“Evo es el caudillo que tiene el MAS y será el referente más importante no sólo en las elecciones de este año, sino para la historia de Bolivia”, dice un analista.
Sin Evo Morales, el Movimiento Al Socialismo (MAS) dejaría de existir. Así coincidieron oficialistas y opositores, cuando se cumplen 19 años de la fundación del Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (IPSP), y para la oposición pasó de ser líder a caudillo.
Para los masistas, Evo Morales es un “líder nato”, mientras que en la oposición sostienen que es un “caudillo”, al igual que en los partidos del viejo sistema político en el país.
“El MAS tiene una fortaleza que a la vez es un pecado. Es que está organizada exclusivamente alrededor de una figura muy grande como es Evo Morales, no es una figura pequeña, es una figura enorme. Si Morales faltara, el MAS dejaría de existir”, sostiene Carlos Hugo Laruta, dirigente político de Unidad Nacional (UN).
Son más de ocho años que el MAS está en el Gobierno, tiempo en el que logró el control de la mayoría de las instituciones del Estado, entre ellas la Asamblea Legislativa Plurinacional, donde dos tercios de sus miembros son oficialistas.
“Sin el presidente Evo Morales muere el MAS, y para eso falta poquito. Pero no muere el proceso de cambio”, afirmó la disidente del oficialismo Rebeca Delgado, quien explicó que la cúpula gubernamental siempre se opuso a la formación de líderes y de nuevos cuadros políticos porque “no quieren ser sustituidos”.
El diputado del Movimiento Sin Miedo (MSM) Fabián Yaksic comenta que Morales se ha transformado de líder a caudillo, en una “lógica hiperpresidencialista”, porque en torno a él se ha generado un “régimen” de gobierno.
Las organizaciones sociales se constituyen en la principal fuerza de Evo Morales, y estos movimientos reconocen al MAS sólo como su instrumento político para participar en los procesos democráticos formales y para mantenerse en el poder.
Morales es jefe nacional del MAS y presidente de las Seis Federaciones de Productores de Coca del trópico de Cochabamba. El diputado oficialista Javier Santibáñez afirma que su liderazgo es incluso más importante que el carácter orgánico del MAS o de las organizaciones.
“Es indiscutible” el liderazgo del Presidente, complementa el diputado Lucio Marca (MAS).
En el partido gubernamental se habla de quienes son del MAS, de los que siguen al partido -aunque cautivados por la figura de Morales- y de quienes son calificados de “evistas”.
Esta tendencia no es del gusto del presidente Evo Morales. “No estoy de acuerdo en que el ‘evismo’ crezca. Tiene que crecer (el número de) gente que apueste por el cambio y (el cambio) es el MAS IPSP. Es una de las tareas que tenemos”, dijo en un ampliado de las Seis Federaciones de Productores de Coca en Lauca Ñ, en el trópico cochabambino.
Laruta sostiene que la tendencia “evista” es muy fuerte.
Punto de vista
Marcelo Silva
Analista político
En el MAS sólo trabajan para Evo
Evo Morales es la razón de vida del MAS. Es imposible pensar en una reproducción del MAS sin la presencia del presidente Evo Morales.
Este fenómeno pocas veces se presenta en la historia de los países. Morales marca una presencia con el apoyo de las organizaciones sociales y populares de Bolivia.
Indiscutiblemente, Morales es el caudillo que tiene el MAS y será -sin duda- el referente más importante, no sólo en las elecciones de este año, sino para la historia de Bolivia.
Desplazarlo es imposible porque el desplazamiento del caudillo dentro de la estructura de un partido implica opacar al mismo MAS.
Además, el caudillo Morales impide al MAS tener otros líderes. Los alcaldes y gobernadores del partido de gobierno tienen que menguar sus figuras políticas para dar siempre espacio a Evo Morales.
Eso no pasa con la oposición. Ahí existen espacios de promoción de líderes.
Critican su falta de autocrítica en manejo del Estado
Opositores no ven una actitud autocrítica del Movimiento Al Socialismo (MAS) en el manejo del Estado.
El diputado del MSM Fabián Yaksic manifestó que el oficialismo ha ingresado en un proceso “desesperado de la reproducción del poder” con una visión “conservadora”, pero con una actitud poco democrática.
De los 19 años de creación del MAS, más de ocho está en función de gobierno. Se alista para participar en las próximas elecciones nacionales con el mismo binomio, Evo Morales y Álvaro García Linera.
Rebeca Delgado, que fue parte del MAS y del Gobierno, reitera que se formó una brecha entre visión originaria del MAS y la forma de administrar el Estado.
“Ya no hay posibilidad de recomponerse, porque primero toda esa cúpula (debe) determinar responsabilidades en el caso Chaparina, extorsión, o en el reciente caso de (AIR) catering; (entonces), así podríamos pensar en alguna forma de reparación o simplemente está descompuesto”, sostuvo.
La senadora Carmen García (MAS) destaca la construcción colectiva del MAS para el proceso de cambio, aunque ve limitaciones. “Podríamos haber tenido algunas limitaciones, como el acercamiento a las instancias (organizaciones) sociales”, dice. Planteó la necesidad de “integrar” más a las organizaciones indígenas y que ese tema debe ser parte de las reflexiones.