Turismo | Un viaje de ensueño sobre el lago más alto y energético del mundo

Por Carlos Rodriguez San Martin
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Turismo al Lago Titicaca

La luz tenue para los operadores de turismo no acaba de encender. El regulador de intensidad se mantiene bajo. Hace más de un año las ventas se frenaron al punto del cierre. Los hoteles esperaban recuperar la actividad tras la vacunación, pero el ritmo no consigue evitar el rebrote. No hay una luz al final del túnel. El cuentagotas no se activa a pesar de las maniobras tornasol que han estado haciendo los que viven del turismo. Juan Luzio, es gerente propietario de una de las agencias emblemáticas que operan en el Lago Titicaca, hasta hace poco sitio predilecto de turistas de distintos lugares del mundo que llegan a conocer el lago sagrado de los Incas, la milenaria civilización que se instaló en esta parte alta de la civilización.

Luzio luce los emblemas de los Catamaranes de la empresa Transturin, si bien algo reducidos a la baja por la pandemia, los muestra con el mismo orgullo por su aporte efectivo al turismo en la zona lacustre. El empresario nos recibe en una sala improvisada del PH que ocupa su compañía de turismo. Abre las baldosas con naturalidad en medio de las maniobras que hacen sus funcionarios para evitar el desastre. Nos presenta a cada uno de ellos compensando el efecto devastador que ha tenido el paro.

Los cinco Catamaranes que administra Transturin han seguido navegando encima los 3 800 metros sobre el nivel del mar. El viaje que comienza en Chua, un pequeño muelle a orillas del lago Titicaca, viaja placenteramente hasta la Isla del Sol y a otras islas con menos aglomeración; un recorrido que hacen millas lacustres. En la Isla del Sol la compañía ha establecido un complejo arqueológico que ha estado como todo lo que ha tocado la pandemia del coronavirus en franco estado de espera. Hace unos días, Juan Luzio cedió uno de los barcos de la empresa para una excursión de aventura musical. Morpei (N. de R.: por Morales Peinado) disfrutó el calor de una familia comunitaria en la isla para un programa inédito de Billboard que se difundirá a millones de espectadores por el Ciberespacio.

Morpei está a unos días de volver a California tras la experiencia en el lago más alto del mundo apoyado por Transturin para hacerse nuevamente visible al mundo. La idea entusiasmo a ambos. Morpei viajando en los Catamaranes para festejar su reestreno en las ligas de la música electrónica con ritmo latino y Luzio que no ha dejado de trabajar su propuesta turística ofreciendo el destino del Lago Titicaca, una experiencia menos folk.

Mientras Luzio habla de la inédita experiencia de recorrer el lago sagrado, conviene mentalmente los lugares emblemas del Titicaca y se pone a pensar en lo que le espera. No es algo que lo obligue a tomar decisiones drásticas, pero es un tiempo de espera y de mucha paciencia que lo ha obligado a asumir otro tipo de desafíos. Las metas en esta etapa no se miden por resultados en los libros de contabilidad, por el contrario, el impacto de la emergencia sanitaria es una experiencia que el empresario la olía en otro sentido, como quien va sacando conclusiones de los periodos de crisis que no son nuevos, aunque reconoce que sí el lastre sanitario a nivel mundial afecto los libros de su compañía apiñados en un estante visible. Sin embargo, asegura firmemente como un celoso guardián incaico que la travesía debe continuar.

catamarán Transturin

Revista dat0s | Edición 239

La empresa ha tomado el pulso en este tiempo del turismo interno. La adecuación ha rendido sus frutos en diferentes variables argumentativas. Desde que los equipos de marketing de la empresa apuntaron al mercado interno han tenido que adaptar las incontinencias. Parlantes más grandes para amenizar los viajes, cocteles a bordo para acompañar el panorama que ofrece la poca circulación en la vía lacustre desde la terraza del Catamarán y medidas para evitar el aforo de un público que Luzio espera vuelva a la normalidad.

Dice sin pensar dos veces que el boliviano “es buen turista”. La inventiva es hacer que no falte nada en la despensa del crucero y gozar de momentos inolvidables en los que la cultura pasa a segundo plano; el primero, claro, es el entretenimiento, una marca nacional por excelencia. Ha sido un trabajo que según Luzio tampoco es reciente ya que su empresa ofrece el detalle al punto de la obsesión. Las exhibiciones en auditorium que la empresa ha montado en la Isla del Sol han sido parte de la excursión para que el visitante los elija, aprenda y disfrute de momentos de la historia. la parte rica de Bolivia. Hoy mismo mientras conversamos en la habitación contigua el equipo de marketing está elaborando paquetes para el siguiente fin de semana, que cae en el nuevo año aymara.

Mientras la pandemia sigue entre olas de contagios que suben y bajan, que suben más que bajan, la industria del turismo ha tenido que reinventarse como ninguna otra. Luzio dice que las actividades que involucran manufactura, restaurantes y otros que pararon en el periodo más agudo de la emergencia se han dado modos para retomar sus actividades. Explica, por ejemplo, que a los gastrónomos el delivery les ha facilitado un botellón de gas que los mantiene respirando, aunque el cierre inminente se ha impuesto en muchos casos. De acuerdo a datos estadísticos proporcionados por oficinas dedicadas al turismo, los hoteles disminuyeron un 75% de atención en este periodo. La visita de extranjeros cayó al 90% en el Lago Titicaca. Quien sobrevive debe ser capaz de contagiar nuevas experiencias, sorteando una especie de ruleta impuesta.

Alentada por el frenesi de ´quedate en casa´ “el turismo ha sufrido el impacto en todos sus niveles. Aeropuertos paralizados en varios puntos de destino, viajes limitados, fronteras cerradas han descarrilado la actividad; los viajes de turismo siguen postergados en casi todo el mundo”, revela Luzio.

El turismo receptivo ha desaparecido en los hechos. Es muy poco probable ver a europeos, norteamericanos o australianos recorriendo el lago o la isla. En su mayoría los visitantes locales son vistos en la playa apeados de entuertos engorrosos que no dejan las utilidades para sobrevivir esta agotadora y extendida realidad distorsionada como en un maleficio que se ha desatado en algún lugar tan lejano como China.

“Sin fronteras abiertas estamos en cero hace un año y cuatro meses”, afirma Luzio. “La adaptación ha sido importante, al boliviano le hemos dado la opción de disfrutar de un turismo que sea al mismo tiempo cultural y de entretenimiento”.

Cita ejemplos: “la respuesta del Oriente ha sido increíble. Tenemos gente cruceña que llega a hacer una incursión en el Lago Titicaca y la Isla del Sol, son gente joven sobre todo interesada en conocer Bolivia de otra manera”. La propietaria de una Trattoria en Copacabana tiene una lectura diferente de la crisis.

“Desde hace un año que vendo la cuarta parte. No hay comparación, el turismo nacional es chico, efímero y tremendamente ahorrativo. Al paso que va pienso dejar esto e irme de Bolivia”.

Juan Luzio gerente Transturin

Revista dat0s | Edición 239

Una historia de medio siglo

El 15 de enero de 2022 Transturin va a cumplir 50 años. La compañía tiene dos brazos operativos inclusivos entre sí que evitan llegar a ser competencia. El primero funciona como agencia de viajes y el segundo irrumpe en la línea de cruceros integrados en una especie de zona de atracción porque acompaña una infraestructura de servicios que incluye excursiones en otros sitios menos concurridos del Lago Titicaca. El empresario dice que la excursión de cruceros que ofrece su compañía tiene ofertas inigualables para mantener intactas las tradiciones y vivencias de la comunidad, como la pesca; las manos laboriosas de los isleños con la totora; una singular visita a lugares alejados del lago que aun mantienen costumbres ancestrales, que no han sido contaminados con la febril aventura del turismo comercial. “Creo que eso te paga mal porque la gente prefiere contacto con comunidades más puras. Ese turismo comunitario lo encontramos en las islas de Pariti y Kalahuta o en la bahía de Pata Patani, lugares poco frecuentados. En estos lugares ofrecemos ese contacto natural con los comunarios que incluye un pernocte en el Catamarán porque son sitios que no tienen infraestructura hotelera como la que encuentras en la Isla del Sol”.

“Buscamos que el turista sienta que su vacación no solo fue beneficiosa para él sino para la comunidad. Este servicio que ofrecemos no es simplemente para ver anochecer y amanecer en el lago de por si un espectáculo prodigioso, sino para compartir con la gente del lugar, escuchar su música, conocer sus costumbres y tradiciones. Para el turista este tipo de experiencia resulta inolvidable; disfrutar de la presencia de animales pasar por tu lado que ya no puedes ver normalmente. Pariti es una zona muy atractiva, está rodeada de canales y totorales que alcanzan fácilmente los dos metros de altura.

La visita a estos lugares ofrece un contacto inédito con la gente del lugar y la naturaleza que no ha sido contaminada; conocer y observar qué tipo de menajes de cocina usan, los productos naturales que aun consumen. Kalahuta, es una isla en la que el visitante comparte experiencias originales. Es lo que al turista le gusta ver”.

Luzio lamenta que la Isla del Sol este perdiendo sus encantos como centro energético por disputas incongruentes entre los mismos isleños.

“La Isla está perdiendo su mística y autenticidad; está creciendo sin ningún control. Hay que devolverle a la Isla esos encantos, un lugar donde se fundó el imperio de los Incas se debería basar en eso, correspondiendo la importancia mitológica del lugar. A la gente que tiene esa sensibilidad hay que darle opción para ver eso, pero sí se autorizan construcciones una al lado de la otra y puro comercio, pierde la esencia. Yo trataría de vender la isla por su mística. No puedes descuidarte que incluso al boliviano le gusta sentir esa energía.

Estamos perdiendo la conexión entre nuestra cultura milenaria, los orígenes y la conexión con las tradiciones”.

Hace poco el vicepresidente del Estado Plurinacional David Choquehuanca visitó la zona persuadido de poner fin a las disputas de los comunarios del lado norte y del centro de la Isla del Sol, enfrescados hace años en posiciones osiosas que desmerecen la calidad del turismo en el lugar.

Juan Luzio ha crecido en este mundo. Se considera un heredero legítimo de la marca que a lo largo del tiempo ha tenido en el inventario piezas de impacto y valor intangible. Casi al concluir nuestra visita Luzio contesta a dat0s dos consultas complejas.

¿Cómo ves la preservación del Lago Titicaca? Recuerdo que de niño había un biosistema que se está extinguiendo. Eso no puede ocurrir; los desechos tóxicos se están convirtiendo en un problema serio, hay lugares muy poblados que no cuentan con alcantarillado pluvial. El Lago se está contaminando.

¿Qué es el turismo?

Es una industria muy importante cuando es compatible con la naturaleza y con la cultura del lugar. Creo que el Estado central, departamental y regional deben invertir en la preservación de los espacios turísticos y fomentar con difusión. Hace falta una inversión para potenciar el turismo sobre todo para preservar nuestra riqueza arqueológica, cuidar el medio ambiente y la difusión es muy importante para llegar al consumidor final. El Estado debe pensar que el turismo es el futuro, que incorpora una cadena de valor muy importante de personas que ganan promoviendo los atractivos del país.