Bachelet pide normalidad en relaciones con Bolivia.

Recalcó que respecto del juicio de ambos países ante La Haya por una salida al mar, Chile insistirá en que el Tratado de 1904 debe ser respetado.

“Chile es un país con vocación de apertura al mundo, y el espacio privilegiado desde el que proyectamos nuestra política internacional es la región sudamericana”. Con estas palabras, ayer la Presidenta Michelle Bachelet dio inicio a la lectura del capítulo de su cuenta pública dedicado al estado y proyección de las relaciones exteriores durante los próximos cuatro años.

Fue el contexto en el que la Mandataria ayer abordó la demanda contra Chile presentada por Bolivia ante el tribunal internacional de La Haya por una salida soberana al mar.

La Presidenta aseguró que Chile continuará basándose en el respeto del derecho internacional, insistiendo así que para el país el Tratado de 1904 -que definió las fronteras chileno-bolivianas- “debe ser respetado”.

Bachelet dedicó un capítulo especial al caso, en momentos en que el propio gobierno, junto a los agentes y los abogados contratados, debate sobre una crucial decisión: si impugnar la jurisdicción de La Haya y, de ser así, si hacerlo antes del 15 de julio -fecha límite para presentar excepciones preliminares al caso- o hacerlo presente como parte de la contramemoria que debe ser presentada por Chile antes del próximo 15 de febrero de 2015.

Esto, utilizando como argumento principal que en 1904, año en que se suscribió este tratado, Chile no era parte de los acuerdos internacionales que hoy rigen a la Corte Internacional de La Haya.

Pese a esto, la Mandataria hizo un llamado explícito a Bolivia a continuar trabajando en conjunto: “Esperamos que nuestros países sean capaces de mantener la normalidad en el resto de los ámbitos de la relación bilateral”.

En 2006, durante su primer gobierno, la Mandataria suscribió junto a Evo Morales una agenda de 13 puntos de trabajo entre ambos países, que incluía el tema de la salida al mar. Pacto que se congeló de inmediato, tras la decisión de La Paz de concretar la demanda ante el tribunal internacional.

Hoy, el actual gobierno busca oficializar su intención de reimpulsar esta agenda, dejando de lado, eso sí, el punto “6”, que es el que aborda la salida al mar.

“El tema marítimo se deja donde Bolivia decidió colocarlo, es decir, en La Haya, y es ahí donde responderemos a esta demanda”, aseguró ayer el canciller Heraldo Muñoz tras ser consultado respecto de las palabras de la Mandataria (ver nota relacionada).

Las palabras de Bachelet respecto de las relaciones exteriores de Chile no sólo se limitaron a abordar el conflicto con Bolivia. Durante su alocución, la Presidenta informó que una vez que esté concluida la ejecución del fallo de La Haya respecto de los límites marítimos entre Chile y Perú, el gobierno buscará abrir “una nueva etapa virtuosa de relaciones políticas, económicas culturales y de cooperación”.

Además, destacó el relanzamiento del Tratado de Maipú entre Chile y Argentina para reforzar las relaciones bilaterales entre ambos países.

Canciller recibe explicaciones de Ecuador

Para hoy está agendada una reunión entre el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, y el embajador de Ecuador en Santiago.

El jefe de la legación diplomática ecuatoriana llegará hasta el Edificio Carrera, con el propósito de aclarar las declaraciones del Presidente Rafael Correa sobre la aspiración marítima de Bolivia, mientras estuvo de visita oficial en Chile la semana pasada.

Ayer, la prensa ecuatoriana reprodujo nuevas declaraciones de Correa, en las que señala haberse comunicado con la Presidenta Bachelet para explicarle que nunca apoyó una salida soberana al mar para Bolivia. “Nunca me referí al problema de La Haya, nunca me referí a una salida soberana”, dijo Correa, acusando una mala interpretación de sus palabras.

La cita entre Muñoz y el representante del gobierno ecuatoriano fue solicitada por el embajador el lunes, quien se contactó con el canciller mientras éste se encontraba en París, reunido con el equipo jurídico por la demanda de Bolivia.