Los insultos de Trump desatan una condena global
Los insultos racistas del presidente de Estados Unidos han dado la vuelta al mundo. Su frase, “por qué recibimos a gente de países de mierda”, ha generado amplio rechazo dentro y fuera de EE UU. Este viernes la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Unión Africana, Haití y El Salvador criticaron con dureza los exabruptos de Donald Trump, que hacían referencia a inmigrantes de las dos naciones caribeñas y de países africanos, residentes en EE UU. El embajador estadounidense en Panamá ha dimitido, afirmando que “ya no puede servir bajo el Gobierno de Trump”. Paul Ryan, el líder de los republicanos en el Congreso, tachó los calificativos de “desgraciados y poco útiles”.
“No hay otra palabra para describirlo que racista. No se puede tachar a países y continentes enteros como ‘agujeros de mierda‘, retirando a sus poblaciones, que no son blancas, la entrada a EE UU”, afirmó en Ginebra el portavoz del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU.
Trump negó en un tuit este viernes haber insultado a los haitianos, pero no mencionó nada sobre los mismas impertinencias hacia salvadoreños y africanos: “Nunca dije nada despectivo sobre haitianos más allá de que Haití es, obviamente, un país pobre y afligido. Nunca dije ‘sáquenles de aquí’. Inventado por demócratas. Tengo una relación fantástica con los haitianos”. Sin embargo, a los pocos minutos, el senador demócrata Richard Durbin, que asistió a la reunión, insistió en que el presidente sí utilizó la expresión “países de mierda” y también hizo “comentarios de odio, racistas y malvados”.
El embajador de Haití en EE UU, Paul G. Altidor, también condenó los insultos de la Casa Blanca a sus ciudadanos: “Sentimos que estas afirmaciones, si fueron hechas, reflejan un desconocimiento o una falta de educación del presidente sobre Haití y su gente”. El principal periódico del país caribeño calificó las palabras de Trump de “racistas y vergonzosas”. Miles de ciudadanos acudieron a las redes para expresar su desprecio hacia Trump. Los insultos del republicano ocurrieron durante una reunión para renegociar la permanencia de 59.000 haitianos en EE UU, a quienes Trump ha retirado las protecciones legales.
En una reunión de emergencia, 54 embajadores de países africanos ante la ONU exigieron al presidente estadounidense que se retracte y pida disculpas. Este viernes por la tarde se han mostrado “extremadamente consternados” y “preocupados por la continua y creciente tendencia del Gobierno de Estados Unidos a denigrar a África y a los descendientes africanos”.
El Salvador también declaró su disgusto con las “lamentables expresiones” de Trump. En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que ha enviado una nota de protesta al Gobierno de EE UU y que demanda “respeto a la dignidad de su noble y valiente pueblo”. Asimismo, el país caribeño recordó las contribuciones de sus más de 200.000 ciudadanos residentes en EE UU, destacando su papel en la reconstrucción de Nueva Orleans tras el devastador huracán Katrina. El lunes, la Administración Trump anunció el fin de las protecciones para esos salvadoreños, que de no encontrar una alternativa para permanecer legalmente, serán expulsados en 2019.
La Unión Africana, la organización multilateral más importante del continente, también ha sido tajante con la Casa Blanca. “Estamos alarmados por las afirmaciones del presidente de EE UU al referirse a inmigrantes africanos y otros con tales despectivos. Teniendo en cuenta la realidad histórica de cómo llegaron muchos africanos a EE UU durante el comercio de esclavos, esto va en contra de cualquier actitud y comportamiento aceptable”, expresó la portavoz, Ebba Kalondo. El Gobierno de Botsuana emitió un comunicado cuestionando el juicio de Trump: “Nos preguntamos por qué el presidente Trump utiliza esas palabras para hablar de países con los que tiene una relación cordial y mutuamente ventajosa. Observamos las aseveraciones del presidente como irresponsables, reprensibles y racistas”.
Pese al rechazo, los insultos de Trump alimentan a su base más leal, cuyos representantes más prominentes acudieron a las redes para defender al presidente. “Si no son países de mierda, ¿por qué no se quedan ahí sus ciudadanos”, cuestionó Tomi Lahren, una joven agitadora televisiva de la ultraderecha. Ann Coulter, una columnista de perfil similar, afirmó en Twitter que lo único que se podía debatir era si son países de mierda o naciones de mierda. “¡Anuncio la apertura de Aerolíneas de Mierda -un billete de avión de ida, gratis, para regresar al país que queráis!”, continuó mofándose Coulter.
Republicanos delestablishment, sin embargo, se distancieron de los insultos de Trump, que reflejaron otra ruptura más con la institución de la presidencia. El senador conservador Orin Hatch defendió el valor de la inmigración: “Parte de lo que hace a América tan especial es dar la bienvenida a los mejores y más brillantes del mundo, sin importar su país de origen”.
Los demócratas y comentaristas progresistas fueron más explícitos, retomando la acusación de que el ocupante de la Casa Blanca es racista. “Las afirmaciones racistas de Trump amenazan nuestra seguridad nacional y menosprecian nuestro papel como un ejemplo de tolerancia. Todo americano se merece una disculpa”, sentenció el senador demócrata Richard Blumenthal.