No son el grupo disidente de la exguerrilla de las FARC más numeroso, ni el de mayor poderío territorial o militar, pero sí el que tiene mayor acceso a los recursos que genera el narcotráfico.
Así describen los expertos al Frente Oliver Sinisterra, el movimiento armado acusado por los gobiernos de Colombia y Ecuador de ser responsable de las muertes de los tres miembros del equipo de prensa del diario ecuatoriano El Comercio.
Este bloque, que opera fundamentalmente en el departamento de Nariño (suroeste de Colombia), ahora es el principal objetivo militar de las fuerzas de seguridad colombianas y ecuatorianas.
No solo eso. Su líder, Walter Arisala, alias Guacho, fue incluido en la lista de los más buscados de Ecuador y se ofrece por él una recompensa de US$100.000.
¿De dónde vienen y dónde operan?
El Grupo del Guacho, como también se conoce a este bloque disidente, está compuesto en su mayoría por guerrilleros que no quisieron someterse al proceso de paz ni dejar las armas.
Casi todos sus miembros son de Nariño, más concretamente de Tumaco y sus alrededores, muy cerca de la frontera con Ecuador.
Antes de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia dejen de funcionar como guerrilla, ese era terreno controlado por la Columna Móvil Daniel Aldana.
De esa rama provienen muchos de los actuales miembros del bloque disidente, entre ellos Guacho.
De hecho, esta disidencia lleva el nombre de Oliver Sinisterra en honor a un excomandante de esa columna que murió en un bombardeo en 2014.
¿Cómo surgieron?
De acuerdo al analista para Colombia del Internacional Crisis Group Kyle Johnson, Guacho y los suyos aprovecharon el desarme para controlar la zona en la que ahora operan entre Colombia y Ecuador.
“Cuando las FARC dejan las armas totalmente, él decide que es su momento de actuar. Toma el control de una zona cercana a Tumaco conocida como Alto Mira y comienza a crecer. Ahí, frente a Ecuador, consigue más personas y controla más pueblos, pueblos clave”, señala a BBC Mundo el experto en conflictos.
Johnson añade que, de inmediato, Wálter Arisala comenzó a reclutar más guerrilleros que no creían al proceso de paz y querían mantenerse en armas.
Las raíces de este bloque son las diferencias con los líderes de las FARC, según el investigador.
El factor narcotráfico
Otro aspecto central para que el Frente Oliver Sinisterra se consolide y expanda con velocidad fue la conocida e intensa actividad de narcotráfico que existe en la zona.
A medida que el grupo disidente controlaba territorios, hacía lo mismo con el movimiento de cocaína, explica Johnson.
De esta forma, el bloque comenzó a percibir recursos que lo hicieron cada vez más y más fuerte.
“Están hasta el cuello con el narcotráfico y el control del movimiento de droga para financiarse”, señala Johnson.
La estrategia parece funcionarles hasta ahora porque generaron una relación de dependencia entre los traficantes de la zona y ellos.
Ahora la gente que está metida en el narcotráfico, explica Johnson, necesita de ellos para sobrevivir.
De acuerdo a un informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), con sede en Bogotá, una característica distintiva de larga data de los guerrilleros de esa zona es su ligazón al tráfico de ilícitos.
“Se trataría de un rasgo histórico de este grupo, que está involucrado de lleno en el narcotráfico, tiene grandes redes de milicias y una alta capacidad para cometer acciones de bajo esfuerzo pero con alto impacto”, señala el reporte de la FIP titulado “Disidencias de las FARC: ¿Por qué lo hacen? ¿Son peligrosas?”.
Por ello se considera que el grupo armado le resta importancia al factor ideológico en sus acciones.
¿Qué hacen en Ecuador?
Parte de la estrategia del Frente Oliver Sinisterra fue combatir a los controles que Ecuador colocaba en su territorio fronterizo porque ponía en riesgo su negocio de drogas.
Así fue que se registraron atentados con carrobomba y otras explosiones, algunas en dependencias policiales en poblaciones de la provincia ecuatoriana de Esmeraldas.
Esa serie de incidentes, que se multiplicaron en el último año, motivaron a los tres trabajadores del diario El Comercio a visitar la zona y averiguar qué pasaba allí.
El secuestro del 26 de marzo con desenlace fatal se produjo en la población de Mataje, a pocos kilómetros de Colombia, y donde el grupo disidente realiza algunas de sus operaciones.
¿Y las otras disidencias?
Investigaciones de la FIP señalan que bloques como el Frente 1 y el Frente 7 realizan más acciones militares que el Grupo del Guacho.
Además, se sabe que estos dos grupos tienen más miembros y armas que los últimos.
“Militarmente, el Grupo del Guacho es una guerrilla pequeña, pero fuertemente armada que controla los ríos y las rutas del narcotráfico”, explica Johnson.
“El tema es que Sinisterra es el (bloque) que tiene el pedazo de país con mayor cantidad de droga, con un conflicto étnico latente y donde no hay Estado para nada. Son algunas condiciones favorables en ese territorio relativamente pequeño”, concluye el experto.
Estimaciones de diferentes instituciones estatales e independientes señalan que existen entre 400 y 2.500 disidentes movilizados en suelo colombiano.
La Fiscalía General de la Nación calcula la existencia de 16 grupos con presencia en 48 municipios del país.
Se cree que el Frente Oliver Sinisterra puede tener entre 250 y 400 miembros.
¿Quién es Guacho?
Wálter Arisala fue señalado por las autoridades como ecuatoriano en varias oportunidades y esa es la versión más difundida de su origen.
Sin embargo, desde el interior de la exguerrilla de las FARC se conoció también la versión de que proviene del sur del departamento de Cauca y que ahí fue donde se enlistó.
Llegó a ser mando medio dentro de la Columna Daniel Aldana antes de convertirse en disidente.
Kyle Johnson lo califica como alguien que no es un novato, pero tampoco es “un duro” (experto) en cuestiones militares y políticas.
“Lleva al menos 10 años en armas, Claro que tiene algo de conocimiento. Es estratégico, sabe manejar su tropa, controlar su grupo, reclutar y expandirse”, explicó el analista de International Crisis Group.
¿Y ahora?
Queda en el aire la pregunta de qué pasará con el Frente Oliver Sinisterra ahora que los gobiernos de Colombia y Ecuador lo declararon objetivo militar.
El grupo disidente, explica Johnson, logró cierta base social en los territorios donde opera gracias a alianzas con la gente que está metida en el narcotráfico, algunos hacendados y colonos.
Parte de la población que allí vive ve en los disidentes a una garantía de seguridad en caso de la llegada de otros grupos armados.
Además, el Frente se ocupa de organizar ciertos aspectos de la vida en la región como la entrega de multas de tránsito.
Consultado sobre si ese poder e influencia podrán aumentar o desaparecer después de lo sucedido con los tres ecuatorianos, Johnson admite que no tiene una respuesta segura.
Lo que sí tiene claro es que, hoy por hoy, es el único grupo disidente que realizó una acción que logró incidir en la agenda internacional de Colombia.
“Aunque de la peor de las maneras”, concluye.