Celac proclama a AL y el Caribe como zona de paz
“Proclamo solemnemente a América Latina y el Caribe como zona de paz”, dijo el presidente cubano, Raúl Castro, que encabeza la cumbre, en un plenario en presencia de 30 mandatarios de los 33 países del bloque.
La Celac proclamó este miércoles a América Latina y el Caribe como “zona de paz” en la cumbre de La Habana, y los 33 países del bloque renunciaron al uso de la fuerza para resolver disputas con sus vecinos a fin de dejar atrás los conflictos armados.
“Proclamo solemnemente a América Latina y el Caribe como zona de paz”, dijo el presidente cubano, Raúl Castro, que encabeza la cumbre, en un plenario en presencia de 30 mandatarios de los 33 países del bloque.
La proclamación de “zona de paz” es el acuerdo más simbólico de los adoptados por los mandatarios en la cumbre de dos días de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), región donde muchos países mantienen disputas limítrofes con sus vecinos.
Los 33 países asumieron “el compromiso permanente con la solución pacífica de controversias a fin de desterrar para siempre el uso de y la amenaza de la fuerza en la región”, dijo Castro.
Entre los 30 mandatarios en el plenario de Celac estaban los de Chile, Sebastián Piñera, y Perú, Ollanta Humala, que están juntos por primera vez luego de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya fallara a favor de Lima el lunes en un litigio por los límites marítimos, que es inapelable y que ambos países se comprometieron a cumplir.
En Cuba además se desarrollan actualmente las conversaciones de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla comunista de las FARC, destinadas a poner fin al último conflicto armado en América Latina, que persiste desde hace medio siglo. Las conversaciones comenzaron en noviembre de 2012, con Cuba y Noruega como garantes, y Chile y Venezuela como acompañantes.
Pronto podrían comenzar diálogos de paz entre Bogotá y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), otra guerrilla que -igual que las FARC- tomó las armas hace medio siglo.
La región de América Latina y el Caribe, declarada Zona Libre de Armas Nucleares en 1969, ha vivido diversos conflictos armados en las últimas décadas.
En los años 70 y 80 Centroamérica fue incendiada por sangrientas guerras civiles entre ejércitos y guerrillas.
En el caso de Nicaragua, los “contras” armados por Estados Unidos operaban desde la vecina Honduras, con el beneplácito de sus autoridades.
Sudamérica vivió “La guerra del Cenepa”, entre Ecuador y Perú en 1995, desatada por disputas fronterizas, mientras que en 1978 Chile y Argentina estuvieron al borde de una guerra -evitada a último minuto por mediación del papa Juan Pablo II- por unas islas en el canal de Beagle, en el extremo austral del continente.
Asimismo, América Latina ha sufrido otros conflictos en los que han participado fuerzas extranjeras, como las invasiones de Estados Unidos a Granada (1983) y Panamá (1989), y la Guerra de las Malvinas que enfrentó a Argentina y Gran Bretaña en 1982.
Raúl Castro instó “a todos los Estados miembros a respetar plenamente esta resolución” y resolver todas sus disputas de forma pacífica, por la vía del diálogo y la negociación, y en plena consonancia con el derecho internacional”.
“Los problemas existen y hay que buscarles soluciones diarias”, agregó, en la reunión de dos días de los líderes de la Celac que culmina este miércoles.
El gobernante cubano, que recibió en esta cumbre un espaldarazo de América Latina y el Caribe frente a la política de Estados Unidos, afirmó que esta región de 600 millones de habitantes necesita la paz para avanzar.
“La paz (…) es un bien supremo y anhelo legítimo de todos los pueblos y su preservación es un elemento sustancial de la integración de América Latina y el Caribe”, dijo Castro.
La proclama de la zona de paz es uno de los 26 documentos aprobados en la cubre, además de la declaración de más de 80 puntos y un plan de acción para 2014.
La declaración ratifica el apoyo de Celac al reclamo argentino sobre las islas Malvinas, rechaza el embargo de Estados Unidos contra Cuba y que la isla figure en la lista negra de Washington como país que apoya el terrorismo, entre otros puntos.