Más de un millón de migrantes irregulares y refugiados han llegado a Europa por tierra y por mar en lo que va de año. La mayoría de ellos, unos 816.000, entraron por Grecia desde Turquía, según el último balance (hasta el 21 de diciembre) de la Organización Internacional de Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR). Una de cada dos personas que utilizaron esa vía de entrada irregular eran refugiados sirios que huyen del conflicto de su país; el 20%, ciudadanos afganos. En 2015, más de 3.600 personas murieron tratando de alcanzar Europa.
La inmensa mayoría de inmigrantes arribaron por mar, 972.500 frente a unos 34.500 que cruzaron por tierra a Grecia o Bulgaria desde Turquía, indica el último balance de la OIM, hecho público este martes y que recoge los datos de seis países: Grecia, Bulgaria, Italia, España, Malta y Chipre. No refleja las llegadas -escasas, eso sí- a los países nórdicos vía Rusia. La cifra de llegadas -más de cuatro veces superior a la de 2014, cuando 216.000 personasentraron irregularmente en la UE-, es la más importante desde la II Guerra Mundial, cuando se estima que hubo entre 12 y 14 millones de desplazados. La presión migratoria, alimentada por los conflictos de Siria, Irak o Afganistán, ha generado una crisis en una Unión Europea que, más allá de un plan de reubicación con exiguas cifras o un acuerdo para apoyar económicamente a Turquía -donde viven 2,2 millones de refugiados sirios- para trate de contener las llegadas, no logra cristalizar una postura común para afrontar uno de los mayores retos desde su creación, que está poniendo a prueba el espacio de libre circulación.
En el camino de llegada a la UE han perdido la vida más de 3.600 inmigrantes y refugiados. La mayoría -unos 2.889, según la OIM- murieron en la travesía marítima entre el norte de África e Italia, una ruta peligrosa que ha ido perdiendo pujanza este año. Más de 700 personas han muerto o desaparecido en el Egeo, cuando trataban de cruzar desde Turquía a Grecia, la vía más utilizada en los últimos tiempos y el primer paso de la llamada ruta de los Balcanes, que los migrantes recorren para intentar alcanzar Alemania y el norte de Europa. Y las muertes no dejan de aumentar.
La situación en la UE -donde otras fuentes, como Frontex, la agencia europea de fronteras, eleva las llegadas a más de 1,5 millones- no es única. El número de refugiados y desplazados forzosos en todo el mundo superará los 60 millones de personas, según las estimaciones de la ONU, que insiste en que supone un desafío global.
“Sabemos que la inmigración es inevitable, es necesaria y es deseable”, señaló William Lacy Swing, director general de la OIM. “La inmigración debe ser legal y segura para todos, tanto para los propios migrantes como para los países que convertirán en su nuevo hogar”, añadió Swing en un comunicado, en el que pidió a Bruselas una política coordinada. De momento, sólo 266 de los 160.000 refugiados que los Veintiocho acordaron acoger han sido reubicados.
“A medida que los sentimientos antiimigración están aumentando, debemos reconocer las contribuciones positivas de los refugiados e inmigrantes a las sociedades en las que viven”, ha declarado António Guterres, alto comisionado de la ONU para los refugiados en un comunicado de prensa.
Las llegadas en las últimas semanas se han reducido debido a la llegada del invierno, aunque no tanto como los expertos apuntaban. Sólo en el mes de diciembre, más de 67.700 personas entraron a la UE irregularmente por Grecia, desde donde el 77% de ellos cruzó a Macedonia para seguir la ruta balcánica. Grecia es el país que más llegadas registra: más de 821.000. Después, Italia (más de 150.300) y Bulgaria (unos 29.900). A este rimo, Bruselas cree que el año que viene entrarán en la UE 1,5 millones de migrantes y refugiados.
Nuevo naufragio
Once personas, entre ellas tres niños, han muerto ahogados este martes al naufragar la embarcación en la que viajaban frente a las costas de Turquía. La barcaza -que se desconoce cuántos ocupantes llevaba a bordo- trataba de alcanzar la isla griega de Samos.
Los guardacostas turcos han salvado a siete ocupantes de la embarcación, que había salido de la localidad de Kusadasi (sureste de Turquía), informa France Presse, que cita a la agencia oficial turca Anadolu. Las autoridades turcas, que aún no han finalizado las labores de rescate, no han precisado las nacionalidades de las víctimas.
En la noche del viernes al sábado, 18 migrantes, entre los que había varios niños pequeños, se ahogaron en el Egeo, en el naufragio del barco en el que pretendían llegar a la isla griega de Kalymnos.