La Feria del Libro une generaciones
¿Y cómo celebrar 20 años de vida? La Feria Internacional del Libro decidió festejar su aniversario con el regreso de seis de los más destacados escritores bolivianos residentes en el exterior.
Y así, en estos 10 días de feria, vuelven “los hijos pródigos” Rodrigo Hasbún, Claudio Ferrufino-Coqueugniot, Giovanna Rivero, Emma Villazón, Liliana Colanzi y Sebastián Antezana.
Página Siete conversó con cinco de estos seis escritores, quienes compartieron sus experiencias y recuerdos.
Rodrigo Hasbún
¿Qué significa para usted regresar a la Feria Internacional del Libro de La Paz?
Fui por primera vez a la Feria Internacional del Libro de La Paz hace 15 años exactos y, luego de varias idas y venidas, tengo una larga historia personal con relación a ella. Esta visita añadirá un episodio más a esa historia. Me alegra y me intriga.
Usted participará en un encuentro “cara a cara” con los lectores. ¿Qué expectativa tiene de esa experiencia?
La expectativa siempre grata de conocerlos, de poder conversar con ellos y saber cómo se ven las cosas desde su lado, de oír sus historias.
¿En qué medida vivir fuera de Bolivia ha influenciado en su literatura?
No sé cuán mejores o peores hubieran sido mis libros ni cuán diferente hubiera sido mi vínculo con la literatura de no haberme ido de Bolivia. Es algo que yo mismo me pregunto. Quizá esta visita me ayude a encontrar algunas respuestas posibles.
Claudio Ferrufino-Coqueugniot
¿Qué significa para usted regresar a la FIL?
Estoy entusiasmado. Aunque no soy asiduo de ferias o eventos de este tipo, esta vez tengo la oportunidad de encontrarme con gente con la que me escribo con regularidad y conocerla al fin. Sé que la feria es de muy buen nivel y La Paz es una ciudad que siempre me ha gustado. Un encuentro con lectores o posibles lectores me atrae, por supuesto, y me indicará cuán desfasado o no estoy con la realidad literaria de Bolivia -y otras-.
¿Qué expectativa tiene del encuentro con sus lectores?
Me interesa mucho, sobre todo, tratar con jóvenes a los que atrae la lectura. Será un encuentro de lectores simplemente, ya que me encanta leer, y en grupo podremos aprender de las experiencias de cada cual.
¿En qué medida vivir fuera de Bolivia ha influenciado en su literatura?
Los viajes son una experiencia que tiene que reflejarse en lo que uno hace, en este caso escribir. Considero a mi literatura muy boliviana, con la paradoja de haber sido escrita casi en su integridad fuera de Bolivia. Un hecho circunstancial más que todo, pero influyente.
Giovanna Rivero
¿Qué significa para usted regresar a la feria paceña?
La FIL de La Paz es una feria consolidada, con mucha experiencia y capacidad de innovación. Ser parte de una versión tan importante como es esta, en la que cumple dos décadas de vida y de trabajo, me llena de alegría y orgullo, pues siento que juntos, todos los que estamos vinculados al quehacer literario, desarrollamos tramos importantes de este caminar.
He visitado Santa Cruz por periodos muy cortos de tiempo. Hace poco tuve la suerte de ser invitada a la FIL Santa Cruz, y eso me ayudó a aliviar la nostalgia, pero nunca es suficiente. Cada vez duele más despedirse.
Usted participará en un encuentro “cara a cara” con los lectores. ¿Qué expectativa tiene de esa experiencia?
Me pone un poco nerviosa ese momento de total apertura. Por supuesto, también me ilusiona, pues aunque el evento se formule como un espacio para que los lectores conozcan mejor al escritor, intuyo que seremos los escritores los que terminaremos conociéndonos mejor a nosotros mismos, o mejor dicho, reconociendo o identificando las vértebras y debilidades de lo que proponemos en nuestras narrativas, a través de la dialéctica de las preguntas o de los comentarios. ¿Mi expectativa? Sinceridad total de ambos lados.
¿En qué medida vivir fuera de Bolivia ha influenciado en su literatura?
Siempre me gusta recordar esa mítica frase de Rimbaud, “yo es otro”, porque creo que refleja los grados de transformación, sutiles o intensos, que el extranjero se ve obligado a experimentar. Creo que el poder mirar por lo menos dos culturas desde una relativa extrañeza, pero también a mí misma desde la criatura anterior que fui, incide en lo que soy capaz de imaginar y esto, por supuesto, impacta en mis propuestas narrativas.
Emma Villazón
¿Qué significa para usted regresar al FIL?
Estoy muy emocionada de participar de nuevo en la feria de La Paz. Hace unos años, el 2008, participé por primera vez, y fue una linda experiencia, ahí conocí a amigos escritores con quienes hasta ahora mantengo amistad.
¿Qué expectativa tiene de su encuentro con los lectores?
He visto una gran dedicación en esta versión de la feria por atender la literatura escrita por bolivianos, y también por traer escritores latinoamericanos de gran talento, como Lina Meruane y Carlos Yushimoto, lo cual me parece destacable. De manera que sé que habrá discusiones interesantes y, sobre todo, se logrará un contacto entre lectores y escritores.
¿En qué medida vivir fuera de Bolivia ha influenciado en su literatura?
No estoy hace muchos años en Chile, por lo que me cuesta ver eso en mi literatura. De todas maneras, creo que puede haber algo del lugar donde uno está que termina infiltrándose en lo que uno escribe. De eso conversaremos en las mesas. Lo único que puedo asegurar es que desde que estoy en Santiago leo con admiración a muchos escritores chilenos.
Liliana Colanzi
¿Qué significa para usted regresar a la FIL?
Regresar a La Paz es como volver a casa, La Paz es una ciudad a la que le tengo mucho cariño y en la que viven varios amigos, y en la que siempre están sucediendo cosas extraordinarias (esta vez quiero subirme al teleférico y probar el famoso queso humacha del que tanto me han hablado). Estoy muy sorprendida por el gran trabajo de los organizadores de la feria, que han armado un programa amplio y ambicioso que incluye una cantidad impresionante de coloquios y debates, y una sólida lista de invitados internacionales y nacionales. La última vez que estuve en Bolivia fue en mayo, por unos días.
¿Qué expectativa tiene de la charla con los lectores?
Una escribe a solas, y tener un encuentro de esta naturaleza con los lectores es una rara y preciosa oportunidad para escuchar sus comentarios y cuestionamientos.
¿En qué medida vivir fuera de Bolivia ha influenciado en su literatura?
La experiencia migrante te lanza fuera de tu círculo de lo conocido, y ese lugar de incomodidad y de fragilidad es bueno para la escritura. Se escribe a partir de una pérdida. En mi caso, no me interesa más recomponer los pedazos de lo que perdí para crear una suerte de altar en la memoria, sino más bien jugar con esos fragmentos o reconstruirlos a partir de sus ángulos más monstruosos.