Denuncian campaña de limpieza etnica en Irak
Amnistía Internacional denuncia «una campaña sistemática de limpieza étnica en el norte de Irak» por el Estado Islámico
AI explica que «entre las minorías étnicas y religiosas atacadas figuran los cristianos asirios, los chiíes turcomanos, los chiíes shabak, los yazidíes, los kakai y los mandeos sabeos»
En un informe publicado este martes, Amnistía Internacional (AI) ha denunciado que el Estado Islámico (EI) ha cometido varios crímenes de guerra y ha realizado «una campaña sistemática de limpieza étnica en el norte de Irak». «Las matanzas que lleva a cabo el Estado Islámicoofrecen nuevos y desgarradores datos que indican que una oleada de limpieza étnica contra las minorías está azotando el norte de Irak», ha dicho la asesora general sobre respuesta a las crisis de AI, Donatella Rovera.
AI ha explicado que «entre las minorías étnicas y religiosas atacadas en el norte de Irak figuran los cristianos asirios, los chiíes turcomanos, los chiíes shabak, los yazidíes, los kakai y los mandeos sabeos». Además, «muchos árabes y musulmanes suníes a quienes se considera contrarios al Estado Islámico también han sido objeto deataques aparentemente como represalia» al igual que sus lugares de culto, que han sido destruidos.
AI ha recogido «una serie de relatos espeluznantes de supervivientes que describen cómo decenas de hombres y niños de la región de Sinjar fueron capturados por el Estado Islámico, cargados en camionetas y llevados a las afueras de pequeñas poblaciones para ser ejecutados en grupos o fusilados individualmente».
Dos grandes matanzas
La ONG ha reunido datos que indican que en el mes de agosto han tenido lugar varias ejecuciones masivas. «Dos de los incidentes con más víctimas mortales tuvieron lugar cuando combatientes del Estado Islámico asaltaron las localidades de Qiniyeh, el 3 de agosto, y Kocho, el 15 de agosto», ha especificado.
La organización humanitaria ha asegurado que «el número de personas que perdieron la vida sólo en estas poblaciones asciende a varios centenares». «Grupos de hombres y niños de las dos localidades, entre los que había niños de sólo 12 años, fueron capturados por el Estado Islámico, llevados a otros lugares y fusilados», ha denunciado. Uno de los supervivientes de la matanza de Kocho ha relatado que «no había ningún orden». «Ellos (los milicianos suníes del Estado Islámico) llenaban los vehículos de forma indiscriminada», ha recordado. «Algunos no podían moverse y no pudieron salvarse. Estaban tendidos, desesperados de dolor, esperando la muerte. Tuvieron una muerte horrible», ha relatado Salem, otro superviviente que consiguió huir gracias a un musulmán que durante 12 días le llevó comida y agua.
La organización humanitaria también ha recabado el testimonio de Said y Jaled, dos hermanos que sobrevivieron a la matanza de Kocho, aunque perdieron a otros siete hermanos. Said logró llegar a lomos de un asno a las montañas del Kurdistán.
Crímenes de guerra
Además, AI ha denunciado que el Estado Islámico «ha cometidocrímenes de guerra», entre ellos ejecuciones sumarias y secuestros masivos, dirigidos, sobre todo, contra minorías étnicas y religiosas en el norte de Irak. «Está llevando a cabo despreciables crímenestransformando zonas rurales de Sinjar en campos de la muerte empapados en sangre en su brutal campaña para borrar todo rastro de la población no árabe y musulmana no suní», ha subrayado.
A este respecto, AI ha recordado que «sigue sin conocerse la suerte de la mayoría de los cientos de yazidíes en poder del Estado Islámico». En particular, ha destacado el caso de un hombre que ha entregado a la ONG una lista con los nombres de 45 familiares desaparecidos, todos mujeres y niños.
Muchas de las personas retenidas por el Estado islámico -señala AI- han recibido amenazas de violación o agresión sexual o han sido presionadas para que se conviertan al islam. En algunos casos, familias enteras han sido secuestradas.
Proteger a los civiles
En este contexto, Rovera ha instado a las autoridades iraquíes a, «en vez de agravar los combates haciendo la vista gorda con las milicias sectarias contra el Estado Islámico, a centrarse en proteger a todos los civiles, sean cuales sean su etnia o su religión».
«La población del norte de Irak se merece vivir libre de persecución, sin temer por sus vidas a cada paso. Quienes dan las órdenes, llevan a cabo o prestan ayuda en estos crímenes de guerra deben ser detenidos y llevados ante la Justicia», ha sostenido.