Cambio climático, inundaciones, improvisación y negligencia
Nuevamente estamos en emergencia y casi un tercio del país está inundado. De acuerdo con las palabras del mismo Presidente en su discurso en la inauguración de la planta de gas de Itaú, esta situación “nos ha sorprendido”. Es así que todos los años las inundaciones de la época de lluvias nos causan sorpresa y se atiende a los damnificados de forma improvisada y precaria. Más aún, una vez que pasan estos eventos, se los olvida. Lo más preocupante es que los planes de reconstrucción, luego de que ocurren desastres y pérdidas, nunca llegan a ser implementados.
Según datos del Viceministerio de Defensa Civil, el 9 de febrero los 9 departamentos del país habían sido afectados, 44 personas perdieron la vida, 46.800 familias han sido damnificadas, más de mil viviendas dañadas, y la cantidad de hectáreas de cultivos anegados o destruidos por las inundaciones continúa aumentando. En el Beni se reporta una gran cantidad de cabezas de ganado muertas. Lo peor es que todavía tenemos al menos un mes más en el que estas condiciones podrían sufrir un mayor deterioro.
Al respecto, de acuerdo con un periódico local, el Presidente dijo en Cliza que esta situación se debe al calentamiento global y culpó “a las potencias que no quieren asumir su responsabilidad ni para expresar su solidaridad”. Advirtió que lo que pasa en el mundo es “algo grave” y que empeorará si continúa la negligencia de las potencias para asumir acciones concretas para frenar la contaminación del planeta” (31/1/2014).
Evidentemente es algo muy grave, pero culpar a las potencias y nada hacer en el país para enfrentar los desastres climáticos anunciados también es irresponsabilidad. Además, no solamente las potencias contaminan, son negligentes y no asumen su responsabilidad, sino que en el país hacemos lo mismo. Lo que está ocurriendo es producto de nuestra negligencia porque en vez de invertir en prevenir los impactos del cambio climático, disminuir nuestras emisiones y controlar la contaminación, se hace todo lo contrario.
Por ejemplo, el modelo de desarrollo adoptado por el Gobierno es intenso en emisiones de gases de invernadero, no toma en cuenta la variable ambiental en el diseño de sus proyectos y la gestión ambiental no funciona, ya que no existe ningún control de la contaminación ni de la deforestación.
Por otra parte, no se realizan avances dirigidos a la adaptación, comenzando porque el país no cuenta con un sistema de alerta temprana eficiente y que cubra la mayor parte de los municipios del país. Los sistemas de alerta temprana son fundamentales para prevenir pérdidas de vidas y evitar desastres mayores, y cuestan menos que una cancha de fútbol sintético, pero solamente 7 gobernaciones y 43 municipios cuentan con uno. Los mismos han sido financiados por la cooperación internacional.
En el país la única fuente importante de financiamiento para el cambio climático ha sido la cooperación internacional y las detestadas ONGs han promovido medidas de adaptación y mitigación. Ahora que se expulsa a entidades de cooperación y se cierran ONGs, ¿quién hará algo para salvarnos del cambio climático?
Como el Gobierno nada hace para prevenir estos desastres, elaboramos una serie de propuestas para que las gobernaciones y municipios integren el cambio climático en sus planes de desarrollo y se preparen para enfrentar sus impactos (1). Sin embargo, a pesar de nuestros esfuerzos para convencerlos, como no hay un mandato desde arriba para incluir el tema, no se han interesado. Hasta ahora, solamente la gobernación de Santa Cruz, el municipio de la ciudad de La Paz y algunos municipios de Tarija tienen un plan de cambio climático en implementación.
Ojalá que estos tristes eventos que hoy vivimos sirvan para tomar conciencia de la magnitud y la importancia del problema y, en consecuencia, que las gobernaciones y municipios comprendan que deben invertir recursos en medidas de prevención, adaptación y mitigación.
A pesar de que en las negociaciones sobre cambio climático de las Naciones Unidas no se pudo llegar a acuerdos trascendentes, muchos países desarrollados y en desarrollo están haciendo cuantiosas inversiones para la implementación de estrategias de lucha contra el cambio climático, así como en energías renovables y tecnologías de bajo impacto ambiental.
El cambio climático es responsabilidad no solamente de los países que realizaron los inventos para utilizar los combustibles fósiles, sino de todos los países que actualmente utilizan esos combustibles y esa tecnología. De hecho, actualmente los países en desarrollo son los que están aumentando más rápidamente sus emisiones y el país que emite más gases de invernadero es China.
Mientras sigamos culpando a otros países y no tomemos medidas a nivel nacional, departamental y municipal, estos desastres continuarán erosionando nuestras perspectivas de vivir mejor, causando sufrimiento y la población más pobre y vulnerable difícilmente podrá recuperarse de las pérdidas. Lo más preocupante es que de acuerdo con los científicos, los eventos climáticos anómalos serán más intensos y extremos en el futuro.
(1) ¿Por qué las gobernaciones deben incluir el cambio climático en sus planes de desarrollo y Estatutos Autonómicos? (2012). Propuestas para que los Municipios enfrenten el cambio climático (2013). Guía Metodológica sobre Cambio Climático para los Gobiernos Autónomos. Planes de Desarrollo, Estatutos Autonómicos y Cartas Orgánicas. (2013).