Trump planea recortar a la mitad la presencia militar en Afganistán

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Foto: WAKIL KOHSAR (AFP)

Donald Trump ha pulsado el botón de repliegue militar. Al día siguiente de anunciar la retirada de los 2.000 soldados desplegados en Siria, para disgusto de los halcones republicanos y de su propio jefe del Pentágono, que ha decidido dimitir, fuentes de Defensa informaron a la prensa estadounidense de que el presidente también planea recortar a la mitad la presencia de tropas en Afganistán. Ahora hay desplegados 14.000 efectivos, cifra que se irá reduciendo en el transcurso de los próximos meses.

La noticia trascendió al final de una jornada wagneriana en Washington, que comenzó con la encendida defensa del mandatario de su decisión sobre el conflicto sirio, se agitó con la renuncia del secretario de Defensa, Jim Mattis, y tuvo como broche final una polémica proposición de ley para empezar a financiar el polémico muro que el neoyorquino quiere en la frontera con México.

La de Afganistán es la guerra más larga de Estados Unidos. Trump llegó a la Casa Blanca con la idea de retirarse cuanto antes, pero capituló a los ocho meses de comenzar su Gobierno. “Mi primer instinto era salir, y a mí, históricamente, me ha gustado seguir mis instintos, pero he oído toda mi vida que las decisiones son muy distintas cuando te sientas en la mesa del Despacho Oval”, dijo a los estadounidenses en agosto de 2017. “Una retirada apresurada crearía un vacío que los terroristas, incluidos el ISIS [siglas en inglés del Estado Islámico] y Al Qaeda llenarían de inmediato, tal y como ocurrió antes del 11-S. Y, como sabemos, América se fue de Irak de forma equivocada y apresurada”, recalcó, culpando de esto último a su predecesor, Barack Obama.

El expresidente demócrata dijo en su día que comenzaría el repliegue en 2011 y también tuvo que desdecirse. Pero Trump, como ha demostrado con la decisión sobre Siria, se está alejando de los halcones de su Gobierno y su partido. “Creo que muestra hasta qué punto el presidente quiere salir de estos conflictos”, señaló una fuente anónima de la Administración citada por The Wall Street Journal, que avanzó la noticia.

Hoy, después de 17 años enfrascados en la guerra afgana, prosiguen unos 14.000 soldados estadounidenses sobre el terreno, de los cuales la mitad trabaja en apoyo y entrenamiento de las fuerzas afganas y la otra mitad combate contra los grupos terroristas del Estado Islámico y Al Qaeda. En 2010, cuando tocó su máximo, el despliegue alcanzó los 100.000 efectivos.