Una invasión de Venezuela causaría “algo similar” a la guerra de Vietnam, dice asesor de Lula

Celso Amorim, asesor presidencial de Brasil | Foto: Felipe Fittipaldi/The Guardian
“Lo último que queremos es que Sudamérica se convierta en una zona de guerra, y una zona de guerra que inevitablemente no sería solo una guerra entre EE.UU. y Venezuela. Acabaría teniendo una implicación global y eso sería realmente lamentable”, dijo el asesor especial de la Presidencia de Brasil, Celso Amorim.
Una invasión o ataque de EE.UU. a Venezuela generaría “algo similar” a la guerra de Vietnam, advirtió el asesor especial de la Presidencia de Brasil, Celso Amorim.
“Si se produjera una invasión, una invasión real, […] creo que, sin duda, se vería algo similar a Vietnam, aunque es imposible decir en qué escala”, expresó Amorim en entrevista con The Guardian.
La guerra de Vietnam tuvo lugar entre 1954 y 1975, aunque EE.UU. retiró sus tropas en 1973. Este conflicto es considerado una de las derrotas más significativas para Washington durante la Guerra Fría.
De acuerdo con Amorim, quien se desempeñó como canciller en los dos primeros mandatos de Lula y como ministro de Defensa en el Gobierno de Dilma Rousseff, de ocurrir un conflicto en Venezuela, este trascendería las fronteras de ese país y se extendería a otros de la región.
“Lo último que queremos es que Sudamérica se convierta en una zona de guerra, y una zona de guerra que inevitablemente no sería solo una guerra entre EE.UU. y Venezuela. Acabaría teniendo una implicación global y eso sería realmente lamentable”, agregó al respecto.
El asesor del presidente Luiz Inácio Lula da Silva considera que, en ese escenario, incluso algunos detractores del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se inclinarían por unirse a la resistencia contra tal intervención extranjera.
“Conozco Sudamérica, […] todo nuestro continente existe gracias a la resistencia contra los invasores extranjeros”, insistió Amorim, que también prevé que cualquier ataque de EE.UU. reavivaría el sentimiento antiestadounidense en Latinoamérica, similar al generado por la injerencia estadounidense durante la Guerra Fría.
Acto de guerra
Amorim calificó la reciente decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, de ordenar el cierre del espacio aéreo venezolano como “un acto de guerra” y expresó su temor de que la crisis se intensifique en las próximas semanas.
También tildó de “totalmente ilegal” la medida, que llevó a varias aerolíneas internacionales a suspender sus vuelos hacia Venezuela.
La agresión de EE.UU. en síntesis
Despliegue militar: desde el pasado mes de agosto, EE.UU. mantiene desplegada una fuerza militar significativa frente a las costas de Venezuela, justificándola como parte de la lucha antidrogas. Washington anunció posteriormente la operación ‘Lanza del Sur’, con el propósito oficial de “eliminar a los narcoterroristas” del hemisferio occidental y “proteger” a EE.UU. “de las drogas que están matando” a sus ciudadanos.
Operativos letales: como parte de estas operaciones se han realizado bombardeos contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico, con un saldo de más de 80 personas muertas y sin pruebas de que realmente traficaran con estupefacientes.
Acusaciones y recompensa: Washington ha acusado sin presentar evidencias al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de liderar un cártel de narcotráfico y ha duplicado la recompensa por su captura.
Postura de Caracas: Maduro denuncia que el objetivo real de EE.UU. es un “cambio de régimen” para apoderarse de las inmensas riquezas petroleras y gasísticas de Venezuela.
Falta de sustento: la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la propia Administración de Control de Drogas (DEA) de EE.UU. señalan que Venezuela no es una ruta principal para el narcotráfico hacia suelo estadounidense, ya que más del 80 % de las drogas utilizan la ruta del Pacífico.
Condena internacional: el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, los gobiernos de Brasil, Colombia, México y Rusia han condenado las acciones estadounidenses. Expertos califican los ataques a embarcaciones como “ejecuciones sumarias” que violan el derecho internacional.












