El presidente Morales se plantó en la Cumbre de Celac celebrada en Santiago de Chile y modificó de cierta manera las fichas arrojadas en el escenario internacional al volver a plantear una salida soberana de Bolivia a las costas del Pacífico. Morales mirando de frente a su par chileno, el presidente Sebastián Piñera, expresó la necesidad de una reflexión chilena para el retorno de Bolivia al mar, si es así dijo el mandatario pensaríamos en venderles nuestro gas. Inmediatamente, Piñera que proviene del sector empresarial chileno salió al paso de la propuesta y dijo que la soberanía no se negocia por propuestas económicas. Palabras o menos, lo cierto es que a pesar de la dureza de la respuesta un ambiente favorable para Bolivia se vivió en la cumbre. Algunos expertos consultados por este medio indicaron que Morales sobresalió por su sinceridad mientras que el mandatario Piñera por su crudeza.
En Chile, nuevamente Morales recibió adhesiones de grupos a favor de la demanda marítima boliviana, aunque en el plano interno volvieron a escucharse opiniones encontradas. El ex presidente Carlos Mesa recordó que fue él quien planteó la estrategia “mar por gas” en 2003 después de que el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada abandonara la presidencia antes de cumplir su periodo constitucional en una revuelta popular que se conoció como la “guerra del gas” por la oposición de varios sectores sublevados a la exportación del energético por Chile que manejaba ese Gobierno.
En un acalorado discurso días después de su renuncia al cargo el 17 de Octubre de 2003, su sucesor, el vicepresidente Carlos Mesa, dijo que no se repetiría la política entreguista de nuestros recursos naturales y planteó la tesis “ni una partícula de gas a Chile”. Desde entonces las posiciones se caldearon, aunque en enero de 2006 pretendiendo romper el hielo, el entonces presidente de Chile Ricardo Lagos, se presentó horas antes de la posesión de Evo Morales a la presidencia de Bolivia, tras ganar las elecciones de 2005, en una vivienda que el recién elegido ocupaba en el barrio de Miraflores para expresarle el apoyo de su Gobierno a una salida de Bolivia al Pacífico.
Desde entonces Morales trabajó en silencio con el Ejecutivo de Chile llegando a establecer una agenda de discusión de 13 puntos que fue burlada por el Gobierno del Mapocho. En la reciente cumbre de Celac que se celebró en Santiago de Chile Morales insistió en la demanda boliviana y dijo que Chile ha violado sistemáticamente los tratados firmados por los dos países después de la Guerra del Pacífico.
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