EE UU se retira de la Unesco por su sesgo contra Israel
Estados Unidos cumple su amenaza y ha anunciado este jueves que se retirará como miembro de pleno derecho de la Organización para Educación, la Cultura y la Ciencia de las Naciones Unidas (Unesco). El Departamento de Estado argumenta su decisión por el “continuo sesgo antiisraelí” de la agencia, algo que lleva denunciando la embajadora Nikki Haley desde que se puso al frente de la misión diplomática en la ONU. Washington asegura que este paso “no se toma a la ligera”. El litigio se abrió hace unos años tras el reconocimiento de Palestina como miembro de pleno derecho.
La decisión se hará efectiva el 31 de diciembre de 2018. El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, “lamentó profundamente” la decisión del gobierno estadounidense porque se aparta “del gran papel” que ha tenido el país desde la fundación de la Unesco. La directora general saliente de la agencia, Irina Bokova, se expresó en los mismos términos. La alta funcionaria, que está en proceso de ser reemplazada, teme afectará al “universalismo fundamental” para la labor de la organización en estos tiempos de “aumento del extremismo violento y terrorismo”.
“El trabajo de la Unesco es clave para reforzar los lazos de la herencia común de la humanidad ante las fuerzas del odio y la división”, afirmó Bokova. “En momentos en que la lucha contra el extremismo violento requiere de renovadas inversiones en educación, en el diálogo entre las culturas para prevenir el odio, es profundamente lamentable que EE UU se retire de la agencia de Naciones Unidas que lidera en estas cuestiones”, agregó en un largo comunicado.
El reciente nombramiento de la Ciudad Vieja del Hebrón como Patrimonio de la Humanidad terminó por colmar la paciencia de la Administración que preside Donald Trump, que en paralelo está tratando de dar con vías para reducir sus aportaciones a Naciones Unidas. El anuncio del Departamento del Estado se justifica también en el marco del proceso de reforma en marcha en la ONU. La retirada de la Unesco es un paso adicional en la dirección ya marcada tras el abandono del pacto del cambio climático de París y la amenaza de apartarse del acuerdo nuclear con Irán.
La idea es que EE UU permanezca en el órgano con la condición de Estado observador, de acuerdo con la explicación facilita. La ONU evita decir como afectará a la relación de por sí ya profunda y compleja con EE UU, el mayor contribuyente. “Hay momentos en los que hay diferencias”, dijo el portavoz Farhan Haq. El anuncio, además, coincide en pleno proceso de nombramiento del cargo de director general de la Unesco. Los principales aspirantes son la exministra francesa de Cultura, Audrey Azoulay y el diplomático qatarí Hamad Bin Abdulaziz Al-Kawari.
El precedente de Reagan
No es la primera vez que EE UU se retira de Unesco. Lo hizo con el también republicano Ronald Reagan como presidente hace tres décadas, en aquella ocasión tras acusar a la organización de seguir una política favorable hacia los intereses de la Unión Soviética. También la señaló de corrupta. George W. Bush volvió a reintegrarla hace 15 años, porque consideró que se había atenuado su sesgo contra Occidente e Israel.
El último litigio de EE UU con la Unesco se viene arrastrando ya desde la Administración del demócrata Barack Obama, que empezó en 2011 a recortar la financiación en respuesta a la admisión de Palestina como miembro. Las transferencias a los fondos del órgano con sede en París se congelaron desde entonce y Washington arrastra una deuda que ronda los 500 millones de dólares. El gobierno de Donald Trump elevó después el tono de las críticas.
Trump, con la embajadora Haley como cabeza de lanza, lleva meses preparando esta retirada. La decisión se esperaba, de hecho, para antes de que concluyera el año. De hecho, los nombramientos de los diplomáticos a cargo de la Unesco estaba en suspenso desde el pasado verano. El proyecto de presupuesto presentado la pasada primavera no contenía partida algunas para financiera el trabajo de la agencia.
Valores e ideales
La Unesco es conocida por su programa mundial para la preservación del patrimonio cultural. La agencia financia también proyectos en el ámbito de la educación en los países más pobres del planeta, con iniciativas dirigidas al empoderamiento de las niñas.. También cuenta con programas destinados a la protección de la libertad de prensa y entre sus actividades incluye el entendimiento de los horrores del Holocausto.
El embajador francés ante la ONU, Francois Delattre, evitó hacer una reacción oficial a la decisión de la delegación estadounidense. Pero si dejó claro que la Unesco es una institución que se creó para la promoción de los ideales y valores que están en el corazón del trabajo del organismo, utilizando la cultura, la educación y la ciencia como canales de transmisión. “Por eso es importante que EE UU, ahora más que nunca, está a bordo y se comprometa con los asuntos mundiales”, concluyó.