
Desde el 2019 Venezuela y Rusia han firmado más de 350 acuerdos y han realizado 18 comisiones mixtas. | Desde el 2019 Venezuela y Rusia han firmado más de 350 acuerdos y han realizado 18 comisiones mixtas. | Foto RIA Novosti
Rusia y Venezuela sellan un “tratado de asociación estratégica” en plena escalada militar con EEUU.
El presidente de los Estados Unidos Donald Trump se ha declarado abiertamente “decepcionado” con su colega ruso Vladimir Putin que a última hora ha sacado de la manga una maniobra de acero forrando las costas caribeñas con sus acorazados para impedir cualquier experimento de intervención norteamericana contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. La maniobra de salvataje, tiene la precisión milimétrica de un misil dirigido al Caribe, repitiendo la invasión fallida de un grupo de militares norteamericanos y la CIA en playa Girón en la Isla de Cuba en 1961 para evitar la expansión del comunismo en otros países de América Latina. El incidente estuvo a punto de hacer estallar la Tercera Guerra Mundial.
El Caribe escenario de experimentos bélicos
En realidad (virtual), el cuento viene a gracia de una declaración altisonante de Trump durante su visita al Reino Unido, apuntando a Putin como un hueso duro de roer para poner fin a la devastadora guerra en Ucrania. Sentirse “decepcionado” es lo mínimo que corresponde luego de una campaña presidencial en la que insistió que al día siguiente de ser posesionado pondría fin a las guerras (Gaza y Ucrania al mismo tiempo). Anuncios que devienen casi siempre en herramientas de manipulación secuencial sin medir los daños colaterales que generan.
No se han conocido repercusiones desde la Casa Blanca, pero la decepción se suma al “tratado de asociación estratégica” que ayer han sellado los gobiernos de Rusia y Venezuela en plena crisis militar con los Estados Unidos.
Esta alianza surge en plena escalada militar con Estados Unidos, que ya ha pulverizado tres embarcaciones salidas de costas venezolanas y ha repetido en varias ocasiones que Nicolás Maduro, su presidente, deberá responder ante la justicia estadounidense por liderar, supuestamente, un cártel de la droga.