Hubo recibimiento dispar a 9 bolivianos

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Foto: APG

Dos viceministras fueron las únicas autoridades del Ejecutivo que recibieron ayer en la frontera Colchane-Pisiga a los dos militares y siete aduaneros bolivianos que fueron expulsados de Chile tras ser condenados por un tribunal de Iquique por los delitos de robo con violencia, contrabando y porte de armas.

El mesurado recibimiento del Gobierno contrastó con las emotivas lágrimas de los parientes que recibieron entre abrazos y palabras de cariño a los nueve funcionarios después de 101 días que estuvieron presos en Chile.

Tras el encuentro con sus parientes, horas después llegaron en bus a la ciudad de La Paz, donde el presidente Evo Morales y otras autoridades de Gobierno los recibieron en Palacio.

Pese a que fueron condenados en Iquique, Morales calificó el retorno de los funcionarios como “un segundo triunfo ante Chile” y equiparó a la definición de la CIJ de La Haya sobre la competencia que tiene esta instancia en la demanda marítima.

Y ante el pedido de la oposición de indagar sobre las acciones de los nueve bolivianos aquel 19 de marzo,  Morales respondió “que vayan a investigar a su abuela y a los expresidentes”.

A las 7:50 de ayer y cuando el termómetro marcaba cuatro grados bajo cero, los nueve bolivianos sentenciados en Chile y expulsados de esa nación cruzaron el portón fronterizo que separa Colchane de Pisiga, para pisar nuevamente suelo boliviano después de 101 días de estar detenidos. Los funcionarios fueron recibidos con el calor y lágrimas de sus familiares que fueron a su encuentro. A su llegada ratificaron su inocencia.

En tanto, el presidente Evo Morales descartó la posibilidad de abrir una investigación a los nueve expulsados.

“¡Que vayan a investigar a su abuela!”, afirmó el mandatario en su cuenta de Twitter, luego de que un legislador opositor dijo que habría que indagar sobre la actuación de los nueve bolivianos el 19 de marzo cuando fueron hallados por carabineros de Chile con un camión con mercadería de contrabando conduciendo hacia Bolivia.

Sólo la viceministra de Comunicación, Paola Gonzales, que coordinó el trabajo con los medios de comunicación y la vicecanciller, Carmen Almendras, que estuvo al tanto de todos los trámites y el traslado de los familiares a la región fronteriza, fueron las dos únicas autoridades del Ejecutivo en el lugar.

Minutos antes de que los nueve bolivianos ingresen a suelo boliviano, una patrulla de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) realizó un reconocimiento en las cercanías de los portones metálicos que separan a los dos territorios para posteriormente permitir que los motorizados dejen territorio chileno con los nueve ciudadanos y se internen a la región nacional.

Lágrimas y abrazos se dieron en el primer reencuentro de los familiares que se encontraban en uno de los vehículos. En tanto, una de las madres que buscaba a su hijo preguntó, casi con lágrimas en los ojos, “¿mi hijo no está?”, y la tranquilizaron al indicar que se encontraban en el otro motorizado, al que fue a dar encuentro de manera presurosa para abrazar a su ser querido.

El contacto de los ciudadanos expulsados de Chile fue muy limitado con los medios de comunicación. Los pocos que hablaron afirmaron que “fueron detenidos y condenados injustamente”, porque ellos realizaban su trabajo, su lucha contra el contrabando.

Este encuentro duró alrededor de 10 minutos para luego abordar la flota que los trasladaría hasta la ciudad de La Paz, pero previamente realizaron dos paradas: una en migración y la otra en una sede social, donde oraron y compartieron de manera privada con familiares.

Alex Carvajal Uchani, Carlos Calle Soliz, Arsenio Choque Gonzáles, Juan José Torres Gonzáles, David Quenallata Laurel, Karl Luis Guachalla Rada, Bryan Leandro Quenallata Méndez, Edilberto Raúl Flores Mamani y Diego Guzmán fueron procesados y sentenciados por los delitos de robo con violencia, portación ilegal de armas y contrabando, ya se encuentran en el país.

 

CAMPAÑA

Durante el proceso a los nueve bolivianos en Chile, el Gobierno desató una campaña local e internacional para asegurar que Chile violó los derechos de sus connacionales, pues arguyó que ellos cumplían funciones oficiales.

Bolivia incluso llevó su queja a la OEA, donde denunció que fueron “torturados”, un cargo que Chile negó.

El mismo Morales, quien busca el visto bueno de la ciudadanía para postularse a un cuarto mandato consecutivo, utilizó el tema para atacar a Chile, país con el que Bolivia sostiene diferencias, pues reclama que su vecino le restituya su salida al mar, la que perdió en una guerra a fines del Siglo XIX.

Morales señaló, la semana pasada, que los nueve bolivianos son “mártires” y que el fallo fue una “represalia”, porque La Paz llevó en 2013 a Santiago a la Corte de La Haya, con el reclamo de una salida al mar.

 

“VERGÜENZA, QUÉ VERGÜENZA”

A la conclusión del encuentro familiar, los nueve bolivianos y sus familias se prestaron en abordar la flota que los trasladaría hasta Palacio de Gobierno para reunirse con el presidente Evo Morales, un grupo de personas identificadas como transportistas cuestionaron la forma en que se los estaba recibiendo, como si fueran héroes, porque era todo lo contrario toda vez que este grupo de personas no estaba actuando de forma lícita cuando fueron detenidos. Incluso señalaron con apodos a algunos de ellos.

“Qué vergüenza, qué vergüenza”, señalaron. Maritza Condori, que se identificó como trabajadora del transporte pesado, afirmó que estas personas sabían lo que hacían y que no pueden argumentar que se perdieron. “Por estas personas Chile han endurecido sus controles, nos están molestando, no han actuado bien y ahora están como si fueran héroes, es una vergüenza”, afirmó.

 

SEGÚN LA FISCALÍA

En Chile se apoderan de camión

Los aduaneros y militares bolivianos fueron detenidos el 19 de marzo por carabineros (policía militarizada) en territorio chileno, cuando, según la sentencia, se habían apoderado de un camión con mercaderías que trataban de llevar hacia Bolivia.

Los arrestados cumplieron prisión preventiva en la cárcel de la localidad de Alto Hospicio, cercana a Iquique, la capital de la región chilena de Tarapacá.

Los acusados declararon en el proceso que cruzaron la frontera persiguiendo a un grupo de camioneros que intentaban ingresar a Bolivia con mercaderías de contrabando.

Según las autoridades bolivianas, los hechos ocurrieron durante un operativo de combate al contrabando en territorio boliviano, aunque en el juicio no pudieron explicar por qué se apoderaron del camión y dejaron ir a los presuntos contrabandistas, que fueron quienes les denunciaron a la Policía.

 

“MALOS BOLIVIANOS”

Militar expulsado reclama

El capitán Alex Jhonny Carvajal, portavoz de los nueve funcionarios que estuvieron detenidos en Chile, expresó sus quejas contra malos bolivianos, tontos útiles, delincuentes y “perros del hortelano” que los perjudicaron en su tarea de lucha contra el contrabando o los juzgan después de lo que sufrieron.

Carvajal dijo que, el pasado 19 de marzo, sólo estaban cumpliendo su deber de luchar contra el flagelo del contrabando, pero desafortunadamente muchos malinterpretaron la situación. Lamentó que ese día había “malos bolivianos” que interactuaban con los contrabandistas chilenos y formaban parte del “tumulto de gente delincuente”.

Aseveró que esos “malos bolivianos”, con la sola intención de salvaguardar algunos centavos mal ganados, permitieron “al mejor estilo de Judas” que agentes de Chile agredieron a quienes cumplían con su deber.

 

TRAS LIBERACIÓN

Familiares respiran con alivio

La Paz | ABI

Familiares de los nueve bolivianos expulsados de Chile expresaron ayer su alivio porque, según sus testimonios, acabó una “odisea” que vivieron desde el 19 de marzo y agradecieron el permanente apoyo de la población con los detenidos y sentenciados “injustamente”.

“Me he sentido alegre, feliz y con una esperanza para luchar por Bolivia con dignidad”, expresó el progenitor de Bryan Quenallata, funcionario de la Aduana Nacional. “Era un dolor muy fuerte el que tenía, lloraba a diario, sufría mucho por él ahora. Ya estoy tranquila”, declaró la madre de Ediberto Flores.

“Él (Carlos Guachalla) fue el primero en bajar de los autos. Estoy muy feliz de recibir a mi hijo, aunque Chile no se cansa de hacernos daño, porque los trajeron enmanillados, pero igual ellos salieron orgullosos, con la frente bien alto y dignos”, relató la mamá de otro aduanero.