A junio las empresas estatales ejecutaron 25,5% en promedio

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Foto: La Razón

Con excepción de algunas firmas como San Buenaventura con 49,88%, Mi Teleférico con 47,31%, o Cartonbol con 39% o Boliviana de Aviación (BoA) 35%, en el primer semestre de este año, las empresas estatales ejecutaron, en promedio, un 25,5% de su presupuesto.

Así lo reflejan las estadísticas del presupuesto del Sistema Integrado de Modernización Administrativa (SIGMA) y del Sistema Integrado de Gestión Pública (SIGEP) al 30 de junio.

En 2017 en similar período el promedio de gasto fue de 27% y en 2016 de 25,7%, analistas creen que este bajo rendimiento se debe a falta de fiscalización o deficiencia en la administración de los recursos.

Entre las 31 empresas existen algunas con una ejecución presupuestaria mínima como la empresa Siderúrgica del Mutún que de un presupuesto vigente de 1.372 millones de bolivianos y sólo gastó siete millones o Quipus que sólo ejecutó el 3,16%.

Por su lado la ejecución de la inversión pública hasta junio alcanzó a 32%, de acuerdo con el informe presentado por el presidente Evo Morales, el 6 de agosto de este año.

Para esta partida el Gobierno presupuestó este año 6.210 millones de dólares, pero con la inversión de las empresas estatales este valor llega a 7.285 millones de dólares.

A finales de octubre del año pasado el gabinete ampliado reunido de emergencia en Palacio Quemado decidió acelerar la inversión pública programada en 8.000 millones de dólares y las acciones destinadas a reducir la burocracia.

En aquella oportunidad, el presidente Evo Morales confesó a sus ministros que no estaba contento con esos niveles de ejecución, por lo que pidió mayor celeridad para no “defraudar” al pueblo.

El Primer Mandatario dijo que, a 12 años de Gobierno, algunos ministros continúan sometidos a la burocracia, olvidando por meses algunos proyectos y cuando se les observa “se lavan las manos” responsabilizando a otros ministerios.

El asesor de la Gobernación de Santa Cruz José Luis Parada afirmó que la baja ejecución que registran las empresas estatales se debe a la falta de control.

“Hay un déficit fiscal es porque estamos gastando más y no está entrando (dinero en la misma proporción). Lógicamente, como no hay ninguna fiscalización de la Contraloría o de la Asamblea, cada gerente siente que no lo están fiscalizando o supervisando y entonces no tiene que rendir cuentas a nadie. Por ello, los problemas que se tienen van a continuar”, precisó.

Explicó que en general la ejecución presupuestaria de las empresas es baja, entre 2006 y 2017, se gastó en promedió 74% del presupuesto.

Por tal razón, recomendó que se lleve adelante una “fiscalización permanente” y transparentar los gastos de las instituciones y dejar de contratar en forma directa. “Ahí está el problema, no hacen licitaciones públicas, no hay control y hay mucha discrecionalidad en las contrataciones directas o llave en mano que muchas veces no tienen un buen proyecto”, afirmó.

El economista, Julio Linares, cree que la baja ejecución se debe a la ineficiencia de los gerentes. “Ello se debe a la mala planificación y la burocracia que existe. Más allá de algunos cambios o retoques que no se hicieron nunca se trató de mover la estructura de ejecución de bienes y servicios (…). Sorprende que las empresas públicas sean las que menos ejecutan. Es un tema preocupante pese a que se les creó una ley para que puedan tener más facilidades”, apuntó.

Sin embargo, considera que este año por el clima electoral puede que las empresas estatales acelerarán su ejecución presupuestaria para demostrar trabajo y eficiencia. También puede ocurrir que se dediquen a la campaña y las firmas se queden sin una buena gestión.