Felipe Quispe el Mallku, consternado por muerte de su hijo
Afectado por la muerte de su hijo Ayar Quispe Quispe el pasado domingo 24 de mayo en la plaza Germán Busch de la ciudad de El Alto, el excandidato presidencial y exdirigente de la CSUTCB, Felipe Quispe, el “Mallku”, piensa que su primogénito fue asesinado porque escribía libros indianistas en contra del vicepresidente Álvaro García Linera y en contra del gobierno.
“No quieren que haya un intelectual que escriba sobre el indianismo y el katarismo. Saben que un pensamiento mata a otro pensamiento y que una ideología liquida a otra ideología”, aseguró Felipe Quispe a ANF en una entrevista telefónica.
Según El Mallku, al Vicepresidente -con el cual compartió su lucha guerrillera- no le conviene que el indianismo cuente con sus propios pensadores intelectuales, ya que él se rodea de pensadores ´blanco-mestizos´. “Nosotros, los indios, tenemos que escribir nuestra propia historia, tenemos que tener nuestra propia ideología”, señaló el historiador y fundador del Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK). Ayar Quispe murió abrazado a su último libro “Indianismo-katarismo”.
Así lo encontró una sargenta de policía de apellido Mamani, según relata Quispe. Fue el domingo 24 de mayo a las 15:00 horas en la plaza Germán Busch de la zona Alto Lima, a tan solo dos cuadras de la habitación donde vivía con su pareja, en la misma casa donde habitaba su hermana Dominga.
Felipe Quispe asegura que su primogénito Ayar Quispe Quispe, quien nació en 1966 en la provincia Omasuyus, no tenía enemigos personales ni familiares, pues vivía entre el campo y la ciudad, aportando con su producción intelectual.
Dejó cuatro libros escritos sobre el indianismo y el katarismo que él definía como “aquel movimiento indio que emplea como instrumento de lucha la guerra comunitaria de ayllus para la ?reconquista del poder?”.
El arma más letal que tenía y que empleó a lo largo de su carrera fue sin duda su bolígrafo. A Ayar no le quitaron una sola moneda, ni tampoco ninguna pertenencia cuando acabaron con él, porque entre otras cosas no portaba ni reloj. Su cuerpo yacía sin vida durante dos días, ignorado por los transeúntes que insensibilizados con la realidad que asola a muchos alteños de la calle, pensaron que era alguna persona en estado de ebriedad.
El informe médico forense dice que recibió dos golpes en la cabeza y murió por traumatismo cráneo encefálico. “Habrá que investigar a ciencia cierta quién ha matado a mi hijo mayor, agotaremos todos los caminos para dar con la verdad”, señala El Mallku, al precisar que es padre de once hijos, de los cuales cuatro ya fallecieron. El año pasado también se murió su segunda esposa.
“La desgracia nos acompaña a cada momento”, dice. La mañana de su muerte, Ayar estuvo en casa de su padre, Felipe Quispe, que le brindó una sopa antes de salir a hacer unas diligencias. Cuando regresó, Ayar ya se había marchado, “al campo” pensó su padre. Sin embargo al día siguiente, el sábado 23 de mayo, cuando éste fue a la comunidad donde vive y entrena a su equipo de fútbol, los Pachakutis, se alertó de la desaparición de su primogénito.
Sus familiares no se enteraron del lamentable hecho hasta dos días después de su deceso, pues los vecinos alertaron que la policía habría retirado un cuerpo y que se lo llevaron a la morgue. Se trataba de Ayar Quispe. Ayar se hizo su propio nombre, y así lo reconocieron decenas de estudiantes de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), donde dictó varias conferencias, y también universitarios de la UMSA, que se agolparon la noche del velorio en el diminuto cuarto en el que vivía en El Alto.
En su entierro del martes por la tarde en el Cementerio General de La Paz, un grupo de jóvenes indianistas de El Alto lo despidieron, junto a sus seres queridos, que bordearon la iglesia haciendo gala de la ideología de Quispe.
Frente a su tumba, le regalaron sus últimas palabras, que más que un adiós fueron una retahíla de discursos políticos, que demostraron que la ideología de la que Quispe emana, sigue viva. Ayar Quispe Quispe fue el hijo mayor de los 11 que tuvo Felipe Quispe con sus dos esposas, la primera de nombre Elizabeth. Con la muerte de Ayar, ya son cuatro los hijos que pierde, una derrota más, este sí, irreversible.