Estancada, así se encuentra la producción de urea nacional. El dato fue confirmado por la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en un recorrido realizado junto con periodistas en el interior de la Planta de Amoníaco y Urea (PAU) ubicada en la localidad de Bulo Bulo, Cochabamba.
Esta situación se da a un mes de la reanudación de las operaciones del complejo petroquímico que estuvo parado por 21 meses. No obstante, la reapertura de la industria generó muchas dudas después de que surgieran denuncias desde el interior de Yacimientos por fallas técnicas y fugas de amoníaco.
Estas denuncias fueron rechazadas por YPFB, que incluso indicó que la planta está en óptimas condiciones de operar, pero que solo lo hace hasta un 75% de capacidad. Desde la estatal explicaron que las nominaciones del producto no han sido altas para poder incrementar la producción al 100%.
En el recorrido realizado con los periodistas, Henrry Lapaca, gerente de Industrialización de YPFB, señaló que a nivel técnico la planta de urea no tiene ningún tipo de problemas para operar a su máxima capacidad.
El complejo fue diseñado para producir hasta 2.100 toneladas de urea por día. Pero en las actuales condiciones genera entre 1.500 y 1.700 toneladas por día. Actualmente, la estatal despacha fertilizante en embalses de una tonelada y 46 kilos, para el mercado interno y externo.
“A nivel operativo no hay ninguna restricción, a mayor requerimiento de mercado se incrementará la producción. La planta puede operar al 100% de su capacidad instalada”, aseguró.
Consultado si existen problemas en la comercialización, dijo que esa pregunta debe ser trasladada a la gerencia de comercialización de YPFB, y que él no manejaba esa información. Eso sí, aseguró que el precio de la urea supera los 500 dólares en el mercado internacional por su alta demanda.
Sobre los problemas técnicos denunciados indicó que son falsos y que no existe ninguna fuga de amoníaco en la industria. “Como ustedes pueden ver, no existe ninguna fuga. La planta está operando de forma óptima y segura”, señaló.
Sin embargo, reconoció que la industria es compleja de manejar debido a su alto nivel tecnológico, pero insistió en que no detuvieron su producción.
Recorrido a medias
La petrolera estatal programó un recorrido limitado a los periodistas que no pudieron acercarse a las áreas donde se habían denunciado las fallas técnicas y fugas.
El recorrido se hizo en bus, desde donde los periodistas pudieron tomar imágenes y no se permitió ingresar a otros espacios por motivos de seguridad, según justificó la estatal. A donde sí se pudo ingresar fue a los espacios de almacenamiento del complejo.
Algo que llamó la atención es que la estatal no quería que los periodistas ingresen con sus celulares, pero ante el reclamo de los comunicadores Yacimientos accedió a que usen sus dispositivos móviles.
Aguas y personal
EL DEBER preguntó a Lapaca sobre cómo se están tratando las aguas que usa la industria y que tienen gran contenido de desechos químicos, porque desde el interior de factoría denunciaron que la planta de tratamiento está en desuso y que la estatal habilitó una piscina improvisada.
Esto fue negado por Lapaca y aseguró que el complejo petroquímico opera con total seguridad y sin generar ningún tipo de contaminación.
También se consultó sobre la presencia de personal extranjero, en especial venezolano, fuentes del sector indicaron a EL DEBER que la estatal prepara una agenda para contratar a 20 profesionales de esa nacionalidad.
Ante la consulta, el ejecutivo dijo que YPFB ya se refirió a la contratación de los técnicos caribeños, eso sí anunció que dentro de poco se comenzará a capacitar a personal boliviano en el manejo de la planta.