Los vecinos del fraccionamiento de Paseos del Valle en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga en Jalisco fueron los primeros en advertir este sábado el olor nauseabundo de un tráiler aparcado a metros de distancia de sus casas. En el exterior del camión se observa la imagen de un oso que sonríe y levanta el pulgar, una estampa que contrasta con la macabra carga que contenía: 157 cadáveres. Las denuncias ciudadanas obligaron a las autoridades de este Estado afectado por el repunte de homicidios a admitir que este tipo de vehículos son utilizados como medida temporal para almacenar hasta 300 cuerpos ante la saturación de las morgues locales.
El manejo de estos cuerpos, personas que no han sido reclamadas por familiares en una entidad que ha sufrido un agudo recrudecimiento de la violencia, ha provocado diversas críticas en Jalisco, uno de los Estados más importantes de México. Los colectivos de familias de desaparecidos han externado su indignación por el trato “denigrante” que las autoridades han dado a estos cuerpos. La Comisión Estatal de Derechos Humanos recomendó a la Fiscalía local y al Instituto de Ciencias Forenses local que establezcan un cementerio forense para las inhumaciones de los restos.
Los camiones refrigerados con cuerpos son una estampa que se suma a la cruenta galería que ha provocado la violencia en México y, en particular, en el Estado de Jalisco, epicentro del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), considerado el grupo criminal más poderoso del país. Solo en los primeros siete meses del año se han reportado en esta entidad 1.243 asesinatos un 47% más en comparación a los homicidios dolosos del mismo periodo del 2017, de acuerdo con las cifras de la Secretaría de Gobernación.
La historia comenzó el sábado, cuando los vecinos del conjunto habitacional del sur de Guadalajara se quejaron en las redes sociales alarmados por el riesgo sanitario. “No lo queremos aquí, que se los lleven a otro lado, tenemos muchos niños, huele muy feo y se pueden enfermar”, declaró José Luis Tovar, un vecino de la urbanización, a la agencia AFP.
La presión obligó a la Fiscalía local a reconocer que el remolque comercial tenía semanas deambulando por las calles, bodegas y terrenos baldíos de la zona metropolitana de Guadalajara con esa carga. Las autoridades alquilaron el camión refrigerado para almacenar los cuerpos y llevarlos a una bodega en el municipio de Tlaquepaque. La unidad fue removida de ese lugar por las quejas municipales y continuó su marcha hacia Tlajomulco de Zúñiga, a las afueras de la capital de Jalisco, donde fue abandonado.
Roberto López Lara, secretario general de Gobierno de Jalisco, ha explicado que los cadáveres se están almacenando en esta unidad hasta que se concluya la construcción del nuevo Campo Experimental Forense en Tonalá, proyecto que, según sus cálculos, estará terminado en un mes y medio. El funcionario ha señalado que el camión ya regresó al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses para la identificación de los cuerpos.
El Gobernador del Estado, Aristóteles Sandoval, ha destituido al director del instituto forense, Luis Octavio Cotero, por la falta de tacto en el manejo de los cuerpos en una entidad aquejada por el alza de los homicidios desde abril. “Es claro que hubo omisiones graves que deben ser sancionadas, es evidente que quienes estuvieron al cargo del procedimiento de traslado alteraron el protocolo sin dar aviso a sus superiores jerárquicos”, ha asegurado.
El exfuncionario del Instituto Forense ha asegurado en entrevista a Efe que además del camión abandonado en Tlajomulco de Zuñiga existe otro contendedor que se contrato por parte de la Fiscalía estatal. “La capacidad de los refrigeradores es de 72, pero tienen 144 porque había que forzar un poquito la capacidad; es demasiada la demanda de atención a estos cuerpos”, ha dicho.
“Están en los tráileres, uno es el que se exhibió en los medios y otro nuevo que se contrató por parte de la fiscalía porque nosotros no tenemos recursos para contratar ese tipo de servicio, ni la bodega donde estuvieron. No fue de mi conocimiento, ni información”, ha declarado.
Cotero ha rechazado ser el responsable de estas morgues rodantes y lamentó su destitución. “Nosotros no tenemos recursos para contratar ese tipo de servicio, ni la bodega donde estuvieron. No fue de mi conocimiento, ni información” ha zanjado. Este insituto forense jalisciense apenas cuenta con una capacidad para recibir 144 cuerpos.