La más poderosa bomba no nuclear jamás lanzada por Estados Unidos en un conflicto mató 36 combatientes del autodenominado Estado Islámico (EI) y destruyó su base en Afganistán, informó el Ministerio de Defensa afgano.
La GBU-43/B -una bomba de 21.600 libras (9.797 kilogramos)- fue lanzada sobre un “sistema de túneles y cuevas” de la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, habitualmente utilizada como escondite por EI.
El director ejecutivo de Afganistán, Abdullah Abdullah, declaró que ningún civil fue afectado por la explosión.
Abdullah añadió que el ataque contra el sistema de cuevas fue realizado en coordinación con el gobierno en Kabul.
No obstante, el expresidente de Afganistán, Hamid Karzai, condenó el ataque como “el uso más inhumano y brutal de nuestro país”.
Conocida coloquialmente como “La madre de todas las bombas” (o MOAB, por sus siglas en inglés), el explosivo mide casi nueve metros, es guiado por GPS y tiene una fuerza equivalente a 11 toneladas de TNT.
Según confirmó el portavoz del Pentágono Adam Stump, esta es la primera vez que el arma ha sido utilizada por el ejército estadounidense en combate.
Esmail Shinwari, gobernador del distrito de Achin, donde tuvo lugar la ofensiva, le dijo a la BBC que no se registraron muertes de civiles porque ningún civil vive en ese lugar.
Más temprano el funcionario había declarado a la agencia AFP que la explosión fue la más grande que haya visto y que las enormes llamas “envolvieron la zona”.
¿Cómo pasó?
Según fuentes locales citadas por el servicio afgano de la BBC, la explosión de “la madre de todas las bombas” en Nangarhar fue tan fuerte y poderosa que se pudo escuchar en dos distritos vecinos.
“A las 7:32 pm hora local del jueves, las fuerzas estadounidenses en Afganistán ejecutaron un ataque contra el complejo de túneles de EI en el distrito de Achin, provincia de Nangarhar”, informó primero el Pentágono a través de un comunicado.
“El ataque utilizó una bomba GBU-43/B lanzada desde un avión estadounidense”, se lee en el escrito.
Posteriormente se informó que el avión era un aparato de combate MC-130.
Cuando la GBU-43/B fue probada por primera vez en 2003 en el estado de Florida, una inmensa nube en forma de hongo se pudo ver a 32 kilómetros de distancia, contaron fuentes de la Fuerza Aérea de EE.UU. citados por la agencia AFP.
¿Por qué utilizaron el poderoso explosivo?
“Como el número de bajas de EI ha aumentado, están utilizando explosivos improvisados, búnkers y túneles para defenderse”, explicó el general John W. Nicholson, comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán.
“Esta es la munición adecuada para reducir esos obstáculos y mantener el momento de nuestra ofensiva contra EI”, dijo para justificar el uso de la GBU-43/B.
En el comunicado, el Pentágono dice que el ataque fue diseñado “para minimizar los riesgos de las fuerzas afganas y estadounidenses que ejecutaban operaciones de limpieza en el área, al tiempo que se maximizaba la destrucción de combatientes e infraestructura de EI”.
También afirmó que “las fuerzas estadounidenses tomaron todas las precauciones para evitar bajas civiles con este ataque“.
El expresidente afgano Hamid Karzai condenó el ataque a través de su cuenta de Twitter y acusó a EE.UU. de usar al país asiático “como campo de pruebas para armas”.
El pasado 9 de abril, un soldado de las tropas especiales estadounidenses murió en el área donde se lanzó la bomba, mientras combatía contra EI.
¿Qué presencia tiene EI en Afganistán?
El autoproclamado Estado Islámico anunció la creación de su rama en Khorasan -un antiguo nombre para Afganistán- en enero de 2015, la primera establecida oficialmente fuera del mundo árabe.
En pocas semanas, el grupo apareció en al menos cinco provincias afganas en un intento de establecer parcelas de territorio desde las cuales expandirse.
Esto lo convirtió en el primer grupo militante de importancia en tratar de arrebatarle al Talibán el control sobre la insurgencia local.
Su principal objetivo era expulsar a los militantes talibanes de la zona y sacar a al Qaeda (aliado del Talibán) de la zona fronteriza entre Afganistán y Pakistán, o reclutar a sus combatientes.
Sin embargo, según expertos, EI no ha logrado establecer una base a apoyo político amplio ni conseguido el respaldo que esperaba en Afganistán.
Según estimaciones, la organización puede tener de 1.000 a 5.000 combatientes en el país.