 de mayo. Esta propuesta de tres días de pausa en la guerra que lleva ya casi 3 años, “fue descripta por el gobierno de la Federación Rusa como “un gesto humanitario para conmemorar el 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi˝; se aseguró, además, que esto podría servir de oportunidad para iniciar negociaciones directas con Kiev “sin condiciones previas”. Pero Zelensky no aceptó tal iniciativa, al insistir que sólo acordará con una tregua de no menos de 30 días.
Medios periodísticos rusos aseguran que el ejército ucraniano podría descerrajar una acción pesada, para provocar el fracaso del desfile de Moscú del 9 de mayo. Inclusive, un diputado ucraniano oficialista propuso públicamente el ataque. Claro que nada es tan fácil: después de todo, hay tres mandatarios de Europa que estarán presentes en la ceremonia. Son el eslovaco Robert Fico; el presidente v Serbia Aleksandar Vucic y el bielorruso Alexander Lukashenko. No por acaso, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, acaba de declarar que las palabras del presidente ucraniano no han afectado los planes rusos, ya que los militares pueden dar una “respuesta adecuada a cualquier provocación”.
La segunda etapa de Lula, que visitará China, es vista como una iniciativa “ponderable” por amplios sectores del propio establishment brasileño; especialmente porque ocurre en la fase más virulenta del enfrentamiento chino con Estados Unidos. Esta cita con Xi Jinping es la segunda ocurrida en Asia, durante el tercer mandato del presidente brasileño (la primera fue en 2023).
El notable grado de apoyo que tiene esa relación chino-brasileña en los medios empresariales de Brasil, guarda una relación directa con la alianza de los BRICS. “Representa una plataforma privilegiada para que Brasil expanda su protagonismo económico y geopolítico” mencionó un documento del Consejo Brasileño de Relaciones Internacionales (CEBRI). La nueva cumbre presidencial del grupo se hará, este año, en Brasilia los días 5 y 6 de julio próximos. Para el think-tank brasileño, los Brics son además “una puerta de entrada de Brasil en Asia”.