El Presidente Morales sobrevuela el TIPNIS
Qué motivos poderosos existen para que el presidente Morales insista en la construcción de la obra a pesar de que el Gobierno que preside reconoció la intangibilidad de la reserva ecológica.
Pocos días después de la llegada de los indígenas del TIPNIS a La Paz, recibimiento apoteósico incluido, el presidente Morales decidió sobrevolar el territorio del parque en un helicóptero de la FAB como muestra la foto de tapa. Durante los 64 días que duró la marcha sucedieron varios hechos que enseñan de forma clara que los dirigentes de la reserva ecológica estaban jugando todas sus cartas en un hecho que fue calificado como heroico, tratando de convencer al presidente que dialogue con ellos, mientras crecía el apoyo a la demanda de los marchistas a nivel nacional, sumando a varios sectores de la sociedad civil en contra de la construcción de la carretera que dividiría en dos el TIPNIS. El helicóptero que transportaba al presidente aterrizó en la localidad de San Ignacio de Moxos, donde unas 200 personas lo esperaban con mixtura para expresarle aliento de que no debía claudicar el proyecto. Qué motivos poderosos se habían cruzado hasta ahí, para que el jefe de Estado insistiera en la realización de la obra a pesar de que su Gobierno acababa de firmar la intangibilidad del la reserva ecológica. Los 200 pobladores que lo esperaban, portaban pancartas alusivas a favor de la construcción de la carretera. Evo Morales, mencionó en su discurso de ocasión la importancia de la obra, pero a continuación estableció un límite a sus propias palabras. Dijo que había dirigentes que se oponían al desarrollo de la región.
No era la primera vez que el presidente transitaba por el lugar y recibía muestras de solidaridad. Una de las premisas de la gente en varias poblaciones del Beni es poder integrarse plenamente al desarrollo. Un ejemplo es Cachuela Esperanza. Esta población beniana enclavada a orillas del río Beni, a pesar de haber sido un polo de desarrollo en la colonia por su riqueza de la goma, transita 200 años después entre la vida o la muerte. En una visita que DATOS realizó a la zoza, la alcaldesa de Cachuela Esperanza Shisley Martínez expresó con absoluta sinceridad, actitud bastante común en la gente del lugar, el anhelo de sus pobladores, niños, jóvenes, hombres y mujeres de todas las edades, para que de una vez se haga realidad la construcción de la represa “Cachuela Esperanza” que dotará algún día con energía eléctrica gran parte de la región. La alcaldesa nos contó que en el pueblo hay luz eléctrica de siete a once de la noche. Se preguntaba, cómo es posible que en pleno siglo XXI existan poblaciones que pese a haber aportado al desarrollo nacional se encuentran tan olvidas. Este mismo ejemplo se repite en varias poblaciones del Beni.
Cómo es posible que una comunidad tan pequeña como el TIPNIS decidiera recorrer más de 600 kilómetros desde Trinidad a La Paz para llamar la atención de las autoridades y evitar que se construya una carretera que aparentemente suministraría la llave para su desarrollo. En el sobrevuelo por el TIPNIS, el presidente confirmó lo que había escuchado hasta el hartazgo de boca de los marchistas y de la oposición, sobre la penetración de los cocaleros al TIPNIS por la localidad de San Francisco, colindante con el Chapare, para inundar con plantaciones de coca la reserva ecológica; además, en el mismo sobrevuelo, el presidente Morales comprobó que habían empresas que estaban desangrando el parque desde hace mucho tiempo desmontando el bosque para extraer especies madereras. “El TIPNIS no es tan virgen como se cree”, dijo el presidente después de sobrevolar el parque.
El narcotráfico volvió a erguirse como bandera de lucha para la oposición
En pleno desarrollo de la marcha, apareció en los medios de comunicación la noticia sobre el hallazgo de un gigantesco laboratorio de procesamiento y refinación de cocaína. El operativo antinarcóticos a cargo de efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), segó la vida de un policía de la patrulla antidroga y dejó a otros dos efectivos heridos. Un narcotraficante colombiano se disparó un tiro en la cabeza para evitar ser detenido e interrogado. La otra parte del grupo escapó por la selva. “La presencia de narcotraficantes colombianos en el TIPNIS, confirmó la advertencia hecha por el presidente en sentido de que el TIPNIS no es un territorio tan virgen como se pretende hacer ver”.
Cuando los dirigentes del TIPNIS decidieron marchar a La Paz, el Gobierno salió al frente indicado que varias ONG y la oficina de cooperación de la embajada de los Estados Unidos (USAID), estaban fomentando la marcha con el fin de desestabilizar la gestión del presidente Morales. El ministro de Comunicación Iván Canelas fue más allá. Mencionó los nombres de cada una de ellas. El vicepresidente García Linera dijo que las ONG se habían salido del marco y serían investigadas. Pero las declaraciones más extrañas fueron las de Juan Ramón Quintana. El ex ministro de la presidencia, formado en la Escuela de las Américas, reapareció acusando a la DEA de operar en el TIPNIS hace varios años atrás, propiciando la producción de cocaína. Mencionó el laboratorio conocido con el nombre de “Huanchaca” encontrado en 1986 en las serranías de Caparuch, Santa Cruz de la Sierra, que servía, según indicó, para financiar las actividades de los “contra” nicaragüenses en la década de los ´80. Las ONG Cejis, Lidema, Fobomade, CIPCA que fueron acusadas por el oficialismo de “financiar la marcha indígena por el TIPNIS” negaron la alusión. La embajada prefirió no hacer comentario a las acusaciones de Quintana.
La Madre Tierra
Este conjunto de elementos soterraron la imagen de ambientalista que se había ganado el presidente Morales, más allá de si la marcha era financiada o no por ONG. Esa postura dual sobre el cuidado de la Madre Tierra ya se había advertido en la Cumbre Climática celebrada en Tiquipaya en abril de 2010. En esa ocasión, el jefe de Estado más allá de fabricar unos cuantos slogans anti-sistémicos con alusiones a corporaciones multinacionales como la Coca Cola, no hizo mención a un tema de gran envergadura que por esa época se discutía en el Brasil. La construcción de la represa hidroeléctrica “Belo Monte” en plena selva amazónica que inundaría 600 kilómetros cuadrados de bosque y desplazaría a unos 20.000 indígenas de su territorio, los que han estado luchado en contra de la represa desde que fue propuesta, 20 años atrás. Existen controversias legales y políticas alrededor de la inadecuada evaluación de impacto ambiental efectuada a la represa. Las organizaciones ambientalistas brasileñas acusaron al Gobierno del entonces presidente Lula da Silva de no implementar salvaguardas para la protección del medio ambiente y los derechos de las personas afectadas. Sin embargo, el 1 de junio de 2011, el Gobierno de Brasil aprobó la construcción de todas las fases de la represa.
Con los mismos argumentos que en el caso de la construcción de la carretera que atravesaría más de 300 kilómetros en el tramo II por el TIPNIS, las autoridades del Gobierno brasileño manifestaron que la represa “´Belo Monte´ es un proyecto irreversible que traerá muchas ventajas a las poblaciones que viven en la región”. Brasil necesita de esa obra para responder al aumento anual de la demanda de energía eléctrica de 5% anual. Con 11.200 MW de potencia (cerca de 11% de la capacidad instalada del país) y un costo de 11.000 millones de dólares, la represa está destinada a ser la tercera mayor del mundo, atrás de la china Tres Gargantas y la binacional brasileño-paraguaya de Itaipú. No se sabe con exactitud si la inundación provocada para construir la represa tocará en algún punto territorio boliviano, pero hay estudios serios que señalan que en su segunda fase la represa podría inundar una extensión de selva 14 veces más grande que el embalse de “Belo Monte”.
CELAC
En la cumbre de presidentes de América latina y el Caribe recientemente celebrada en Venezuela, que dio nacimiento al CELAC, la presidenta brasileña Dilma Rousseff le habría manifestado al presidente Morales que respetará la decisión de su Gobierno en torno a la viabilidad de la carretera del TIPNIS. Sin embargo, en esa misma reunión Rousseff también le habría señalado a su colega Morales el interés de Brasil de contribuir al desarrollo en Bolivia, destacando los esfuerzos para incorporar en la agenda el tema energético.
La construcción de la carretera que atraviesa el TIPNIS así como la represa “Belo Monte” son de vital importancia para el Brasil. El analista en temas geopolíticos regionales Dante Caputo destaca en un artículo titulado “Las Nuevas Amenazas”, el rol de Brasil en la vigilancia de la Amazonía. “Nuestros ríos, praderas y minerales en un mundo que este año llegó a los 7.000 millones de habitantes, pueden ser algo más que una bendición de la naturaleza, también pueden convertirse en objetivos económicos y militares para quienes desde fuera de nuestra región los ven como factores indispensables para su subsistencia. Si los que miran así nuestras aguas, tierras y minerales, además tienen poder podemos estar en problemas”, advierte Caputo en su análisis.
En el mes de Noviembre de este año, el Ministro de Defensa de Brasil, Celso Amorín realizó una fugaz visita oficial a La Paz en la que se reunió con varias autoridades nacionales entre ellas los ministros de Defensa, Relaciones Exteriores y con el presidente Morales. En esa oportunidad, en tono bastante diplomático y conciliador, el hombre fuerte de Lula da Silva y de la actual presidenta Dilma Rousseff, mencionó una serie de acuerdos binacionales que estarían a punto de implementarse con Bolivia para la protección de la Amazonía. Se habló del peligro de la penetración de actividades relacionadas al crimen organizado. “La complejidad de la vigilancia de la Amazonía exige tecnologías avanzadas. Hay grupos criminales, narcotraficantes y otros actores…”, señaló en su alocución el titular de la Defensa brasileña. Además, Amorín subrayó la necesidad de la cooperación entre ambos países, como tema central para ubicar y reforzar los sistemas de defensa y seguridad. Pero las palabras de Amorín en La Paz se quedaron chicas a las que efectuó en una visita oficial realizada a la Argentina.
“En aquella oportunidad Amorín habría expresado sus preocupaciones sobre una OTAN que crecientemente puede intervenir por casi por cualquier motivo en cualquier zona del mundo, luego de las reformas que se introdujeron en su carta en abril de 1999 y, sobre todo, luego de las prácticas de las que hemos sido testigos en estos últimos años”, dice Caputo que cita textual a Amorín: “Ayer fue Libia, mañana podría ser África Occidental y ahí, la OTAN se acera a Brasil. Y de verdad eso comienza a molestarnos”. Volviendo a Caputo: “La intervención del ministro de Defensa avanza en una cuestión que siempre ha sido complicado distinguir: cuándo un Estado se arma para defender, cuánto para atacar. Su visión se enmarca en lo que se ha dado en llamar la estrategia de defensa activa. Esto significa tener instalada una importante capacidad de disuasión, no dispuesta para actuar contra otro Estado, sino para defender habitantes, territorios y recursos”, señala Dante Caputo.
Este conjunto de temas plantean que la decisión de construir la carretera partiendo el dos la reserva del TIPNIS obedece a intereses geopolíticos muchos más serios de los que hasta ahora se han escuchado por parte de los marchistas del TIPNIS así como de las propias organizaciones sociales que insisten el que se respete el trazo de la carretera. La disputa parece ir más allá. Muchos analistas con los que converse están seguros que el año que viene el conflicto por el TIPNIS crecerá, pero más allá de los deseos de unos y otros, está no parece ser una discusión de lo que debería o no debería hacer el país, su presidente, los “traicionados” dirigentes de la marcha apoteósica, sus mujeres y niños, ni de las organizaciones que están dispuestas a trazar la línea de la carretera si es necesario con machete; se trata de un tema mucho más importante que hace a la discusión política en América latina. “Una nación son sus habitantes, su territorio con los recursos que posee y la idea compartida de un destino común. Si falta una de las partes, el trípode se cae. Deberíamos discutir, nada menos que esa cuestión”, cita de Dante Caputo antes de cerrar la nota.