La excéntrica respuesta nórdica a Forrest Gump

0
277

Es un cuento excéntrico con un título aún más llamativo.

“El abuelo que saltó por la ventana y se largó”, del autor Jonas Jonasson, vendió seis millones de copias y ha sido traducido en 38 idiomas desde que fue publicado originalmente en su nativa Suecia en 2009.

Ahora se espera que la historia atrape nuevos seguidores luego de haberla convertido en una de las películas de mayor presupuesto en Escandinavia.

“Pienso en ella como una película de carretera (road movie)”, dice su director, Felix Herngren.

“Es la historia de un hombre llamado Allan Karlsson, que termina en un asilo donde cumple 100 años. Pero está aburrido y en el día de su cumpleaños, se trepa a una ventana y sale hacia una extraordinaria aventura, que involucra maletines de dinero robados, criminales y elefantes, estos últimos no muy comunes en el paisaje sueco”.

“Resulta que Allan ha tenido una vida extraordinaria, trabajó con explosivos desde que era adolescente, y conoció a Franco, Stalin, Truman, Reagan -todos esos nombres del siglo XX- que también aparecen en el film”.

“En muchos aspectos, existe un elemento de Forrest Gump acerca de él -un hombre simple a quien le ocurren cosas extraordinarias- de tal forma que cuando Jonas vio esa película en 1994 se deprimió mucho, porque ya tenía la idea de su libro en la cabeza”.

“Pero Allan Karlsson es un personaje en sí mismo, es inquisitivo y curioso acerca de la vida y quizás por eso ha logrado cumplir un siglo”.

Crímenes sí, pero divertidos

La novela vendió más de un millón de copias solo en Suecia, pero fue su éxito global -según Herngren- lo que le dio impulso al filme, aunque el presupuesto de la película es minúsculo comparado con los estándares de Hollywood: por debajo de los US$10 millones.

El director es bien conocido en Escandinavia por su filmografía y sus comerciales para televisión, mientras que el actor que interpreta a Allan Karlson, Robert Gustafsson, ha sido votado regularmente como el “Hombre más Gracioso de Suecia”.

A pesar de los nombres, Herngren dice que el proyecto estuvo sometido a mucha presión.

“Amamos el hecho de que el libro sea tan amado en el extranjero, y conseguimos más dinero para hacer la película gracias a su popularidad, pero es una gran responsabilidad capturar el humor y el tono de la historia”.

“Jonas Jonasson está por sus 50 ahora, pero como solía trabajar para la televisión, me dejó solo con el proyecto. Él dijo: ´Haz lo que quieras pero no me desilusiones´. Vio la película tres veces en un día y creo que le gustó”.

Debido al éxito global de historias como “La joven con el Dragón Tatuado”, “Wallander” y “El Asesinato”, los países que integran Escandinavia -Suecia, Noruega y Dinamarca- tienen una reputación por la novela negra. Scandi-crimen es parte del vocabulario popular. ¿Pero cómo va a funcionar Scandi-comedia en la pantalla grande, aun con el Hombre más Gracioso de Suecia al frente?

“El humor sueco es discreto”, explica Robert Gustafsson.

“Creo que tiene mucho en común con el británico. No nos gusta lo sobre-actuado, como Jim Carrey, pero somos bastante físicos. Amamos a Monty Python y a Ricky Gervais. Los Monty Python son dioses aquí”.

“Quizás esta película es un contrapeso a todas nuestras historias de crímenes”, dice Herngren y añade con ironía:

“Mucha gente muere en esta película, quédense tranquilos, pero ellos mueren de formas muy divertidas”.

Mucho por vivir

Gustafsson, quien anda por los 50 años, dice que hacer la película lo confrontó con sus propios miedos a envejecer, al tener que llevar una máscara durante todo el rodaje para dar la impresión de que tenía el doble de edad.

“No era placentero mirarme al espejo, pero un día, cuando estaba disfrazado como mi personaje, una mujer que no tenía ni idea que yo era un actor trató de seducirme, así que hay mucho por vivir, ¡incluso a esa edad!”.

Y eso, cree Herngren, es el secreto de la historia: es un cuento raro de alegría a una edad avanzada.

“Nosotros en Suecia también tenemos esa sensación de que hacerse viejo es una triste parte de la vida, donde uno puede terminar en casa solo, sin nadie que lo visite”.

“Creo que es lindo ver que un hombre huye de su propia fiesta de cumpleaños para irse a explorar el mundo de nuevo y hacer nuevos amigos. Él todavía es curioso acerca de la vida y no juzga a nadie”.

“De hecho, Alan Karlsson hace lo que la mayoría de nosotros debería aprender a hacer. No preocuparse del futuro, confiar en tus instintos y no inquietarse por lo que ya pasó. Por eso es que nos llega su historia”.