Ley de fuga o Tropas de Elite anticorrupción

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El controvertido ministro Carlos Romero pidió la “ley de fuga” para los sicarios que actúan en el país. La declaración, como casi siempre, sucede después, es decir, cuando se ha desatado la ola de violencia. La medida, puede resultar ejemplar, coinciden policías convocados por DATOS, pero cuando la violencia se desata alimentada por el narcotráfico que a su vez se nutre de la impresionante cantidad de cultivos de coca, es muy probable que las condiciones estén dadas para que el país se convierta en el refugio de organizaciones criminales muy peligrosas.

Cuando el ex presidente Eduardo Rodríguez Vetzé dejó el Gobierno antes de traspasar la banda presidencial a Evo Morales, en el Chapare existían poco menos de 7.000 hectáreas de coca ilegal y los mercados de las zonas de Los Yungas de La Paz estaban controlados para el consumo tradicional. Hoy, existen más del doble de hectáreas en las que se planta el arbusto y hay zonas impenetrables donde ha crecido la planta. Un ex policía antinarcóticos dijo en off que “el narcotráfico tiene el poder de comprar territorios y operar impunemente”. “Ocurría en Colombia de los años. Entonces los narcotraficantes eran más queridos que los policías y poblaciones enteras los protegían. Algo parecido está sucediendo en el país”.

Unas imágenes aterradoras

En las imágenes se vio claramente a un sicario victimando a tiros a quien más tarde fue identificado como Honorio Rodríguez, beniano de 47 años, que aparece en la pantalla corriendo de derecha a izquierda; cae impactado por un tiro, recibe un segundo disparo a mansalva y cuando trata de incorporarse es pateado como un animal; finalmente es rematado con un tiro en la cabeza. Las imágenes conmovieron al país.

Poco después del crimen, el encargado de la seguridad del Estado dijo que se reforzará el patrullaje policial en la ciudad de Santa Cruz donde ocurrió el crimen. Más tarde, se supo que el combate al sicariato estará a cargo de los “Chachapumas”. Los policías consultados por DATOS aseguraron que la medida es acertada pero a la vez “muy riesgosa”. Recordaron que los “Chachapumas” son un grupo de elite encabezados por el controvertido capitán Walter Andrade. A él se le atribuye el operativo de abril de 2009 en el Hotel Las Américas y, para citar otro caso, el atentado contra un medio de comunicación en Yacuiba con una movilidad alquilada por la embajada venezolana.

El clima de preocupación se instaló en el propio Gobierno. El presidente Morales en persona instruyó que se debe combatir esta ola de crímenes. El diario El Deber de Santa Cruz aseguró que 35 ajustes de cuentas han sucedido en lo que va de 2013 y que apenas 15 de esos casos han sido aclarados por los estamentos de la policía. Se sospecha que Santa Cruz podría empeorar sus niveles de violencia por la presencia de extranjeros que ingresan a ese departamento sin la orden de migración correspondiente. Es alarmante la presencia de colombianos, mexicanos y brasileños; clanes conocidos por comandar organizaciones criminales.

El Gobierno ha tratado de minimizar la presencia de elementos extranjeros ligados a los carteles de la droga. Pero incluso con información de bajo perfil para no causar alarma, resulta imposible negar la presencia del crimen organizado, asentada en la capital oriental. Un ex policía que fue encargado de la lucha contra el narcotráfico recordó que el Gobierno de Brasil ha declarado la guerra frontal a las bandas criminales que operan en el tráfico de cocaína que se interna por Bolivia; y advirtió que es probable que hayan decidido cambiar métodos en nuevos espacios de territorio. “Lo que está pasando en Bolivia puede ser una repercusión, el rebalse de las peores organizaciones criminales están buscando asentarse en Bolivia porque la policía no tiene la capacidad de combatirlos”.

“En Brasil la lucha contra las drogas es una guerra declarada con equipos sofisticados, potencial bélico, helicópteros, vehículos de asalto y policías anticorrupción con órdenes de matar. Estas acciones son acompañadas por una justicia también incorruptible e intachable; fiscales probos que atienden las causas con celeridad y sin presión de otros niveles. Lamentablemente en Bolivia la policía no está entrenada, es susceptible a la extorsión y la idoneidad de los encargados de administrar justicia está en proceso de descomposición. Son factores que facilitan a los carteles de la droga a intervenir en un país”, dice el ex jefe antinarcóticos.

DATOS accedió al guión de la película brasileña “Tropa de Elite 1” y “2”.  La película narra la historia de un policía que combate el crimen organizado y se convierte en un personaje de la cultura brasileña. La crítica ha señalado que Tropa de Elite merece ser vista dos veces. Para observar lo que pasa en la pantalla y para ver la reacción del público que ovaciona al policía cuando tortura a los delincuentes en la primera película y cuando zarandea a un político corrupto en la segunda. Sin embargo, se aclara que no todos los actos de este personaje de ficción deben ser festejados necesariamente.

La aclamación de la película es por el hecho de que los ciudadanos independientemente de su nacionalidad, región o clase social, quieren circular por las calles sin temor a ser asediados por criminales y desean que esa seguridad sea garantizada por una policía impecablemente honesta y de hombres probos. El personaje de la película es irreductible en su repudio a la corrupción, sea esta practicada por la propia policía o por las autoridades encargadas de la Seguridad Ciudadana. Esa pureza brutal es la que lo califica para asumir la talla de un héroe nacional.

El gobernador Rubén Costas que hace un par de años generó una controversia al señalar vínculos de altos funcionarios de la actual administración con el narcotráfico, tras presenciar el crimen en la TV dijo: “advertí que Santa Cruz podía convertirse en una nueva Juárez”, en alusión a una de las ciudades más peligrosas del planeta donde han asentado su actividad ilegal varios carteles del tráfico de drogas y se pelean por ocupar y ganar ese territorio en la frontera con los Estados Unidos.

Otro elemento de alarma y preocupación se sumó a la ola de violencia cuando se conoció un blog en el que sicarios ofrecen sus servicios en Bolivia. “No se puede dar este hecho como enteramente cierto, pero si se está manejando esa información es que Santa Cruz es atractiva para el crimen organizado”, dijo el ex general de la policía Freddy Soruco.

Acciones recurrentes

Periodistas cruceños con los que conversó DATOS recordaron que en la década de los 80´ sucedió una ola de violencia parecida. Entonces en el auge de la dictadura de Luis García Meza se tenía que andar con el Jesús en la boca porque operaban sicarios que se reunían en locales públicos. A plena luz del día se podía ver reunidos a estos grupos departiendo en mesas con vista a la plaza principal. Recuerdan enfrentamientos entre uniformados y narcotraficantes colombianos. “Fue el cártel de Medellín, de Pablo Escobar, el que patentó la modalidad de los sicarios motorizados, en la década del 80´. Pronto estos asesinos a sueldo se hicieron tristemente célebres y no tardaron en arribar a países como México, Bolivia y Perú”.

En la misma época fueron asesinados a mansalva varios peces del narcotráfico. Manifestaron que ahora la actividad del crimen ha recrudeciendo no por su violencia propiamente dicha, sino por las necesidades subyacentes a la actividad. Un ejemplo es el increíble auge de la necesidad de dinero. Además de los grupos que operan en el tráfico de drogas, hay otras actividades por todos conocidas que han generado un grado de violencia extrema. En Santa Cruz es fácil recurrir a grupos de extranjeros, que operan sin reglas, por ejemplo, en el préstamo de dinero. La FELC-C no descarta que el colombiano detenido y que es la primera pista para aclarar el asesinato de Honorio Rodríguez, esté relacionado a esa actividad conexa al narcotráfico que florece como hiedra venenosa en la capital oriental.

“Otorgan préstamos desde 1.000 a 50.000 dólares sin control ni reglas claras. Es bastante común que a esas casas de préstamo ilegal de dinero acudan personas seguras de cumplir compromisos prendarios por la facilidad que se les otorga. Los préstamos se hacen  a sola firma sin establecer condiciones como lo harían las entidades bancarias que operan bajo reglamentación. Si no pagas te matan”, asegura un periodista que siguió de cerca esta actividad delictiva.

Bolivia es el tercer productor mundial de cocaína, por debajo de Perú y Colombia. “Ahora se lavan millones de dólares del narcotráfico y sicarios extranjeros perpetran asesinatos a plena luz del día, mientras que los grandes casos pasan ´tranquilos´ por el Poder Judicial”, dice uno de los periodistas, quien asegura que uno de los peores problemas es la permisibilidad de la justicia.

El dinero del lavado

Así como no los tiembla la mano para ajusticiar a sus víctimas, a estos grupos tampoco les tiembla la billetera para adquirir bienes y/o alquilar viviendas y departamentos de lujo. En Santa Cruz las mansiones han incrementado de precio y los alquileres que se pagan son de lejos los más altos de Bolivia. Hay casas que se ofrecen con toda facilidad entre los 600000 a 1.000.000 de dólares precios hasta hace un par de años eran impensados. Un operador en transacciones de bienes raíces opina que estos precios se han disparado gracias a la enorme cantidad de circulante, en su generalidad proveniente del lavado del dinero sucio del crimen organizado.

Ese crecimiento económico tampoco tiene correlato con políticas públicas de seguridad, dicen los expertos. Además otro de los factores apuntados para el recrudecimiento de los niveles de violencia es que la población esta desprotegida. Las 130 cámaras que se han instalado son insuficientes. Los sicarios saben que cuentan con este tipo e ventajas y actúan sin contemplaciones, con absoluta impunidad. Expertos en seguridad ciudadana opinan que es peligroso que el Gobierno declare un estado de guerra contra los extranjeros y peor pedir a las fuerzas del orden que aplique “ley de fuga”. Esto podría dar lugar a lo que se conoce en el Occidente del país con la “justicia comunitaria” que ha probado su escasa eficiencia. ¿Cuántas personas inocentes han sido ajusticiadas bajo este reglamento propio de las sociedades medievales?, se preguntan los expertos.

La sociedad de hoy no es la mima de los 80´. Por su propio perfil psicológico los sicarios son fríos y saben dónde actuar. Un policía refuerza: “como el Estado ha dado muestras de que falla en la seguridad, nosotros que somos víctimas tenemos la tendencia de buscar soluciones personalizadas, individuales, pero se ha comprobado que esa reacción no es ninguna solución y peor, podemos estar al frente de una verdadera descomposición social sin advertir la causas que nos están exponiendo a la violencia”.

El Gobierno tiene un enorme desafío: probar que la policía protege a la población civil y que no es corrupta. Un rápido sondeo en algunos lugares públicos realizada por DATOS en Santa Cruz arroja que el policía deja pasar cualquier infracción recibiendo una propina. Nadie de los consultados en un similar sondeo realizado en La Paz cree la versión sobre el suicidio del teniente Jorge Clavijo, aunque sea cierto. Se agrava el nivel de contaminación y afecta la credibilidad de la policía. “Ninguna policía puede ser eficiente si tiene corruptos en sus cuadros”, dice un ex policía. Las experiencias más destacadas en el mundo obtienen resultados cuando hay una relación directa entre moralización y de la criminalidad.

Pero la moralización acaba siendo apenas una linda palabra, sino viene acompañada de una verdadera restructuración de las fuerzas del orden. “Lo que falta son reformas verticales para purgar a los elementos corruptos y profesionalizar a los honestos. El sueldo de un policía raso que trabaja en seguridad no llega a los 1.000 bolivianos. Son ellos lo que están expuestos a enfrenamientos callejeros. En caso de muerte o invalidez un policía en EEUU recibe además de homenajes fúnebres una indemnización para la familia en el orden de los 200.000 dólares. En Bolivia las viudas de los policías tienen por lo general que pelear durante años para recibir miserables pensiones”.

Las imágenes de TV que todos los bolivianos alcanzamos a ver el pasado lunes 14 en las calles de Santa Cruz revelan que no es apenas la intención de combatir el crimen organizado convocando a los Chachapumas ni pidiendo participación efectiva de la sociedad. Los encargados de la seguridad deberían darse cuenta que sea cuales hayan sido las causas del ajusticiamiento de Honorio Rodriguez, este acaba siendo en suma un héroe de la tragedia boliviana.

Medidas drásticas

“Hoy es muy común escuchar que se incautan grandes fábricas de cocaína pero no se conoce en la misma proporción la detención de los capos que fomentan estas operaciones criminales. Hay quienes hablan de una colaboración encubierta. Déjame de ver por un tiempo y a cambio te ofrezco esto”, asegura el ex jefe antinarcóticos.

Un caso verdaderamente apasionante es la intervención al departamento de Policía en Los Angeles. Estados Unidos entre 2000 y 2009. Dos episodios fueron decisivos para determinar esa drástica medida: el asesinato del taxista negro Rodney King a manos de policías blancos en 1991, incidente que gatilló una serie de motines raciales. Y el apresamiento en 1999 de un grupo de policías por asesinato y vinculaciones con el tráfico de cocaína. Entonces, el departamento de Justicia de los Estados Unidos pasó a dirigir directamente a la Policía. Se fijó  metas que debían ser cumplidas. Contrató a Willian Bratton, gestor de las fuerzas de seguridad que ayudó al prefecto Rudolph Giuliani a convertir Nueva York en la metrópoli más segura del país.

Bratton adoptó medidas que ya habían sido testadas y medidas en NY. Invirtió en la cooperación con otras policías y agencias de seguridad, como el FBI; inició una gestión basada en la obtención de resultados y sobre todo arrestó criminales en escala industrial (750.000 presos en siete años).

Con tales medidas la reducción del crimen es la segunda más acentuada entre las 10 principales ciudades norteamericanas (pierde apenas frente a NY). Todo eso fue realizado es bueno recordar sin ninguna tolerancia con la brutalidad policial. “No se puede romper la ley para imponer la ley”, dice Bratton, hoy retirado del servicio activo.

 

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