Objetivos del Milenio en LA y el Caribe a 2 años del límite

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United explicanations.- Hace ya casi 13 años fue firmada en Nueva York la “Declaración del Milenio” por los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En este documento los países firmantes se comprometían a trabajar en la mejora de las condiciones de vida de la población mundial, acordando 8 objetivos básicos a alcanzar para el 2015.

 

¿En qué situación se encuentra la región Latino América y Caribe (LAC) al respecto? ¿En qué objetivos ha logrado avanzar y en cuáles no? Y quizás, lo más importante, ¿han sido efectivas las acciones emprendidas de cara a la población?

Estos son los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM):

1-      Erradicar la pobreza extrema y el hambre,

2-      Lograr la enseñanza primaria universal,

3-      Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer,

4-      Reducir la mortalidad infantil,

5-      Mejorar la salud materna,

6-      Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades,

7-      Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y

8-      Fomentar la asociación mundial para el desarrollo.

La declaración comprende también una serie de variables como metas para contribuir en la estrategia de alcanzar los objetivos.

Aunque LAC presenta un alto nivel de afinidad común en lo histórico, socio-cultural, económico y político, lo cierto es que a la hora de hablar de los ODM, no todos los países que conforman esta entidad geopolítica han partido del mismo punto. Aspectos como el nivel económico-productivo, la estabilidad socio-política o la cooperación internacional hacen que el seguimiento de los ODM deba ser tratado por zonas específicas de la región. Sin embargo, en esta entrada facilitaremos una explicación general de la situación de cada objetivo.

Deberes cumplidos, deberes pendientes

Informes presentados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentan un panorama inestable aunque alentador.

Se ha logrado reducir a la mitad la proporción de malnutrición infantil. En cuanto a la pobreza extrema, la situación ha sido variable en la región. Si bien se lograron avances en los años anteriores a la crisis financiera en algunas zonas (Brasil y Jamaica han logrado la meta), en el Caribe el avance no fue tan evidente. A esto habría que agregar la ralentización que la coyuntura económica ha supuesto durante estos años para alcanzar esta meta en el 2015.

El acceso a la educación primaria universal se ha alcanzado en Cuba y presenta un rápido avance en países como Colombia, Costa Rica, México; pero obteniendo un crecimiento muy marginal e incluso ninguno en el resto de la región.

En lo concerniente a la igualdad de género la región ha avanzado en ofrecer  acceso igualitario a la educación y al empleo, aunque persisten ciertos patrones, como por ejemplo la violencia hacia la mujer o el acceso a la participación política efectiva (limitada por variables de clase social aunque legalmente garantizada).

La mortalidad infantil ha disminuido como tendencia general y en países como Argentina, México y Guyana se ha logrado cumplir con esta meta. Sin embargo, los efectos de la desnutrición que aún existen en la población con más pobreza pueden significar un lastre para alcanzar este objetivo en los próximos años.

En cuanto a salud materna, el Caribe y Centroamérica presentan una alta tasa de mortalidad materna y un bajo acceso al parto asistido por personal cualificado. Las prospecciones indican que, en general, este objetivo será difícil de alcanzar en la región, principalmente por el hecho de que Latinoamérica es la segunda región en desarrollo con la tasa más alta de embarazos en adolescentes (de entre 15 y 19 años), detrás del África Subsahariana.

La incidencia del VIH/SIDA ha retrocedido lentamente en toda la región, pero la situación en el Caribe (con la segunda tasa más alta de nuevas infecciones a nivel mundial) hace aumentar este indicador para toda la región. Como dato positivo, han aumentado los porcentajes de población que recibe terapia antirretroviral y el de mujeres que reciben medicamentos para prevenir la transmisión del VIH de madre a hijo. En términos de paludismo, dengue y la fiebre amarilla las tasas de incidencia, aunque controladas, siguen estando en niveles similares a años anteriores; y en casos particulares se han producido incrementos ocasionados por brotes puntuales de dengue y fiebre amarilla, principalmente en las áreas selváticas de Suramérica.

Quizás los datos más desalentadores se registran en los ámbitos de sostenibilidad  medioambiental  y asociación para el desarrollo. Si bien en el primero se han cumplido las previsiones en lo concerniente al acceso al agua potable, aún existe un alto porcentaje de población que vive en tugurios y una elevada tasa de personas que no cuentan con acceso a letrina o inodoro. Latinoamérica sigue registrando hoy en día el índice de deforestación más alto a nivel mundial, acompañada de un aumento en la pérdida de diversidad biológica.

En cuanto a la asociación para el desarrollo, a pesar de los esfuerzos en cooperación realizados por los gobiernos de la región en los últimos años, la mayoría de los países latinoamericanos tienen una economía basada en la exportación de materias primas, con una alta monodependencia y un sistema productivo débil. Esto, les hace más vulnerables a la inestabilidad del mercado y les sitúa en una posición desventajada para la inserción en el sistema comercial internacional; aun tomando en cuenta que se ha logrado obtener índices positivos en términos de crecimiento económico durante el último año.

¿Replantear el alcance de los ODM?

Diversas organizaciones sociales y profesionales han manifestado argumentos en contra de los ODM, tales como su corto alcance y la no inclusión de otros derechos – como el que reclaman los aborígenes a la autodeterminación  y el reconocimiento del colectivo homosexual y transexual-. Otras, argumentan que la falta de uniformidad en los criterios estadísticos empleados para medir el alcance de los ODM permite cierta manipulación por parte de los gobiernos para adecuar sus estadísticas a estos y, así, obtener cierto prestigio y reconocimiento en el foro mundial.

Aunque los avances obtenidos hasta ahora han salvado millones de vidas durante los últimos años y pueden ayudar a salvar muchas más, los objetivos propuestos sólo abordan los efectos causados por una estructura propia del sistema industrialista [1] -capitalista o comunista- origen de esas desigualdades, proponiendo la afinación de ciertos puntos en esa estructura para evitar el cambio de la misma.

Debido a esto todavía existe gran parte de la población mundial viviendo en tugurios y expuesta a pobreza extrema. Esto contribuye a que situaciones como: la falta de acceso al agua potable, la deserción escolar, el embarazo adolescente, la falta de planificación familiar, la alta incidencia de enfermedades y la desigualdad, sigan produciéndose y por ende incidan negativamente en los beneficios a largo plazo de los resultados hasta ahora obtenidos. Trayendo como consecuencia que los obstáculos hacia un verdadero desarrollo sean muy difíciles de superar bajo los esquemas actuales.

Para acercarnos más a la realidad, el portal de United Explicanations recomienda visitar la web The Place We Live.

[1] TOFFLER, Alvin. La Tercera Ola. 1º edición. Barcelona: Plaza & Janes. Noviembre, 1980.