Violento desalojo a vigilia en el CONAMAQ
Un grupo de personas desalojó ayer a chicotazos y empujones a los indígenas que mantenían una vigilia en la calle, en puertas de la sede del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), en espera de que el Gobierno les permita ingresar a esas oficinas.
El grupo afín al Gobierno, liderado por Hilarión Mamani, llegó hasta el lugar después de mediodía y empezó a desarmar las carpas, sacar los colchones y pertenencias de los indígenas ante la mirada de los policías que resguardan el edificio desde el 13 de diciembre pasado por orden del Gobierno.
El subcomandante departamental de la Policía, Carlos Clavijo, que se encontraba en el lugar, consultado por la prensa se limitó a señalar que el grupo llegó con un notario de fe pública, por lo que se lo dejó pasar.
Las mujeres y varones que se encontraban en vigilia, ante la agresividad del grupo de Mamani, no se resistieron al desalojo y se retiraron de forma pacífica.
En las imágenes que difundieron ayer los canales de televisión, del momento del desalojo, se vio cómo el grupo de Mamani propinaba golpes y chicotazos a los miembros del otro grupo para forzarlos a dejar el lugar.
El 11 de diciembre del año pasado, arrogándose la representatividad de los pueblos de las tierras altas tras un congreso paralelo que tuvo el respaldo del Gobierno, Mamani junto a otras líderes disidentes del Conamaq llegó hasta la sede para ocupar la misma, pero se encontró con la resistencia de las autoridades originarias, lideradas en ese momento por Félix Berrera.
Desde esta fecha, las oficinas de la organización ubicada en la zona de Sopocachi de la ciudad de La Paz, estuvieron resguardadas por la policía, según el Gobierno para evitar enfrentamientos entre los dos grupos y hasta que resuelvan el conflicto interno de representatividad.
Cancio Rojas, una de las principales autoridades del Conamaq, elegida en un Jacha Tantachawi -Concejo de Consejos de los ayllus el 13 de diciembre, denunció ayer la injerencia directa del Ejecutivo en el desalojo y la protección policial, dispuesta para el grupo de Mamani.
Rojas, quien dijo ayer encontrarse en la clandestinidad para resguardar su vida, aseguró haber recibido amenazas de muerte por parte del grupo de Mamani y responsabilizó de la toma de la sede al Gobierno.
Rafael Quispe Flores, exdirigente del Conamaq y crítico al Gobierno, desde su cuenta una de red social, informó que se encontraban reunidos, evaluando lo sucedido. “Después de la violenta toma de la sede, nuestro destino es seguir luchando, no nos cansaremos (…)” escribe.
Mamani, por su parte, ya desde dentro las oficinas del Conamaq, manifestó que cumplieron con el mandato del consejo de los ayllus, de no permitir que se el grupo de Quispe se “eternice” en la dirección del Conamaq.